Las aguas también han bajado revueltas en Serbia, donde la histórica Marija Serifovic, triunfadora en 2007 con Molitva, reprendió a la RTS, la televisión pública, por la elección de Tijana Bogicevic y su In too deep, que se quedó en puertas del billete para la final.

Previamente al certamen, Serifovic había anticipado que “no lograremos nada siempre y cuando la RTS trate a Eurovisión como ir de excursión”, queja replicada por la propia Tijana al considerar que su fracaso no era “el fin del mundo ni entiendo por qué la gente hace un alboroto de todo esto, ya que la vida continúa después de Eurovisión”. La RTS emitió además un comunicado en el que defendía el desempeño de Bogicevic, quien “cantó excelentemente en la semifinal y su rendimiento se vio como muy moderno. Nuestro director Ivan Pasorovic recibió solo elogios por su trabajo”. Y añadía en la nota: “Por cierto, este año hubo muchas dificultades técnicas, de producción y organización, lo que se percibió en las dos semifinales”.

Bogicevic, que sacará álbum en octubre, admitió estar “triste” por no cantar en la final pero no se consideraba una “perdedora”. “Ha sido una experiencia muy especial y no creo que vuelva a suceder. Di todo mi esfuerzo, al igual que mi equipo detrás de la cámara. Todo lo que tenía que hacer lo hice lo mejor que pude. Habrá a quien no le haya gustado la canción o mi forma de cantar, pero es cuestión de gustos”, precisó en alusión a Serifovic. “Eurovisión ha sido una experiencia maravillosa que me ha traído nuevos fans, hago música pop, algo que no es corriente en Serbia y que no tiene el soporte de los medios de comunicación. Por eso -inquirió al entrevistador-, tal vez me olvides y nunca me hagas otra entrevista, pero depende de usted y no de mí”.

Antes de la elección de Tijana se barajaron otros nombres como abanderados en Kiev, como los de Aleksandra Radovic, Jelena Tomasevic o Ivana Peters, tres de las mejores vocalistas femeninas del país. La primera descartó la oferta porque estaba metida en otros proyectos, al margen de pensar que “Eurovisión ya no tiene el foco en la música sino en algunas otras cosas”. Tomasevic, que representó a Serbia en 2008 y fue sexta, rechazó la propuesta amablemente porque no estaba en condiciones de embarcarse otra vez en esta aventura; mientras que Peters, abanderada como compositora el pasado 2016, se negó alegando problemas de salud.