Silvi Vrait fue la intérprete de Nagu Merelaine, el tema con el que Estonia debutó en Eurovisión en 1994. Para entonces la cantante, nacida en 1951, ya llevaba unas décadas de trayectoria profesional reconocida en su país de origen, con apariciones frecuentes en televisión.

La cantante obtuvo mayor popularidad aún durante la década de los ’80 al vincularse activamente con los movimientos revolucionarios que llevaron a la independencia del país de la antigua Unión Soviética, con temas muy recordados de esa época como Väikene rahvas, väikene maa (Pequeña nación, pequeño país) o Ei ole üksi ükski maa (Ninguna tierra está sola).

Estonia intentó debutar en la edición de 1993, para la que la UER organizó una pequeña preselección para los nuevos países del Este que aspiraban a ingresar en el concurso, aunque no consiguió clasificarse. Finalmente Silvi Vrait fue la vencedora de la preselección nacional de 1994 de entre diez candidatas, aunque en Dublín solamente obtuvo un 24º puesto con 2 puntos.