Quinta finalista de la quinta edición de X Factor en Reino Unido en 2008, Ruth Lorenzo ha luchado paso a paso y durante muchísimos años por su carrera musical, desde la publicación de sus primeros singles Burn, The night o Love is dead, hasta la composición de numerosos temas para artistas como Dannii Minogue o Auryn, así como infinidad de conciertos, maquetas y noches en blanco. Con su vida profesional y personal establecida en Londres, los sucesos que se iban desencadenando la trajeron de nuevo a España, en el intento por ser profeta en su tierra. 

Después de infinidad de conversaciones y negociaciones entre su nueva discográfica Roster Music, y TVE, una elección interna frustrada, y el proyecto temporalmente paralizado, la televisión pública anuncia una final nacional para elegir el representante de España en Eurovisión 2014. Nuevamente, el apoyo popular, unido al beneplácito de sus fans, propiciaron el sí de la artista murciana. El 22 de febrero del 2014, después de un polémico proceso de selección, unas agotadoras jornadas de trabajo y una incansable campaña de promoción, siempre será recordado como uno de los días más importantes de su vida, no solo por conseguir el pasaporte a Copenhague, sino por ser su carta de presentación ante el gran público de su país, España.

Gracias a la audiencia se convirtió en la 54ª representante de España en Eurovisión, el nombre de Ruth Lorenzo empezaba a acaparar portadas, titulares y artículos, dando buena fe del privilegio y la promoción que supone el festival para cualquier artista valiente que afronte el reto. Su ilusión y su trabajo, y para quienes han tenido la oportunidad de conocerla de cerca, su cabezonería y su por momentos insoportable carácter perfeccionista, fueron claves para conseguir el resultado obtenido en Copenhague, por una parte el décimo puesto que iguala el obtenido por Pastora Soler con Quédate conmigo en Bakú 2012 como el mejor de la década, y a su vez deja en tablas algunas absurdas rivalidades entre fans, y por la otra el orgullo de haber contado con una candidatura a la altura de las circunstancias.

TVE, por su parte, ha vivido una de las mejores temporadas eurovisivas de las últimas ediciones, con una promoción prácticamente hecha por Roster Music y el equipo artístico y técnico de Ruth Lorenzo, y con una amplia e inusual mayoría de comentarios positivos a su participación en Copenhague 2014. La audiencia también acompañó siendo la emisión no deportiva más vista del año 2014 gracias a los 6.343.000 espectadores y un 41.7% de share que siguieron minuto a minuto las votaciones del festival incrementando en 7.000 personas y 2.6% de cuota los datos de la edición anterior. Unos datos a los que hay que sumar el espectacular seguimiento del certamen a través de las redes sociales en nuestro país obteniendo una de las mejores marcas de la historia para una emisión de televisión. Por si fuera poco, la guinda de pastel, el reconocimiento a Eurovisión después de 59 años de vida con un prestigioso Premio Ondas.

Eurovisión 2014 ha sido la puesta de largo de Ruth Lorenzo en España, gracias al cual ha publicado su primer álbum, Planeta azul, el cual ha entrado en el puesto 8 de la lista de ventas, sus primeros singles en español, Dancing in the rain (#5), Gigantes (#6), y el actual Renuncio, y debutará próximamente en televisión en el nuevo concurso de Telecinco Levántate, después de haber intervenido puntualmente con actuaciones muy aplaudidas en programas como Los Viernes Al Show, Pequeños Gigantes o Tu Cara Me Suena, y la realización de una de las campañas de promoción más intensas que se recuerdan de un artista nóvel en nuestro país.

Ruth Lorenzo ha llegado a nuestras vidas como una tormenta, como no podía ser de otra forma, con mucha lluvia, inicialmente como un suave goteo, después mojando todo a su paso, para finalmente empaparnos de su talento, su personalidad, y su profesionalidad. 2014, el año en el que la artista murciana despertó pasiones, amores y odios, alabanzas y críticas, fílias y fobias, el año en el que dejó su huella y su sello para la historia eurovisiva. Qué hablen de uno es malo pero que no lo hagan es peor. 

“Aunque llueva y nos mojemos no pararemos de bailar”.

Feliz 2015.