La creación el pasado septiembre de la nueva cadena monegasca TVMonaco activó todas las alarmas en el círculo eurofán: el microestado volvía a ser elegible para participar en el festival de Eurovisión. Y así lo ha confirmado recientemente el medio L’Observateur de Monaco. El diario recoge los requisitos necesarios para que un país esté representado en el gran festival: contar con una televisión pública que pertenezca a la Unión Europea de Radiodifusión (algo que ya se cumple con TVMonaco), garantizar los medios técnicos y humanos para su retransmisión por televisión y, evidentemente, contar con un artista que quiera ser su abanderado.

No obstante, el propio diario desmiente que Mónaco vaya a estar presente en 2024. Según las declaraciones de Frédéric Cauderlier, redactor jefe de la cadena, los plazos son demasiado justos para inscribirse y, en estas primeras etapas, están concentrando sus esfuerzos en otros proyectos, lo que hace que no sea posible pensar en Eurovisión a tan corto plazo. Sin embargo, no descarta abiertamente participar en el futuro.

Mónaco fue un habitual en las primeras décadas de Eurovisión. Desde su debut en 1959 con Mon ami Pierrot, no faltó a ninguna edición hasta su retirada en 1979. En 2004 se reincorporó, pero su nueva aventura eurovisiva solo duró tres años (2004, 2005 y 2006). En 2007 se retiraron de nuevo, alegando que el sistema de votación hacía que fuera muy difícil que un país pequeño como Mónaco tuviera opciones de pasar a la final, y ni siquiera la introducción de dos semifinales en 2008 hizo que volviera. En su palmarés hay tres terceros puestos (1960, 1964 y 1976), un segundo (1962) y una victoria, en 1971 con Séverine y Un banc, un arbre, une rue. Al no poder albergar el festival en 1972 por problemas logísticos, es el único país que ha ganado Eurovisión pero nunca lo ha celebrado.