Monika Liu lucirá en Turín el mismo vestido que empleó en la final del Pabandom iš naujo que le otorgó el pasaporte al certamen eurovisivo. La representante de Lituania había considerado cambiarlo pero, como ella misma ha admitido, “el que me gustaba era muy caro” y se percató de que el que utilizó en la preselección de su país era “el adecuado” y “parte integral del espectáculo”.

Aunque aún no quiere desvelar más detalles de su puesta en escena hasta los ensayos, su Sentimentai ha calado en el público eurofán, incluido el que asistió a la PrePartyES22 de Madrid, que entonaba la letra de su canción pese a desconocer la lengua lituana. “Donde quiera que vaya, la cantan, aunque no entiendan la letra. Esto me da confianza para que suene bien también en el festival”, donde partirá en la primera semifinal del 10 de mayo.

Los preparativos han estado cargados de trabajo para Monika, que ha grabado un video con la banda de rock Feel en un mini álbum que acaban de lanzar. Además, nos enseñó la versión acústica de la composición que lleva a tierras italianas, donde aparece junto al pianista Dmitry Golovanov en el club de jazz de la capital Jazz Cellar. En Turín le acompañará un equipo bastante reducido de ayudantes: un asistente, un maestro del maquillaje, una peluquera y un camarógrafo que inmortalizará su actuación detrás de escena. “No necesito más, ni siquiera unos cristales especiales”, ironiza.

“El objetivo más importante ahora, por supuesto, es llegar a la final. Realmente quiero y espero que suceda. Pero, por otro lado, dije desde el principio que lo más importante para mí era mostrar esta canción que es diferente al resto y suena en lituano”, sostiene la abanderada. “Me siento fuerte y lista para el reto”, resalta Monika.