YA SOLO QUEDA PORTUGAL

Algo que parecía imposible para los que seguimos el Festival de Eurovisión desde hace décadas, ha terminado por suceder en 2006: Que Finlandia ganase de una vez por todas. Francamente, de un país cuyo mejor palmarés hasta ahora era un 6º puesto, con varios últimos puestos y varios 0 a sus espaldas, un país que […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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YA SOLO QUEDA PORTUGAL

Algo que parecía imposible para los que seguimos el Festival de Eurovisión desde hace décadas, ha terminado por suceder en 2006: Que Finlandia ganase de una vez por todas.

Francamente, de un país cuyo mejor palmarés hasta ahora era un 6º puesto, con varios últimos puestos y varios 0 a sus espaldas, un país que jamás había conocido el podium de los 3 primeros, poco cabía esperar. Pero por fin y para sorpresa de muchos, lo han logrado. Y directamente al primer puesto de la tabla y con 292 puntos, que se dice pronto.

Portugal y Finlandia eran ya lo dos únicos países que comenzaron su andadura eurovisiva en los años '60 y que permanecían con 0 victorias en su palmarés. No ya 0 victorias… sino 0 veces en el "Top 3".

Cierto es que faltan todavía otros países por ganar. Pero son países más recientes eurovisivamente hablando. En cambio Portugal y Finlandia incorporados al Festival en 1964 y 1961 respectivamente, cada uno en su esquina geográfica del viejo continente, parecían los dos grandes olvidados.

Así pues, ahora ya sólo falta Portugal de los países veteranos.

Portugal comenzó a participar un año antes que la exitosa Irlanda y aún así uno lleva 7 victorias sobre el otro. La verdad es que podíamos marearnos con datos, pero se mire por donde se mire, es todo desastroso.

En sus comienzos, Portugal enviaba a Eurovisión a sus más grandes artistas nacionales (como cualquier otro país ilusionado en sus comienzos) pero cuyos estilos musicales no acababan de cuajar dentro del contexto festivalero e innovador que era Eurovisión en los años '60.

Así, en 1964 acudieron los vecinos lusos a Copenhague para sufrir su primer batacazo con 0 puntos. Antonio Calvario con el tema "Oraçao" no lo tuvo nada fácil, pues la canción es ciertamente complicada y de lo menos adecuada para un Festival que uno se pueda imaginar.

Por si fuera poco, en el Tivoli Concert Hall de Copenhague se vivió un momento tenso cuando algunos presentes en el público desplegaron una pancarta en protesta por las dictaduras de Franco en España y Salazar en Portugal. Todo vaticinaba ya un mal comienzo.

Para 1965, la apuesta portuguesa fue una gran diva del momento, Simone de Oliveira, con una magnífica canción titulada "Sol de invierno" pero igualmente de  difícil encaje para los oídos extranjeros poco acostumbrados a la música de nuestros vecinos. Sin embargo, consiguieron borrar el 0 de su marcador con un humilde puntito y el puesto 13 de la clasificación (empatados con la tenaz Kirsti Sparboe de Noruega).

En 1966, Madalena Iglesias defendió "Ele e ela" ("Ella y Él"), canción simpática y festivalera que les valió 6 puntos aunque de nuevo el puesto 13 de la clasificación. Parecía que iban cogiéndole el punto al Festival (muy poco a poco, eso sí).

Estamos ya en el Festival de 1967, en Viena, y Eduardo Nascimento interpreta "O vento mudou", subiendo al puesto 12, empatados con Finlandia, país que no solía andar lejos de Portugal en la tabla de puntuaciones.

Llegamos al año de Massiel y su victoria en el Albert Hall de Londres. Para este año Portugal confía su representación al joven Carlos Mendes, quien de nuevo logra escalar un puesto más en la clasificación hasta el 11 con un tema fresco y festivalero que tuvo que salir a cantar en primer lugar. Hay que decir que de los 5 puntos que obtuvieron, 3 procedían de jurado español.

En 1969, Eurovisión en Madrid. Simone de Oliveira vuelve a intentarlo por Portugal con "Desfolhada" ("Deshojada"). El título original de la canción sonaba tan mal en la España de Franco, que automáticamente fue traducida al castellano. Así, en el rótulo se puso "Deshojada", y Uribarri, que se estrenaba ese año como comentarista de Eurovisión, tampoco se atrevió a pronunciar el título en portugués. El tema quedó en el anteúltimo puesto.

De todos es sabido ya lo del cuádruple empate en el 1º puesto que se dio en 1969, debido al impreciso sistema de votación que repartía muy pocos puntos. Como medida urgente para evitar empates tan sonoros, para 1970 se decidió que en caso de empate los jurados elegirían a mano alzada una sola vencedora entre las empatadas en primer lugar. Algo que no acabó de convencer a algunos países ya que el sistema de votación se mantenía tal cual, y como protesta y medida de presión para que la UER se replantease por completo el sistema de votación, Suecia, Noruega y Finlandia decidieron en primera instancia ausentarse ese año. Dinamarca por otras razones tampoco estaba en la competición, y Austria, que ya había renunciado a participar en 1969 por estar Franco en el poder, se sumó a la protesta de 1970. Portugal, que incluso había seleccionado canción en su concurso nacional, también se sumó al boicot y en el mes de septiembre de 1969 se anunció su retirada.

Ya un año más tarde con un nuevo sistema de votación, regresaron todos y Portugal consiguió un 9º puesto (su mejor clasificación hasta aquel momento) de la mano de la joven promesa Tonicha, que cantó "Menina". El año sabático les había sentado bien.

Para el Festival de 1972, se envió a Edimburgo como de costumbre al vencedor del "Festival RTP da Cançao", que en esta ocasión no fue otro que Carlos Mendes, quien ya había representado al Portugal en 1968. Esta vez con un tema trepidante pero menos festivo que en su incursión anterior, "A festa da vida", compuesto por Jose Niza y Jose Calvario que acabarían componiendo años después algunas canciones más para Eurovisión. De nuevo lograron su mejor clasificación (un 7º puesto) y por primera vez conseguían clasificarse por delante de España, pues Jaime Morey con "Amanece" no subió del 10º lugar de la tabla.

Nos vamos a Luxemburgo en 1973, donde Fernando Tordo pasó sin pena ni gloria con un 10º lugar y su "Tourada".

En 1974 es Paulo de Carvalho el representante portugués con una romántica canción, "E depois do adeus" que sumió al país en el último puesto empatado con Suiza, Noruega y Alemania, pues sorprendentemente la BBC organizadora decidió ese año unilateralmente y en el último momento volver al sistema de votación anterior que dejaba a los países con pocos puntos y muchos empates. Sin embargo, y a pesar del último puesto en Eurovisión, esta canción traería al país otra victoria mucho más importante para Portugal: Dos semanas más tarde, el 25 de Abril a las 23:00, el tema portugués de Eurovisión se difundió simultáneamente por las radios de los "Emissores Associados de Lisboa" como primera señal previamente acordada por los golpistas para comenzar el golpe de Estado que liberó al país de su dictadura fascista que llevaban arrastrando desde 1926.

Ya con nuevo sistema político, curiosamente en 1975 la RTP lleva a competir a Estocolmo al militar Duarte Mendes y "Madrugada". 16 puntos y 16º puesto con el estreno del sistema de votación que perdura hasta nuestros días.

En 1976 el 13º "Festival RTP da Cançao" es ganado por Carlos do Carmo, cantando un bello poema de Manuel Alegre, que a pesar de la indiscutible calidad tanto del intérprete como del tema, en Eurovisión sólo pudo ser 12º, aunque por segunda vez, por delante de España, que se hundía en el puesto 16º con Braulio. Y es que la calidad muchas veces no iba de la mano del gancho eurovisivo, algo de lo que las dos canciones carecían sin lugar a dudas.

EL 14º "Festival RTP da Cançao" que en 1977 elegiría una vez más la canción para Eurovisión, fue un tanto extraño, pues por primera vez las 7 canciones aspirantes eran cantadas todas ellas por dos intérpretes diferentes, y el grupo "Os amigos" (de concepto similar a Mocedades aunque salvando las distancias) acudió a Wembley a defender "Portugal no Coraçao". Dentro de este grupo se encontraba Fernando Tordo, que ya había defendido a Portugal años atrás. Esta fue la primera canción portuguesa que comenzó con esa extraña manía de nuestros vecinos de cantarle a su país en Eurovisión como si tuviesen la necesidad de liberarse de algún complejo de cara al resto de Europa. 14º puesto con 18 puntos.

Para la edición de 1978 a celebrar en París se envío otro grupo llamado "Gemini", con lo que hasta el momento fue la canción más festivalera de todas las portuguesas: "Dai li dou". Por alguna razón este tema no logró convencer y otra vez se vieron relegados a los últimos puestos de la clasificación.

Un pequeño respiro llega al año siguiente para el país vecino con una canción de gran éxito en Portugal, traducida a unos cuantos idiomas, e interpretada por Manuela Bravo que estrenó el escenario de Jerusalén con "Sobe, sobe, balao sobe" subiendo hasta el 9º puesto con 64 puntos.

Del 9º puesto de 1979 siguieron escalando hasta el 7º en 1980 con "Um grande, grande amor", otro éxito traducido a otras lenguas e interpretado de manera muy efectista por José Cid al piano. Además la canción se componía de un estribillo multilingüe y pegadizo en italiano, francés, alemán e inglés, y de un final de lo más festivalero. Todo digno de la mejor ingeniería eurovisiva.

En 1981 vuelta a los fracasos estrepitosos con el tema "Playback" del malogrado Carlos Paiao. La canción era un alegato en contra de los intérpretes que solamente actúan en playback. Acompañado con un coro que recuerda inevitablemente al grupo infantil "Parchis" pero más entraditos en años y que llevaban a cabo una coreografía francamente ridícula. Sorprendentemente, recibieron 8 puntos de Alemania, que sumados a otro punto que les dio el jurado griego, hacen un total de 9 puntos y el anteúltimo puesto.

Tras este desagradable lápsus de 1981, Portugal envía a su primer cuarteto femenino a competir a Harrogate y a abrir el Festival de 1982 con "Bem-bom". Número uno en el país y del que aún se siguen sacando versiones, remixes y más mixes, el tema fue cantado y bailado llamativamente y al unísono por las 4 chicas luciendo unos indescriptibles vestidos que recuerdan a los colonizadores portugueses, y que también llevaba el director de la orquesta. Canción de melodía pegadiza y festivalera con gritos a lo "¡hey!", no pasó sin embargo del puesto 12 de un total de 18 países.

En 1983 Portugal abandona el aire festivalero para volver a las baladas con piano incluído. Armando Gama quedó en el puesto 13 con "Esta balada que te dou".

Más balada con piano representando a Portugal en 1984. Maria Guinot defendió en Luxemburgo la bonita canción "Silencio e tanta gente". Pero los '80  no eran años para ese tipo de baladas, y tuvo que conformarse con el puesto 11º.

En plena era del rock portugués, el 22º "Festival RTP da Cançao" lo gana espectacularmente la cantante Adelaide Ferreira con la balada "Penso en ti (Eu sei)" pero que en Eurovisión quedó en el anteúltimo puesto.

Para 1986 Portugal retoma el aire alegre y la cantante Dora cierra el Festival de Eurovisión con "Nao sejas mau para mim" con una extraña falda verde y aspecto semirebelde para la época, que probablemente de haber existido entonces le habría hecho ganar el premio Bárbara Dex. Consiguió el puesto 14º.

La canción "Neste barco à vela" de marcado aire portugués e interpretada por el grupo "Nevada", representó a Portugal en 1987 tras ganar la preselección de forma muy reñida. En cualquier caso en Eurovisión quedaron en el puesto 18º, justo por encima de España.

En 1988 de nuevo la cantante Dora se presenta a Eurovisión con un tema y un look radicalmente diferentes a los que llevó en 1986. "Voltarei" quedó en el puesto 18º otro año más, para desesperación de nuestros vecinos que llevaban ya demasiados años consecutivos sin levantar cabeza en Eurovisión.

Pero en 1989 llegó el grupo "Da Vinci" con su "Conquistador", que abrió de nuevo la esperanza al presentar a Eurovisión el que probablemente es el tema eurovisivo más popular y recordado en Portugal, y que estuvo mucho tiempo en el nº1 de las listas de ventas del país. La canción fue una de las más marchosas interpretadas en el escenario de Lausanne, y recuperaba la temática patriótico-portuguesa con un repaso histórico por las conquistas del país en otros continentes, como Brasil, Angola, Mozambique, etc. A pesar el sonado éxito del tema en el país vecino, sólo vieron el puesto 16º con 39 puntos, 8 de los cuales procedían de España.

En 1990 mantuvieron el tono festivalero, pero la cantante Nucha y su "Ha sempre alguem" fueron anteúltimas.

Dulce Pontes recupera ligeramente el orgullo en 1991 con la magnífica "Lusitana Paixao". Sin embargo, su terrible directo que también le jugó una mala pasada en la OTI de ese mismo año, le impide subir del 8º puesto.

Dina interpretó "Amor de agua fresca" guitarra en ristre para defender a Portugal en 1992. Algo antigua aunque alegre y optimista, solo fue 17ª.

Entramos ahora en la época de las jóvenes promesas, ya que en 1993 y 1994 Portugal tuvo como representantes a Anabela con "A cidade até ser dia" (quien saltó a la fama en Portugal a raiz de su paso por Eurovisión), y Sara Tavares de 16 años con "Chamar a musica". Quedaron en los puestos 10º y 8º respectivamente, aunque hay que recordar que para estas ediciones el Festival de Eurovisión contaba ya con 25 países, por lo que en términos relativos el 8º puesto de 1994 fue quizás su mayor logro en Eurovisión hasta ese día.

En 1995 el joven de color Tó Cruz representa a Portugal en Dublín con "Baunilha e Chocolate", pero solamente recibe 4 puntos de Francia y 1 de Grecia, lo que lo deja en el puesto 21º.

1996 es el gran año de Portugal en Eurovisión, porque consiguen batir su propio record y alzarse hasta el 6º puesto. La simpática Lucía Moniz, hija de un famoso director de orquesta, cantó en Oslo "O meu coraçao nao tem cor", que cosechó éxito en Portugal. En 1998 ella presentó el "Festival da Cançao Portuguesa" y pudimos verla posteriormente en la película "Love Actually" junto a Hugh Grant interpretando el papel de una portuguesa.

Tras el relativo éxito de 1996, en 1997 Portugal se quedó con 0 puntos en Eurovisión de la mano de Celia Lawson y "Antes do adeus", una bonita canción que no supo enganchar con los jurados nacionales, el año en que el televoto se estrenaba experimentalmente en 5 países. Aun así fue un buen año para Celia Lawson en el país vecino.

En 1998, el grupo "Alma Lusa" interpreta "Se eu te pudesse abraçar", donde de nuevo Portugal es el centro temático de la canción, de marcado sonido folklórico y que les valió el puesto 12º.

Rui Bandeira es el elegido para cantar en Israel en 1999 el tema "Como tudo começou", quedando 21º. Fruto de las malas clasificaciones de Portugal, el país es eliminado de la competición para el siguiente año de acuerdo con el reglamento de la época.

En 2001 Portugal regresa a Eurovisión de la mano de MTM y "So sei ser feliz assim",  pero el puesto 17º es insuficiente para librarse de la criba y de nuevo en 2002 Portugal tiene que ausentarse de la competición.

Con "Deixa-me sonhar" defendido por Rita Guerra, vuelve Portugal a Eurovisión 2003, y nuevo batacazo en el puesto 22º.

Afortunadamente, el cambio en el formato de Eurovisión al introducirse la Semifinal a partir de 2004, permite al país poder estar presente en Estambul a pesar de su mala clasificación en 2003. Eso sí, relegados a la Semifinal, que no consiguen pasar, ya que la guapa Sofia no consigue subir de un 15º puesto en la Semifinal celebrada el miércoles anterior, con el tema "Foi Magia".

En 2005, acude el dúo "2B" a Kiev con el tema "Amar". A pesar de que la canción había sido especialmente compuesta en un intento desesperado por ganar Eurovisión, y anunciada tardíamente para crear más expectación, el dúo decepcionó bastante en su directo en la Semifinal del jueves y quedaron relegados a la plaza 17, insuficiente para pasar a la Final del sábado.

En año 2006 lo tenemos todos más reciente en nuestras cabezas: "Cosas de nada" del cuarteto femenino "Nonstop", en el puesto 19º de la Semifinal, y por si fuera poco, con el Premio Barbara Dex a sus espaldas y viendo como su país compañero de disgustos, Finlandia, conseguía también una sonada victoria.

A partir de ahora, y hasta que lo remedien, Portugal, ese país que lleva en competición desde 1964, compartirá ranking de 0 victorias con otros países agregados más recientemente a la competición. No es de extrañar que en el país los eurofans estén de los nervios y se hayan movilizado para exigir a la RTP un cambió drástico de rumbo a la hora de seleccionar los temas para Eurovisión. La verdad es que el tema de Portugal parece complicado de solucionar, pero si hasta Finlandia ha logrado estrenarse con su victoria de este año, también Portugal debería ser capaz de, si no ganar, mejorar notablemente su media. Poco tienen que perder ya, en visto del palmarés que llevan.

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