Especial La OTI: El festival de la canción iberoamericana que nació y quiso ser como Eurovisión
El Festival de la OTI fue un concurso que nació en 1972 a imagen y semejanza de Eurovisión, vivió una época de esplendor y éxito, y otra etapa de destinerés e indiferencia, y murió en el más absoluto de los olvidos en el año 2000. La Organización de Telecomunicaciones Iberoamericanas, el equivalente latinoamericano de la UER, diseñó el certamen con el objetivo de unir e intercambiar la cultura y la música de todos los países de Iberoamérica. TVE, la gran impulsora de este certamen conocido popularmente como La OTI, puso todos sus esfuerzos en crear y apoyar este formato, siempre a la sombra de Eurovisión, hasta su inviabilidad.
La primera edición de La OTI se celebró en el año 1972, desde el Palacio de Congresos de Madrid, presentada por Raúl Matas y Rosa María Mateo. Un total de 13 países, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, España, Panamá, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, tomaron parte en el festival. Posteriormente se incorporarían hasta 14 estados, Antillas Holandesas, Aruba, Canadá, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Méjico, Nicaragua y Paraguay.
TVE fue asimismo la organizadora del certamen en más ocasiones empatada con Méjico, concretamente en seis, desde el Centro Cultural Villa de Madrid conducido por Mari Cruz Soriano y Miguel de los Santos en 1977, el Teatro Lope de Vega en Sevilla con Emilio Aragón y Paloma San Basilio en 1985, y desde el Teatro Principal de Valencia por Joaquín Prat y Paloma San Basilio en 1992, Francisco y Paloma San Basilio en 1993, y Francisco y Ana García Obregón en 1994 en una triple edición consecutiva en el que fue el último intento de reflotar el moribundo proyecto.
España no fue solo la mayor impulsora y organizadora de La OTI, también fue y con diferencia, el país más exitoso acumulando a lo largo de 27 participaciones un total de seis victorias, cinco platas y cinco bronces. Únicamente nos ausentamos una vez, en el año 1986, por una decisión política de última hora del gobierno socialista como protesta ante la celebración del concurso en Santiago de Chile durante la dictadura de Pinochet. Una decisión probablemente justa a nivel ético y moral pero discutible si se tiene en cuenta que desde el año 1981, a diferencia de Eurovisión, la sede de La OTI se adjudicaba por sorteo entre varias propuestas o por acuerdo entre los países miembros de la Organización de Telecomunicaciones Iberoamericanas.
Las seis victorias de TVE en La OTI sirven para resurmir la historia del festival, las dos primeras, María Ostiz con Canta cigarra en Acapulco 1976 y Francisco con Latino en Ciudad de Méjico 1981, se convertirían en dos éxitos internacionales y dos clásicos populares, y las cuatro últimas, Francisco con A dónde voy sin ti en Valencia 1992, Ana Reverte con Enamorarse en Valencia 1993, Marcos Llunas con Eres mi debilidad en San Bernardino 1995, y Anabel Russ con Mis manos en Quito 1996, las cuales pasarían con más pena que gloria por el mercado discográfico.
Los paralelismos de La OTI y Eurovisión no comienzan y terminan en su nacimiento sino que podemos encontrar varios nexos de unión. Dos representantes españoles participarían en ambas competiciones, Trigo Limpio consiguieron una brillante tercera posición con Rómpeme, mátame en Madrid 1977 previo a su decepcionante duodécima plaza con Quédate esta noche en La Haya 1980, y el ya mencionando Marcos Llunas triunfaría con su primera posición con Eres mi Debilidad en San Bernardino 1995 con anterioridad al meritorio sexto puesto con Sin rencor en Dublín 1997. Amaya Saizar, vocalista original de Trigo Limpio en La OTI, también participará en Eurovisión como solista de Bravo con Lady lady en Luxemburgo 1984 alcanzando una exitosa medalla de bronce.
No son las únicas caras conocidas que viajaban de un festival a otro, autores como Alejandro Abad, Augusto Algueró, Chema Purón, Eduardo Leyva o Juan Carlos Calderón fueron responsables en numerosas ocasiones de las composiciones o las orquestas, y en algún caso de ambas a la vez. Entre los datos puramente estadísticos descubrimos que España en La OTI, al igual que Irlanda en Eurovisión, ganó ¡cuatro! ediciones en los años 90. Aunque no solo eso, nuestro Francisco, al igual que Johnny Logan, es el único artista que ha ganado en dos ediciones, ambos por primera vez en los 80 y por segunda ocasión en los noventa.
Marisol, con toda seguridad el mayor icono pop nacional de la década de los años 60 y 70, fue la primera candidatura de España en La OTI en 1972. Niña, compuesta por el gran Manuel Alejandro, se clasificó en un excelente tercer puesto a pesar que no alcanzó la fama de otras canciones de la artista. Marisol, según cuenta la leyenda, fue una de las cantantes a las que se le ofreció el mítico La la la tras la espantada de Joan Manuel Serrat antes de recaer en Massiel. No fue la única estrella patria en acudir al festival, artistas como Camilo Sesto, Cecilia, Dyango, Vicky Larraz o Alex y Cristina también pisaron el escenario iberoamericano. En cuanto a los grandes éxitos discográficos, entre los no mencionados hasta el momento, es digno de mención Quién piensa en ti de Gonzalo, la cual consiguió el número 1 de Los 40 Principales en la voz de un ídolo juvenil a imagen y semejanza de los Iván, Miguel Bosé o Pedro Marín de la época, antes de pasar al otro lado panorama musical una década después descubriendo y apadrinando a nuevos talentos como Ella Baila Sola o Javier Álvarez.
La pregunta que todos os estaréis haciendo al llegar a este punto, a juzgar por el brillante palmarés, muchos nombres conocidos, y algunos éxitos indiscutibles de España en La OTI, es por qué el certamen nunca brilló tanto entre la población como Eurovisión. La respuesta objetiva sería la calidad media de las candidaturas, muy por debajo de la versión europea; la intranscendencia de las ganadoras, frente a éxitos mundiales en las listas de ventas y éxitos del eurofestival, y el arraigo cultural y popular del certamen de la UER, después de vivir el éxito en todos los sentidos de Raphael, Julio Iglesias y Karina, las victorias de Massiel y Salomé, y la sede en Madrid en 1969, frente a una recién nacida OTI que todavía tendría que labrar su propio camino paralelo al otro.
Por otra parte, las innovaciones y los medios técnicos de Eurovisión contrastaban con la precariedad de muchas ediciones de La OTI a cargo de las televisiones nacionales de muchos países sin experiencia ni recursos en la organización de un formato de estas características. Finalmente, otro punto débil eran las votaciones, frente a las dudas que siempre han generado los jurados europeos, los jueces iberoamericanos siempre eran duramente criticados, desde sus inicios con las votaciones por países suspendidas por los habituales problemas técnicos, hasta los posteriores jurados de sala, además de carecer de la emoción, la magia y el ritmo que su hermano europeo.
La respuesta, y la teoría, personal es que España en La OTI competía en el mismo idioma que el resto de países, con una industria musical mucho más potente que sus contrincantes, y con un batallón de artistas dispuestos a representar a nuestra televisión pública con el fin de promocionarse en el mercado discográfico latinoamericano, frente a los pocos que tenían nada que ganar y todo que perder en un territorio eminentemente anglosajón y francófono poco receptivo a nuestros productos autóctonos. Con estos ingredientes, los resultados eran mucho más favorables en el formato iberoamericano que en el europeo, lo que también disminuía la competitividad, la emoción y el interés de la audiencia que sin embargo mantenía esa relación de amor y odio y de esperanza y enfado de cara a Europa, y de defensa y, en algún caso, compasión con nuestras maltratadas candidaturas en el continente ante la pérfida Albión, el bloque escandinavo, la indiferencia de nuestros supuestos aliados, y la ausencia de vecinos.
La crisis de ambos festivales, el iberoamericano y el europeo, llegaría a principios de la década de los años noventa con un más que evidente descenso de la audiencia, el interés y la repercusión así como de la calidad musical. Mientras que Europa supo reaccionar con medidas polémicas pero efectivas para resucitar el caduco formato y adaptarlo a la realidad musical y televisiva (como la supresión de la orquesta, la libertad lingüistica, la recuperación de las innovaciones y la espectacularidad técnica, o la ampliación del formato con semifinales, así como la llegada de grandes éxitos locales o internacionales entre las ganadoras y participantes, o la alianza con internet inicial y posteriormente con las redes sociales) Iberoamérica no pudo o no quiso hacer nada. La OTI se suspendería a finales de 1999 debido a las inundaciones sufridas en la ciudad organizadora, Veracruz, y se retrasó a principios del 2000 en Acapulco. Esa sería la última edición de un festival que se despidió sin decir adiós aunque quizá nadie se diera cuenta.
1972: Marisol – Niña (#3)
1973: Camilo Sesto – Algo más (#5)
1974: Lia Uya – Lapicero de madera (#4)
1975: Cecilia – Amor de medianoche (#2)
1976: María Ostiz – Canta cigarra (Ganadora)
1977: Trigo Limpio – Rómpeme, mátame (#3)
1978: Chema Purón – Mi sitio (#5)
1979: Rosa María Lobo – Viviré (#4)
1980: Dyango – Querer y perder (#2)
1981: Francisco – Latino (Ganador)
1982: La pequeña compañía – Ay ay amor (#2)
1983: Gonzalo – Quién piensa en ti (-)
1984: Bohemia – Cada día al despertar (-)
1985: Caco Senante – Esa forma de querer (-)
1987: Vicky Larraz – Bravo Samurai (#3)
1988: Alex y Cristina – Dulce maldición (#10)
1989: José Manuel Soto – Como una luz (#2)
1990: Paco Ortega e Isabel Montero – Duérmete mi amor (#3)
1991: Joel – Bésame (-)
1992: Francisco – ¿A dónde voy sin ti? (Ganador)
1993: Ana Reverte – Enamorarse (Ganadora)
1994: Ana María González – Cuestión de suerte (#2)
1995: Marcos Llunas – Eres mi debilidad (Ganador)
1996: Anabel Russ – Mis manos (Ganadora)
1997: La Plata – Como humo de tabaco (#3)
1998: Luis Villa – Desconocidos (-)
2000: Sylvia Pantoja – Volver al sur (#4)
Conversación
Sin duda en La OTI fuimos como Irlanda en Eurovision.Gracias a Dios que Eurovision ha sabido reinventarse y no ha muerto porque hubiera sido una pena perderse el magnífico show que es cada año y los temazos que se mandan como Euphoria, Quédate Conmigo o Calm after the Storm, por decir algunos........
Pues hay varios puntos, obvio el OTI contado desde España es una cosa, pero también lo contado desde España debe de reconocer que su interés no era sólo por "buena voluntad", el OTI le abrió la puerta al mercado musical español para más de 300 millones de espectadores en América que hablaban el mismo idioma, es por eso que España ponía toda su carne en el asador. El festival en México no era tan visto, era más vista la final nacional, con los nombres que se cargaban
Por otra parte, excelentes cantantes y estrellas musicales de mi país han ido a la OTI, comenzando por Antonio Zabaleta, José Alfredo Fuentes (el Pollo Fuentes), Patricia Maldonado (aunque se devino en comentarista de farándula), Florcita Motuda, Juan Carlos Duque, Pablo Herrera, Keko Yunge, María Inés Naveillán, y dos de mis cantantes nacionales favoritos, Fernando Ubiergo y Alberto Plaza.
Chile también destacó en algunos festivales, porque muchas veces, las canciones representantes se alejaban de lo que típicamente muchos otros países llevaban al festival, como en 1987, cuando Eduardo Valenzuela envió un tema muy moderno, las tres contribuciones de Florcita Motuda y la canción de 1989, un tema movido con un componente sociolingüístico importante del español chileno. Tuvo dos oros en 1984 y 1998, una plata en 1995 y tres bronces en 1976, 1985 y 1992.
La OTI es el guayabo intenso para nosotros los latinos, cutre y todo era lo mas cercano que teníamos a Eurovisión, yo soy de los que abogo por un regreso, claro esta, reformando todo lo que, en su momento, termino desgastando hasta el olvido este festival
canciones malas,y totalmente olvidables ¿alguien se acuerda de alguna cancion de la OTI, que no sea "latino" o "bravo samurai"?,la OTI,nunca tubo su "Waterloo",ni su "abanibi"...los escenarios eran oscuros,y la señal "via satelite" de tv,se veia mal,el sistema de votacion no tenia ni gracia ni emocion.no evolucionaba,nadie innovaba,todas las canciones muy conservadoras;y la puesta en escena no existia.0 espectaculo.y todo esto empezando a la 1 de la mañana y acabando a las 3.normal que fracasase
Es que en castellano (español de España), decimos Méjico, aunque la moda sea decir México. A mi tampoco me despierta interés este festival, aunque mandamos muy buenas canciones.
que pena que no haya funcionado...para los latiamericanos fanatico de eurovision e triste que aca no haya logrado fruto y solo tener viña del mar que a mi no me gusta sinceramente
En general a mi son pocas las canciones d ela OTI que me han gustado, hay canciones como "Tiempos Mejores" (Yuri Mexico 1984) y "Mi vida" (Natalia Sosa Mexico 2000) que son excelentes y creo que en un hipotetico caso d eparticipar en Eurovision (si se pudiera) les hubiera ido muy bien. Lo que me desespera del articulo es leer "Mejico" en vez de MEXICO :)
Excelente reportaje. Pero… ¿de verdad se puede evaluar “objetivamente” la “calidad” de una candidatura? ¿Qué criterios “objetivos” podríamos aplicar? ¿Cómo se mide la “calidad” musical? Han salido muchos éxitos de la OTI, españoles y de otros países.
Cabe recalcar que ahora en LA hay una producción televisiva y musical más madura. Una industria musical más lucrativa que en Europa y espectáculos de talla. Me atrevería a decir que México, Chile, Colombia, Venezuela, Brasil, EE UU, Argentina, perfectamente podrían realizar un festival de las magnitudes eurovisivas. A como está la realidad en LA veo perfectamente viable el proyecto, hay muy buena producción musical de talla o mejores que las candidaturas en Europa. Y muchas de las televisoras iberoamericanas tiene un mayor alcance y lucro, por mencionar Televisa, Tv Globo, que están este las más grandes del mundo, superando con creces a las televisoras europeas
Cuenta la leyenda que así como España dio su apoyo para su creación, con su falta de interés también lo mató. Ejemplo claro, España es del Big5, países que sin ellos sería imposible le realización de Eurovision, mayor pilar era en la OTI. En una entrevista Miguel Diez de Urdanivia insinuó que España jugó un papel importante en la descontinuación del formato
Mi país participó desde la 1ra edición hasta la última. Puerto Rico tuvo dos triunfos: 1974 con Nydia Caro con Hoy canto por cantar y 1980 con Rafael José y el tema Contigo mujer. Un 2do lugar en el 2000 con José Vega y el tema Con una canción. Tuvimos representantes hoy reconocidos en gran parte de Latinoamérica como Ednita Nazario (1979), Chucho Avellanet (1972), Lunna (1982), Juan Manuel Lebrón (1985 y favorito además de debutar un tema en género salsa) y muchos más.Extraño la OTI
Por cierto hay que mencionar que Dave Benton, ganador de Eurovisión por Estonia en 2001 representó a las Antillas Neerlandesas en la OTI de 1981 con el tema "Vaya un amigo" quedando penúltimo con 2 puntos. De Portugal fueron Tonicha, José Cid, Anabela, Dulce Pontes, Simone De Oliveira, Dora, Paulo De Carvalho y Adelaide Ferreira, todos ellos eurovisivos
TVE tenía más interés en la OTI que en Eurovisión, supongo que por el posible mercado hispanoablante y por compartir y promocionar una lengua común, pero a nivel de calidad musical y de producción y medios técnicos, no había color entre uno y otro.
Creo que su final o su declive está más relacionado con polémicos dedazos a la hora de elegir representante en algunos países latinoamericanos y sobre todo el factor socio-político. Tenemos que entender que latinoamerica (que abarcaba el grueso de OTI) tuvo una década de los 90 muy marcada por hiperinflaciones en algunos países, devaluaciones de monedas locales, golpes de estado, intentos de golpes de estado, recrudecimiento y atentatos de guerrilla, presencia fuerte de carteles de droga, etc
Geor1970 En efecto, Venezuela fue uno de los únicos 3 países que participaron en las 28 ediciones del Festival OTI. Tuvo dos primeros (1982 y 1987), dos segundos (1976 y 1979) y tres terceros (1974, 1975 y 1994). Y en cuanto a los artistas: Mirla Castellanos, el Puma, Nancy Ramos, Mayra Martí, Unicornio, Luis Silva, Héctor Cabrera, Las 4 Monedas, María Teresa Chacín, etc grandes estrellas de nuestra música venezolana.
Por cierto, Vicente, enhorabuena por el artículo y por la crónica! Me ha encantado!
El Festival OTI pienso que empezó a decaer cuando se perdió el incentivo de que el país ganador organizara el del año siguiente, se implementaron los jurados de planta que daban opacidad al resultado y especialmente la inestabilidad política y económica de los países miembros de la OTI, aún cuando la mayoría de las plantas del sistema eran privadas. No obstante en algunos países hubo verdaderos esfuerzos por llevar a artistas de primer nivel del momento. Al menos en Venezuela fue así
Yo pienso que el principal problema de este festival es que no supo o no quiso evolucionar, ni modernizarse en ningún sentido. España hizo varios intentos para modernizarlo, con representantes como Gonzalo, Vicky Larraz o Alex y Cristina y ninguno fue valorado. Destacaban las canciones más antiguas, del gusto de jurados muy conservadores. Para mí, ahí estuvo el motivo de su desaparición... Ójala hubiera un Eurovisión latino, sería fantástico!