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Especial La OTI: El festival de la canción iberoamericana que nació y quiso ser como Eurovisión

El Festival de la OTI fue un concurso que nació en 1972 a imagen y semejanza de Eurovisión, vivió una época de esplendor y éxito, y otra etapa de destinerés e indiferencia, y murió en el más absoluto de los olvidos en el año 2000
Vicente Rico · Fuente: eurovision-spain.com
Publicado el día 06 de enero de 2015
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OTI (rtve.es)

Especial La OTI: El festival de la canción iberoamericana que nació y quiso ser como Eurovisión

El Festival de la OTI fue un concurso que nació en 1972 a imagen y semejanza de Eurovisión, vivió una época de esplendor y éxito, y otra etapa de destinerés e indiferencia, y murió en el más absoluto de los olvidos en el año 2000. La Organización de Telecomunicaciones Iberoamericanas, el equivalente latinoamericano de la UER, diseñó el certamen con el objetivo de unir e intercambiar la cultura y la música de todos los países de Iberoamérica. TVE, la gran impulsora de este certamen conocido popularmente como La OTI, puso todos sus esfuerzos en crear y apoyar este formato, siempre a la sombra de Eurovisión, hasta su inviabilidad.

La primera edición de La OTI se celebró en el año 1972, desde el Palacio de Congresos de Madrid, presentada por Raúl Matas y Rosa María Mateo. Un total de 13 países, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, España, Panamá, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, tomaron parte en el festival. Posteriormente se incorporarían hasta 14 estados, Antillas Holandesas, Aruba, Canadá, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Méjico, Nicaragua y Paraguay.

TVE fue asimismo la organizadora del certamen en más ocasiones empatada con Méjico, concretamente en seis, desde el Centro Cultural Villa de Madrid conducido por Mari Cruz Soriano y Miguel de los Santos en 1977, el Teatro Lope de Vega en Sevilla con Emilio Aragón y Paloma San Basilio en 1985, y desde el Teatro Principal de Valencia por Joaquín Prat y Paloma San Basilio en 1992, Francisco y Paloma San Basilio en 1993, y Francisco y Ana García Obregón en 1994 en una triple edición consecutiva en el que fue el último intento de reflotar el moribundo proyecto.


Madrid 1972: Marisol – Niña


Belo Horizonte 1973: Camilo Sesto – Algo más

España no fue solo la mayor impulsora y organizadora de La OTI, también fue y con diferencia, el país más exitoso acumulando a lo largo de 27 participaciones un total de seis victorias, cinco platas y cinco bronces. Únicamente nos ausentamos una vez, en el año 1986, por una decisión política de última hora del gobierno socialista como protesta ante la celebración del concurso en Santiago de Chile durante la dictadura de Pinochet. Una decisión probablemente justa a nivel ético y moral pero discutible si se tiene en cuenta que desde el año 1981, a diferencia de Eurovisión, la sede de La OTI se adjudicaba por sorteo entre varias propuestas o por acuerdo entre los países miembros de la Organización de Telecomunicaciones Iberoamericanas.


Acapulco 1976: María Ostiz – Canta cigarra


Ciudad de México 1981: Francisco – Latino

Las seis victorias de TVE en La OTI sirven para resurmir la historia del festival, las dos primeras, María Ostiz con Canta cigarra en Acapulco 1976 y Francisco con Latino en Ciudad de Méjico 1981, se convertirían en dos éxitos internacionales y dos clásicos populares, y las cuatro últimas, Francisco con A dónde voy sin ti en Valencia 1992, Ana Reverte con Enamorarse en Valencia 1993, Marcos Llunas con Eres mi debilidad en San Bernardino 1995, y Anabel Russ con Mis manos en Quito 1996, las cuales pasarían con más pena que gloria por el mercado discográfico. 


Valencia 1993: Ana Reverte – Enamorarse


Quito 1996: Anabel Russ – Mis manos

Los paralelismos de La OTI y Eurovisión no comienzan y terminan en su nacimiento sino que podemos encontrar varios nexos de unión. Dos representantes españoles participarían en ambas competiciones, Trigo Limpio consiguieron una brillante tercera posición con Rómpeme, mátame en Madrid 1977 previo a su decepcionante duodécima plaza con Quédate esta noche en La Haya 1980, y el ya mencionando Marcos Llunas triunfaría con su primera posición con Eres mi Debilidad en San Bernardino 1995 con anterioridad al meritorio sexto puesto con Sin rencor en Dublín 1997. Amaya Saizar, vocalista original de Trigo Limpio en La OTI, también participará en Eurovisión como solista de Bravo con Lady lady en Luxemburgo 1984 alcanzando una exitosa medalla de bronce. 


Madrid 1977: Trigo Limpio – Rómpeme, mátame


San Bernardino 1995: Marcos Llunas – Eres mi debilidad

No son las únicas caras conocidas que viajaban de un festival a otro, autores como Alejandro Abad, Augusto Algueró, Chema Purón, Eduardo Leyva o Juan Carlos Calderón fueron responsables en numerosas ocasiones de las composiciones o las orquestas, y en algún caso de ambas a la vez. Entre los datos puramente estadísticos descubrimos que España en La OTI, al igual que Irlanda en Eurovisión, ganó ¡cuatro! ediciones en los años 90. Aunque no solo eso, nuestro Francisco, al igual que Johnny Logan, es el único artista que ha ganado en dos ediciones, ambos por primera vez en los 80 y por segunda ocasión en los noventa.


Valencia 1992: Francisco – A dónde voy sin ti


Santiago de Chile 1978: Chema Purón – Mi sitio

Marisol, con toda seguridad el mayor icono pop nacional de la década de los años 60 y 70, fue la primera candidatura de España en La OTI en 1972. Niña, compuesta por el gran Manuel Alejandro, se clasificó en un excelente tercer puesto a pesar que no alcanzó la fama de otras canciones de la artista. Marisol, según cuenta la leyenda, fue una de las cantantes a las que se le ofreció el mítico La la la tras la espantada de Joan Manuel Serrat antes de recaer en Massiel. No fue la única estrella patria en acudir al festival, artistas como Camilo Sesto, Cecilia, Dyango, Vicky Larraz o Alex y Cristina también pisaron el escenario iberoamericano. En cuanto a los grandes éxitos discográficos, entre los no mencionados hasta el momento, es digno de mención Quién piensa en ti de Gonzalo, la cual consiguió el número 1 de Los 40 Principales en la voz de un ídolo juvenil a imagen y semejanza de los Iván, Miguel Bosé o Pedro Marín de la época, antes de pasar al otro lado panorama musical una década después descubriendo y apadrinando a nuevos talentos como Ella Baila Sola o Javier Álvarez.


San Juan 1975: Cecilia – Amor de medianoche


Washington DC 1983: Gonzalo – Quién piensa en ti

La pregunta que todos os estaréis haciendo al llegar a este punto, a juzgar por el brillante palmarés, muchos nombres conocidos, y algunos éxitos indiscutibles de España en La OTI, es por qué el certamen nunca brilló tanto entre la población como Eurovisión. La respuesta objetiva sería la calidad media de las candidaturas, muy por debajo de la versión europea; la intranscendencia de las ganadoras, frente a éxitos mundiales en las listas de ventas y éxitos del eurofestival, y el arraigo cultural y popular del certamen de la UER, después de vivir el éxito en todos los sentidos de Raphael, Julio Iglesias y Karina, las victorias de Massiel y Salomé, y la sede en Madrid en 1969, frente a una recién nacida OTI que todavía tendría que labrar su propio camino paralelo al otro.

Por otra parte, las innovaciones y los medios técnicos de Eurovisión contrastaban con la precariedad de muchas ediciones de La OTI a cargo de las televisiones nacionales de muchos países sin experiencia ni recursos en la organización de un formato de estas características. Finalmente, otro punto débil eran las votaciones, frente a las dudas que siempre han generado los jurados europeos, los jueces iberoamericanos siempre eran duramente criticados, desde sus inicios con las votaciones por países suspendidas por los habituales problemas técnicos, hasta los posteriores jurados de sala, además de carecer de la emoción, la magia y el ritmo que su hermano europeo.

La respuesta, y la teoría, personal es que España en La OTI competía en el mismo idioma que el resto de países, con una industria musical mucho más potente que sus contrincantes, y con un batallón de artistas dispuestos a representar a nuestra televisión pública con el fin de promocionarse en el mercado discográfico latinoamericano, frente a los pocos que tenían nada que ganar y todo que perder en un territorio eminentemente anglosajón y francófono poco receptivo a nuestros productos autóctonos. Con estos ingredientes, los resultados eran mucho más favorables en el formato iberoamericano que en el europeo, lo que también disminuía la competitividad, la emoción y el interés de la audiencia que sin embargo mantenía esa relación de amor y odio y de esperanza y enfado de cara a Europa, y de defensa y, en algún caso, compasión con nuestras maltratadas candidaturas en el continente ante la pérfida Albión, el bloque escandinavo, la indiferencia de nuestros supuestos aliados, y la ausencia de vecinos.


Lisboa 1987: Vicky Larraz – Bravo samurai


Buenos Aires 1988: Alex y Cristina – Dulce maldición

La crisis de ambos festivales, el iberoamericano y el europeo, llegaría a principios de la década de los años noventa con un más que evidente descenso de la audiencia, el interés y la repercusión así como de la calidad musical. Mientras que Europa supo reaccionar con medidas polémicas pero efectivas para resucitar el caduco formato y adaptarlo a la realidad musical y televisiva (como la supresión de la orquesta, la libertad lingüistica, la recuperación de las innovaciones y la espectacularidad técnica, o la ampliación del formato con semifinales, así como la llegada de grandes éxitos locales o internacionales entre las ganadoras y participantes, o la alianza con internet inicial y posteriormente con las redes sociales) Iberoamérica no pudo o no quiso hacer nada. La OTI se suspendería a finales de 1999 debido a las inundaciones sufridas en la ciudad organizadora, Veracruz, y se retrasó a principios del 2000 en Acapulco. Esa sería la última edición de un festival que se despidió sin decir adiós aunque quizá nadie se diera cuenta. 


Acapulco 2000: Sylvia Pantoja – Volver al sur

ESPAÑA EN LA OTI

1972: Marisol – Niña (#3)
1973: Camilo Sesto – Algo más (#5)
1974: Lia Uya – Lapicero de madera (#4)
1975: Cecilia – Amor de medianoche (#2)
1976: María Ostiz – Canta cigarra (Ganadora)
1977: Trigo Limpio – Rómpeme, mátame (#3)
1978: Chema Purón – Mi sitio (#5)
1979: Rosa María Lobo – Viviré (#4)
1980: Dyango – Querer y perder (#2)
1981: Francisco – Latino (Ganador)
1982: La pequeña compañía – Ay ay amor (#2)
1983: Gonzalo – Quién piensa en ti (-)
1984: Bohemia – Cada día al despertar (-)
1985: Caco Senante – Esa forma de querer (-)
1987: Vicky Larraz – Bravo Samurai (#3)
1988: Alex y Cristina – Dulce maldición (#10)
1989: José Manuel Soto – Como una luz (#2)
1990: Paco Ortega e Isabel Montero – Duérmete mi amor (#3)
1991: Joel – Bésame (-)
1992: Francisco – ¿A dónde voy sin ti? (Ganador)
1993: Ana Reverte – Enamorarse (Ganadora)
1994: Ana María González – Cuestión de suerte (#2)
1995: Marcos Llunas – Eres mi debilidad (Ganador)
1996: Anabel Russ – Mis manos (Ganadora)
1997: La Plata – Como humo de tabaco (#3)
1998: Luis Villa – Desconocidos (-)
2000: Sylvia Pantoja – Volver al sur (#4)

Conversación

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06/01/2015

El principio del fin de la OTI tuvo lugar cuando se cambió el sistema de votación al estilo Eurovisión por el de un jurado de "profesionales" de Iberoamérica y España que deciña que decidían el palmarés. Perdió todo el interés y la emoción. También es cierto que la calidad media era justita. Recuerdo que el año que participó Gonzalo, su canción tenía sintetizadores y la orquesta no tenía semejante novedad. Los músicos las pasaron canutas para hacer un ritmo tan rápido artesanalmente.

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06/01/2015

Yo viví la OTI desde sus inicios hasta su fin y debo decir que en general,el nivel de las canciones fue muy bajo y en muchas ocasiones rayaba lo esperpéntico. Tal vez sea porque el tipo de música que se producía en España poco tenía que ver con América del Sur. Alex y Cristina, Vicky Larraz, Gonzalo era demasiado modernos para un concurso donde imperaban las baladas de letra barroca y metida con calzador.

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06/01/2015

Pedazo de palmarés tuvo España! Pero también es cierto, que TVE enviaba casi mejores cantantes y canciones a la OTI que a Eurovisión...

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06/01/2015

El Festival de la OTI fue un festival que empezó muy bien y acabó fatal por culpa de un nivel de canciones muy bajo, una opacidad brutal en las votaciones y un desinterés o ineptitud por parte de las cadenas de televisión que lo organizaban. Estoy de acuerdo, pero no me parece de recibo tildar de "modernidad" acabar con la bestial cantidad de matices y calidad que puede dar una orquesta, tanto en el sentido musical como en el escenográfico y en realización. Respetad a los que sí amamos la música

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06/01/2015

Estoy de acuerdo: ni con todas las televisoras de América podríamos llegar al nivel técnico de Eurovisión (sólo recuerden el festival del año pasado). Chile lo ganó dos veces: Florcita Motuda (1998) y Fernando Ubiergo (1984). Casi todas las OTI hechas a este lado del atlántico, parecían más una gala de preselección que un festival. Lo único bueno es que siempre hubo orquesta.

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06/01/2015

Yo viví el Festival de la OTI y pienso, que a pesar de todas esos puntos en contra que describes en tu relato, se vivió mucha buena música, sobre todo a finales de los 70's y principios de los 80's. Aunque como dices que fue inspirado en Eurovisión, tiene como predecesor el "Festival de la Canción Latina" celebrado en México en 1969-70. En la historia quedamos de cuartos, con 2 victorias, 2 segundos y 2 bronces. En mi opinión son iniciativas que honran la música y se aplaude. Feliz día de Reyes!