Israel vuelve a confiar al programa HaKokhav HaBa la selección de su representante en Eurovisión, como lleva haciendo desde 2015. Las primeras rondas de esta edición comenzaron el 20 de noviembre y ayer, 1 de febrero, se celebró la primera semifinal. Hoy y mañana tendrán lugar las otras dos semifinales, la gran final será el día 4 de febrero y para elegir la canción se realizará una gala posterior, el 3 de marzo. Los concursantes clasificados para las semifinales son Eden Alene, Lali Kolishkin, Gaya Shaki, Ella Lee Lahav, Moran Aharoni, Orr Amrami-Brockman, Raviv Kaner y Ohad Shragai, que resultó eliminado en la semifinal de ayer. En la primera semifinal la mejor puntuación la consiguió Lali Kolishkin, mientras que el mejor promedio a lo largo de toda la trayectoria del programa lo tiene Eden Alene.

El programa israelí es un concurso similar a otros formatos como La Voz. Los participantes actúan frente a un panel de expertos y el público en plató y para ir avanzando en las diferentes rondas tienen que conseguir al menos un 70 % de votos positivos de público y jurado. Los asistentes tienen un 60 % de dichos votos y  el 40 % restante está en manos de los jueces —un 8 % cada uno—, entre los que destcacan la eurovisiva Shiri Maimon. Esta edición ha resultado ser un éxito de audiencia y , después de varias semanas y 33 galas, los ocho aspirantes semifinalistas se batirán en duelos para conseguir un puesto en la final del 4 de febrero. Allí, el ganador tendrá asegurado ser el abanderado israelí, aunque habrá que esperar hasta el 3 de marzo para conocer la canción, que se decidirá en una gala posterior. En ella, el poder de decisión estará en manos de un jurado profesional (60 %), un panel de expertos (5 %) y el televoto (35 %). Esto supone una diferencia respecto al sistema de los últimos tres años, en los que la canción se elegía internamente, y que llegó a reportarles incluso una victoria con Netta en 2018.

Israel actuará en la segunda mitad de la primera semifinal. El ganador del HaKokhav HaBa luchará por mantener la buena racha del país, que no ha faltado a una final desde 2014 y que cuenta con cuatro victorias en Eurovisión.