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Euroflashback 1956: Cuando todo empezó en Suiza

La anfitriona y ya histórica Lys Assia, con Refrain, se convirtió en la primera triunfadora de un festival del que, más allá de un metraje reciente de su actuación, no se conserva una grabación. La UER, con el referente de San Remo, quiso tender puentes en Europa a través de la música en plena Guerra Fría y aquella edición, de la que tampoco hay una tabla de votaciones fehaciente, supuso la piedra inicial del certamen que conocemos hoy en día y que este mayo retorna a tierras helvéticas. Fue además el año del surgimiento de Televisión Española, en pleno franquismo, aunque su cobertura apenas llegaba a unos 600 televisores de Madrid
Igor Santamaría · Fuente: Eurovision-Spain
Publicado el día 06 de mayo de 2025
euroflashback 1956
Euroflashback 1956 (Manu Rivero)

Euroflashback 1956: Cuando todo empezó en Suiza

«Y en el principio de los tiempos…» Parafraseando el enunciado referido a la creación del mundo, el Teatro Kursaal de Lugano, en Suiza, país al que este 2025 regresa el certamen en tan solo una semana, vio nacer el festival de Eurovisión. Aconteció un jueves 24 de mayo de 1956, en plena Guerra Fría, y con Europa tratando de retomar su pulso tras la sangrienta pesadilla de la Segunda Guerra Mundial. Los televisores comenzaban a comercializarse; la UER, creada en 1950, empezaba a tomar cuerpo; y en Italia, un concurso de canciones surgido en 1951 en el casino del municipio de San Remo, donde despuntó Nilla Pizzi, provocó tal éxito que un empresario y periodista helvético, Marcel Bezençon, reunió en 1955 a los dirigentes del organismo de radiodifusión europeo en Mónaco para proponerles lo que bajo las siglas anglosajonas conocemos como Eurovision Song Contest (ESC). El 19 de octubre de ese año, en Roma, se le dio validación y el espaldarazo definitivo para su puesta en marcha con el objetivo de tender puentes. Un periodista británico fue el que le puso involuntariamente el nombre al concurso aunque la UER lo tradujo al francés denominándolo Grand Prix Eurovision de la Chanson, que fue el usado oficialmente entonces. La anfitriona Lys Assia (1924-2018) inmortalizaría su nombre en el palmarés en esa primera edición con su Refrain.

Retransmitido solo radiofónicamente, el archivo histórico de la ciudad suiza ha ido descubriendo imágenes adicionales de aquel certamen después de que un bloguero (Kalvin Lindfors, del blog Good Evening Europe) descubriera en septiembre de 2021 un vídeo que llevaba circulando por Internet medio año y en el que se podía observar, durante un tiempo de 5 minutos y 54 segundos, la secuencia completa de la actuación de la vencedora. Hasta entonces el único material que se tenía de todo el festival era el sonido de las actuaciones y un vídeo recortado de la ganadora de unos 2 minutos. Así pudimos percatarnos de cómo Lys Assia, embargada por la emoción del triunfo, se quedó sin palabras al terminar la primera frase en su vuelta al escenario, motivo por el cual pidió a la orquesta y coros, en plena actuación, que volvieran a empezar: «Estoy muy emocionada, lo lamento muchísimo. ¿Empezamos de nuevo? Gracias». Además, se puede ver al presentador de la gala Lohengrin Filipello (única vez en que la final ha tenido a un solo maestro de ceremonias masculino) dándole paso y, una vez coronada, a dos niños obsequiándola con ramos de flores, así como al público presente.

La grabación ni siquiera fue tomada por la televisión pública suiza, organizadora del evento, sino por el fotógrafo Vincenzo Vicari (1911-2007), contratado para plasmar la gala. De hecho, junto al vídeo se encontraron también fotos que, presumiblemente, pertenecen a las actuaciones y a los ensayos de los días anteriores. Las instantáneas invitan a pensar que no contaban con el mismo fondo, sino que iban cambiando –como se puede presenciar en el festival de 1957–, por lo que este recurso ya habría nacido con el festival. Después, desde los archivos de la RSI, la emisora ​​suiza en italiano, ha ido saliendo metraje como el de 40 segundos de reacciones de la audiencia, por desgracia sin sonido, a las propuestas sobre el escenario del teatro. A su vez, se han encontrado imágenes de las actuaciones de las participantes neerlandesas Jetty Paerl y Corry Brokken, además de 275 fotos adicionales de los ensayos y el espectáculo en sí, todas ellas tomadas por Vicari. En paralelo, en el canal de LewisTheThing23, hay una reconstrucción del inicio del festival que se realizó a partir de vídeos de años posteriores recogiendo imágenes del presentador y de las propuestas De vogels van Holland, Das alte Karussell, Messieurs le noyés de la Seine y Le temps perdu. Estos vídeos no corresponden a las imágenes reales del festival de 1956, más bien son un collage que recrea una idea de cómo pudo ser aquel arranque.

El planteamiento de la UER de experimentar con la retransmisión transnacional en vivo por primera vez en la historia tuvo una gran acogida. La ubicación geográfica de Suiza ofrecía ciertas ventajas a nivel técnico, además de ser el país que alberga la sede del organismo fundador. Aquel 1956 los representantes de cada país eran seleccionados por los servicios de radiodifusión públicos, aunque se había lanzado ya la idea de desarrollar alguna preselección. Con una duración de una hora y 40 minutos, concurrieron siete contendientes: Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Suiza. El reglamento era muy escueto, aunque sí se estableció que las canciones debían estar interpretadas en uno de los idiomas oficiales del país al que representaban. Los intérpretes estuvieron acompañados por una orquesta de 24 músicos proporcionada por la emisora anfitriona, dirigida por Fernando Paggi. Solo se permitió la participación a solistas, aunque la ganadora Lys Assia estuvo acompañada por el quinteto Radiosa como coro en sus dos canciones. La dirección del festival corrió a cargo de Franco Marazzi, mientras que en nombre de la UER, Rolf Liebermann supervisó los preparativos de la organización y ejerció también de escrutador oficial durante las votaciones.

La controversia de los votos

Y he aquí la gran controversia e incógnita: Dos miembros del jurado de cada país participante viajaron a Lugano y la UER dirigió una votación secreta en la que además podían votar a su propio país, haciendo que la victoria de Suiza quedara en tela de juicio. El interrogante que sigue en vigor hasta hoy es el resultado de los votos. Existe un libro donde se mostró un ranking en el que su autor no dijo la fuente de donde sacó el dato, haciendo pensar que la canción alemana Im Wartesaal zum großen Glück habría quedado en segunda posición. La historia es que Luxemburgo no desplazó jurado alguno, por lo que la UER permitió al suizo votar en su lugar. Por ello, y teniendo en cuenta que los jurados podían votar por su propio país, única vez en la historia del certamen, podría explicarse la victoria del tema helvético. Asimismo, el periódico italiano La Stampa publicó un artículo donde afirmaba que cada jurado nacional otorgaba de 1 a 10 votos a cada una de las 14 canciones participantes. La canción vencedora, Refrain, compuesta por Géo Voumard y Émile Gardaz, habría obtenido presumiblemente 102 puntos. El interval corrió a cargo de Les Joyeux Rossignols & Les Trois Ménestrels, que tuvieron que alargar precisamente su presencia mientras discurrían las deliberaciones.

Suiza 1956: Lys Assia - Refrain [Solo audio]

De los siete países participantes, solo Suiza y Luxemburgo enviaron a la misma cantante para sus dos canciones. Países Bajos fue quien estrenó el escenario eurovisivo con la canción De vogels van Holland en la voz de Jetty Paerl, que había quedado segunda en el concurso convocado por Radio Hilversum para designar los primeros representantes holandeses en el festival, preselección que ganó Corry Brocken, que en tierras suizas interpretó Voorgoed voorbij, antes de alzarse con el triunfo en 1957 con Net als toen y de volver a participar en 1958, quedando en última posición con Heel de Wereld, lo que le hace ostentar el curioso récord de ser la única intérprete que ha conseguido la primera y la última plaza (y, por si fuera poco, en años consecutivos), además de ser la presentadora del festival en 1976. Fue invitada a representar a su país natal, Alemania, en 1966, aunque se negó. Lys Assia, antes de cantar su Refrain para cerrar la noche, entonó Das alte Karussel, propuesta a la que siguió en el orden de actuación la del belga Fud Leclerc (con Messieurs les noyes de la seine), quien en 1958 venció la final nacional para ir al certamen con Ma petite chatte, que fue quinta. No se cansó, ya que repitió en 1960 y 1962. El honor belga en tierras suizas lo compartió junto a Mony Marc (Le plus beau jour de ma vie), de la cual se desconoce el actual paradero. Alemania escogió a Walter Andreas Schwarz con la citada Im Wartesaal zum großen Glück, así como a Freddy Quinn con So geht das jede Nacht, repescado en la preselección germana. Por su parte, Francia llevó a Mathé Altéry (Le temps perdu), corriendo el rumor de que quedó en último lugar sin recibir un solo punto, y a Dany Dauberson con Il est là, que destacaba por su voz oscura, su ritmo up-tempo y por un pegadizo estribillo. Asimismo, Luxemburgo apostó solo por Michele Arnaud, interpretando Ne crois pas y Les amants de minuit; mientras que Italia lo hizo por Franca Raimondi (Aprite le finestre) y Tonina Torrielli (Amami se vuoi).

Países Bajos 1956: Jetty Paerl - De Vogels Van Holland
Francia 1956: Mathé Altéry - Le temps perdu

Lys Assia, la leyenda

Qué decir de la políglota Lys Assia, que ese mismo año había tomado parte en la citada preselección alemana, y que regresó en 1957 cantando en francés, L’enfant que j’etais, siendo octava de diez países en liza, además de en 1958 con Giorgio, en italiano, cuando volvió casi a ganar al quedar segunda con 24 votos, tres menos que André Claveau por Francia y su Dors mon amour. Antes de su triunfal estreno en 1956 ya llevaba once años de éxitos mundiales y muchas tablas pisadas. Debutó en el mundo de la canción en 1945 con Ah, donne-moi ton sourire; Take It Easy o Laura, entre otros temas. Su gran éxito llegó en 1949 cuando grabó Oh, mein papá; cantó para la reina Isabel de Inglaterra, Evita Perón y el rey Faruk de Egipto; actuó en los shows de Dean Martin, Perry Como y Ed Sullivan en Estados Unidos; e hizo dúos con Marléne Dietrich, Caterina Valente, Josephine Baker y, más tarde, con Julio Iglesias y Gilbert Becaud.

Lys Assia siempre mantuvo los vínculos con el certamen, ya sea como invitada de honor o demostrando su apoyo en el 30 y 50 aniversario de Eurovisión en 1985 y 2005, o iniciando la votación en el 2008 en Belgrado. En 2011 decidió volver como artista y se presentó como candidata a la selección nacional en 2012 en Suiza para poder competir por su país. Con la canción C’était Ma Vie, escrita por los conocidos compositores del certamen Ralph Siegel y Jean-Paul Cara, era la favorita de los aficionados suizos, aunque finalmente no fue escogida como abanderada. Lo intentó de nuevo un año más tarde, pero no llegó a la final del proceso de selección helvético con la irreverente All In Your Head, que interpretó con el grupo New Jack. En sus últimos años residió en la llamada costa de oro de Zúrich, donde luchaba contra varios problemas de salud.

Y nació, aunque en precario, TVE

En pleno ejercicio de la dictadura franquista, el mayor acontecimiento del año en España fue la primera emisión regular de Televisión Española (TVE) la tarde del domingo 28 de octubre de 1956 desde los estudios iniciales del chalet del Paseo de la Habana en Madrid, a cargo de menos de 50 empleados y colaboradores. La fecha elegida no fue casual sino que estaba cargada de simbolismo: era la festividad de Cristo Rey y la víspera del aniversario de la fundación de la Falange Española. Un hecho reflejado en el discurso inaugural del Ministro de Información y Turismo, Gabriel Arias Salgado. La programación de ese primer día estuvo compuesta, además de la ineludible bendición oficial de las instalaciones –por parte del confesor particular de Franco– y los discursos oficiales, por emisiones del No-Do, actuaciones de los coros y danzas de la Sección Femenina y conciertos, con cierre del himno nacional y la bandera española. Todo muy propio de la época. Según el archivo de RTVE, testimonios de entonces aseguran que debido a la inexperiencia, la improvisación y los nervios de aquel día, casi nada salió bien, ya que hubo que recomenzar varias veces y volver a repetir numerosas escenas. No tuvo apenas repercusión en la prensa ya que la inauguración solo fue seguida por unos 600 receptores y una cobertura de menos de 70 kilómetros alrededor de Madrid. Pero también porque el gobierno y los medios tenían otras cuestiones donde poner su atención, inmersos en una grave crisis económica y política, con numerosas movilizaciones estudiantiles y obreras, además de las tensiones internacionales debido a la invasión en aquellos días de Hungría por parte de las tropas rusas. Los primeros aparatos de televisión costaban entre 24.000 y 32.000 pesetas de entonces, que era una cantidad muy elevada, solo asumible por pocas familias.

En ese orden internacional, la Revolución Húngara de 1956, también conocida como el Otoño húngaro, fue un movimiento revolucionario espontáneo contra el gobierno comunista de Hungría y la influencia soviética, que duró desde el 23 de octubre hasta el 10 de noviembre de 1956. Paralelamente, se desarrollaba la llamada Crisis de Suez, un conflicto en Oriente Medio desencadenado por la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto, que fue intervenida por Reino Unido, Francia e Israel. Entre otros acontecimientos, Marruecos obtenía la independencia de Francia, que también se la concedió a Túnez; se produjo un trágico terremoto y tsunami en Managua, Nicaragua; y entró en servicio el primer cable telefónico submarino transoceánico del mundo, que conectó a Terranova con Escocia, uniendo así Europa con América. La admisión de España en la ONU no fue más que un parche del Régimen. Los denominados Sucesos de Madrid de 1956 se refieren a una serie de disturbios acaecidos en la capital en febrero, involucrando a estudiantes universitarios contrarios a Franco, falangistas y otras ramas del entramado, y que concluyeron con la destitución, entre otros, del ministro de Educación, Joaquín Ruiz-Giménez. Supusieron también el inicio del enfrentamiento, habitual ya en la década de los sesenta, de parte del alumnado universitario contra la dictadura.

Inicio de emisiones de TVE

La revolución de la música

Histórico fue, musicalmente, el lanzamiento del éxito de Elvis Presley, Heartbreak Hotel, que marcó el inicio de su carrera como leyenda del rock and roll. Frank Sinatra y The Platters fueron dos de los grandes nombres, el primero reconocido por su estilo vocal y su gran capacidad interpretativa con números uno como Strangers in the Night y Come Fly With Me. Por otro lado, The Platters, con su sonido doo-wop y su habilidad para crear melodías pegadizas, destacaron con Heaven on Earth, Only You (And You Alone) y The Great Pretender. Hot Diggity de Perry fue el sencillo más reproducido por los DJs en la lista de éxitos estadounidense, y I’ll Be Home de Pat Boone, el sencillo más vendido en el Reino Unido. Aretha Franklin editaba su primer álbum con tan solo 14 años. Si España hubiese participado en aquel primer certamen eurovisivo, probablemente hubiese enviado a artistas que destacaron aquel año como Concha Piquer con Cárcel de Oro, Lorenzo González con Todo me gusta de ti, Juanita Reina con La gracia española, Joselito con Campanera, o Marifé de Triana con Torre de arena. La música de cine también tuvo un papel importante, con canciones como Alma, corazón y vida de Los Panchos; Angelitos negros de Antonio Machín, y El reloj de Lucho Gatica. En el ámbito clásico, se siguió la tradición de compositores como Joaquín Rodrigo y Manuel de Falla.

Elvis Presley - Heartbreak Hotel (17-III-1956)
Joselito - Campanera

Fue el año en que nacieron Bryan Cranston, Tom Hanks, Mel Gibson, Larry Bird, Geena Davis, Andy García, Miguel Bosé, Isabel Pantoja, Kiko Matamoros, Imanol Arias o Ana Rosa Quintana; y en el que nos dejaron el dramaturgo alemán Bertolt Brecht, el político Anastasio Somoza o el compositor Tommy Dorsey, así como Juan Negrín, presidente de la Segunda República española. Paralelamente, se celebró la Conferencia de Dartmouth, considerada el punto de partida formal para el campo de la inteligencia artificial como una disciplina académica. Y en la gran pantalla destacaron Atraco perfecto, de Stanley Kubrick; Gigante, de George Stevens con Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean; La vuelta al mundo en ochenta días, de Michael Anderson con David Niven como Phileas Fogg, Cantinflas como Picaporte y Shirley MacLaine como Aouda; o películas como Moby Dick de John Huston, con Gregory Peck como protagonista. La que triunfó fue Marty, ganadora de cuatro Oscar (mejor película, dirección para Delbert Mann, actor para Ernest Borgnine, y guion). La Unión Soviética dominó el medallero de los Juegos Olímpicos celebrados en Melbourne (Australia), con rosco español, mientras Juan Manuel Fangio se consagraba como campeón del mundo de Fórmula 1, el Real Madrid dominaba en Europa y el astro Pelé debutaba en el Santos brasileño. Quizás a la altura de Lys Assia, inmortalizada como la primera en coronarse en el festival de Eurovisión, y a quien Soraya y Raúl Gómez quisieron homenajear en nuestra PrePartyES de 2018. Érase una vez en Suiza…

ESPreParty 2018: Lys Assia (In Memoriam) - Soraya y Raúl Gómez

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07/05/2025

Das Alte Karussell es mi canción favorita de ese año, me encanta, y la suelo escuchar muy a menudo. Fue una pena que en los años 10' Lys Assia no volviese a representar a su país, porque un icono eurovisivo como ella no lo va a haber jamás. Ella amaba al festival y lo demostraba cada año. Aún recuerdo su lamento de la no victoria Suiza del 87', donde Carol Rich era favorita y al final, como dijo Lys... Nada es como antes y Suiza es un país pequeño... El año siguiente, ya sabemos todos lo que pasó, que sospechosamente, los helvéticos volvieron a triunfar...