Volvemos a vivir el mes previo al Festival, otro mes de abril que vendrá cargado de noticias, imágenes y encuentros y ante el que muchos de nosotros habíamos decidido cerrar los ojos y dejar que pasara  como otro mes más olvidando que sí, Eurovisión es nuestra rosa y los nervios vividos, el tiempo que hemos invertido en Eurovisiones pasadas, los recuerdos hacen de este Festival algo tan importante para muchos.

 

Qué fácil es dejarse llevar por el desánimo, instalarse en una idea negativa y no dejar que nada ni nadie atraviese esa armadura de pesimismo desde la que lo miramos todo a distancia, sin implicarnos, vaticinando descalabros que nos den la razón y ante los que poder decir después: ‘os lo dije’, ‘si ya sabía yo…’. El problema es que, quizás, al hacer eso dejamos que se nos escapen sensaciones y experiencias que, quizás, en el futuro puedan formar parte de nuestros recuerdos Eurovisivos.

 

Muchos hemos sido a los que no nos emocionó DITR, preferíamos otra canción, otra representante y a partir de ahí deciimos plantarnos y vivir este año el Festival desde la apatía, desde el distanciamiento y sobretodo desde la crítica y el desdén pero el tiempo pasa y llega Abril y, quizás, si elegimos seguir manteniendo posturas negativas perdamos la ocasión de volver a sentir y a vivir Eurovisión.

 

Desde esta misma página, podemos leer una entrevista desde la que Ruth Lorenzo nos invita a emocionarnos nuevamente con Eurovisión, desde la que nos anima a esperar y ver una actuación que podrá estar cargada de sorpresas pero, sobretodo, nos demuestra que las críticas que muchos hemos vertido no precisamente con ánimo constructivo, ella parece tenerlas en cuenta para mejorar detalles de su actuación. 

 

Ahora sólo nos queda decidir si queremos vover a vivir Eurovisión o si nos compensa instalarnos en el inmovilismo del ‘es que no me gusta’ y mirar los toros desde la barrera con desapasionamiento, con desgana. olvidando que Eurovisión es nuestra rosa y que es el tiempo que invirtamos en ella, en vivirla y permitir que nos emocione, nos llene de nervios, nos decepcione o no el que hará de nuestra rosa algo tan importante.