La Unión Europea de Radiodifusión ha presentado a primera hora de esta tarde una nueva posibilidad para que Julia Samoylova, representante rusa, actúe en Kiev 2017 a pesar de tener prohibido el acceso en el país por entrar en Crimea en 2014 sin el permiso especial requerido. Jon Ola Sand, supervisor ejecutivo de Eurovisión, ha explicado que, tras la oposición de Ucrania y el rechazo de Rusia a que la cantante pudiese actuar vía satélite desde Moscú, una opción es que el país anfitrión retrase la aplicación de la ley tras la celebración del festival. “Apelamos al primer ministro y al gobierno a que reviertan esa decisión, para que la prohibición de viajar sólo entre en vigor después de Eurovisión”, ha sentenciado en una entrevista a la cadena pública danesa.

“1944 NO ES UNA CANCIÓN POLÍTICA, PERO SE ESTÁ UTILIZANDO POLÍTICAMENTE”

Buscando el origen de este conflicto político-eurovisivo, el canal escandinavo ha preguntado al productor noruego por 1944, la canción ganadora de Jamala el pasado año, inspirada en un hecho histórico. El tema ucraniano tuvo el visto bueno por parte de la red europea en marzo de 2016, al no encontrar en él mensajes políticos. “Hace referencia a un incidente real en Crimea durante la Segunda Guerra Mundial, pero es un tema que ni entonces ni hoy vemos como una canción política”, ha reiterado. He incluso indica que dada su ambigüedad, “puede ser todo”, aunque admite que “en la situación que ahora hay entre Rusia y Ucrania, es evidente que se está utilizando políticamente, pero debemos aplicar las reglas tal y como son”. 

“ME HE SENTIDO MUY INSEGURO” CON LA ORGANIZACIÓN DE KIEV 2017

Sobre los sonados altibajos de la fase de preproducción del festival, el supervisor de la UER no oculta que ha estado muy preocupado, pero cree que finalmente todo saldrá según lo previsto. “Me he sentido muy inseguro en varias ocasiones”, admite, y aunque “todavía hay cosas por resolver, estoy más esperanzado ahora”. El ejecutivo piensa que “a menos que tengamos otros desafíos externos, van a tener éxito las tres galas de Kiev. Estoy seguro”.

JULIA SAMOYLOVA, TRES AÑOS DE VETO EN UCRANIA

Los tres protagonistas de la historia, Rusia, Ucrania y la UER, siguen enzarzados, presentando públicamente sus movimientos. La red europea informó hace dos días, a través de un comunicado oficial, que permitiría a Julia Samoylova participar en Eurovisión ofreciéndole actuar desde Rusia, en una emisión por satélite desde un plató de Channel 1, la televisión pública del país. Por su parte, el viceprimer ministro ucraniano, Viacheslav Kyrylenko, hizo público a través de Twitter que dicha solución seguía infringiendo la legislación, ya que una persona no admitida en territorio ucraniano tampoco puede acceder a través de una televisión del país, y pidió que se escogiese “un representante que no haya infringido ninguna ley”.

Finalmente, Rusia rechazó la propuesta de la red europea, la criticó duramente e insistió en que deben dejar entrar a la cantante en el país. El canal ruso consideró “extraña” la propuesta de la UER y dejó en evidencia a la UER al afirmar que “contradice la regla estricta de que la actuación en directo debe ser sobre el escenario de Eurovisión” y creer que la UER “no debe inventar nuevas reglas para Rusia” ya que debería ser capaz de “mantener su competición de acuerdo con sus propias normas”. De haberse llevado a cabo dicha solución, por primera vez en el festival, los países participantes no competirían en igualdad de condiciones y contradiría la normativa del festival conocida hasta ahora.      

La situación nace tras conocerse a inicios de esta semana que la intérprete no podría acceder a Ucrania por tres años al haber entrado en el país de manera ilegal en 2014, sin el permiso especial que ello requería. Tras ello, la cadena rusa informó que no cambiarían de intérprete y que enviarían a Julia en 2018.