“THE MORE YOU KNOW…”

A unos días para el inicio de la pre patria, no esta de más renovar columna con un esquemita sobre los candidatos que ya nos esperan. En un mundo nuevo y feliz, lo suyo sería escoger sabiendo qué hay ya. Como en el Arte, importa la vanguardia y da puntos ser diferente un poco lo […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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“THE MORE YOU KNOW…”

A unos días para el inicio de la pre patria, no esta de más renovar columna con un esquemita sobre los candidatos que ya nos esperan. En un mundo nuevo y feliz, lo suyo sería escoger sabiendo qué hay ya. Como en el Arte, importa la vanguardia y da puntos ser diferente un poco lo más. Esto es: más nos vale dar contenido al “qué falta” que al “qué sobra”. Así, a base de practicar la analogía, podrán descartar posibles nacionales. Es nutritivo que practiquen este ejercicio como guía de sus próximas votaciones, incluyendo a los nuevos contrincantes surgidos a lo largo del mes de reclusión eurofán que nos ofrece TVE (lo cual no deja de ser un intento de reconciliación con el sector más crítico de su audiencia, como lo del quinto elemento del jurado). No pondré notas a las canciones: acabo de terminar mi ciclo de exámenes y no tengo ganas de silbar más suspensos.

 
Andorra
La Teva Decisió es un tema pasajero, menor, pero con un acompañamiento musical bastante original que bebe de la esencia del pop. La delegación andorrana vuelve al catalán, excepto por 17 palabras en inglés, y vuelve a perderse buscando la quintaesencia que les proyecte a la final. A nadie se le escapa que el país pirenaico necesitan un sobreesfuerzo para conseguir semejante hazaña, lo cuál no representa esta canción. Sin embargo, no seré yo quien desconfíe de la indiscutible decisión tomada en la escueta preselección andorrana. Quizás la marca transeuropea de Susanne Georgi y también de su tema les dé los necesarios puntos, aunque su patria chica Dinamarca vote en la otra semifinal. No preocuparse, nuestra debilidad por el vecinito es incondicional.

  
Bielorrusia
El amigo preferido del actual organizador -después de todo, representa la supervivencia del autoritarismo soviético, y no concede guiños a los europeos como sí Ucrania- presenta un tema trepidante, ruidoso e incluso molesto. Petr Elfimov asfixia en inglés Eyes That Never Lie -estas maravillosas paradojas, si Condoleezza se enterara, qué jubilación…-. Si todo sale según lo previsto, los bielorrusos este año tampoco estarán en la final. Y casi mejor, porque no puedo ver dos veces en una misma semana semejante traje.


Finlandia
 
Con una trayectoria eurodance repartida en cuatro elepés, los Waldo's People se atreven con Eurovisión, un escenario poco explotado por este estilo y fíjate que pega. Los nórdicos lo valen, no les hace falta fuego para hacer llegar su desbordante potencial de voces perfectamente ensambladas. Ojo a Finlandia, que no deja de presentar temas interesantes con la inercia de su triunfo hace ya tres años. I don't wanna loose control, pero este país es el que más arriesga.

 
Malta 
Chiara Siracusa -no está mal recuperar su apellido por ser la tercera convocatoria- ha demostrado ser la baza segura de los malteses. Sus unánimemente aplaudidas cualidades vocales la colocan al nivel de asiduidad de los míticos Domenico Modugno, Katja Ebstein o Corry Broken. La canción, What If We?, aunque no aporte más ná, está hecha a su medida y pretende acabar con un trienio horrible para la isla mediterránea.

 
Montenegro
Con Just Get Out Of My Life, un tema disco de reminiscencias balcánicas, el pequeño estado intenta acceder por primera vez a la final. La joven Andrea Demirovic se convierte así en la primera mujer en representar a su país, cuya puesta en escena será decisiva para atraer votos y no caer en el olvido.

 
Rumanía
Probablemente una de las peores canciones de este año y de la historia rumana. El tema, The Balkan Girls, es básico y previsible. Elena Gheorghe se esfuerza en demostrar que sirve para poco más que para cambiarse de traje en el escenario -también hay fuego: oh-qué-novedad-, lo que resta valor si cabe a la actuación.


Turquía
Hadise, un poco la Paparizou laicoislámica, se une al carro de las divas de tema potente, gran presencia escénica y ajustados gorgoritos. Que no se ponga muy nerviosa, que su Düm Tek Tek pasa a la final, demostrando una vez más la eficacia del proceso de selección turco.

 
Albania 
Kejsi Tola pretende salvar la irregular trayectoria albanesa en el festival y emular en lo posible a la pionera Anjeza Shahini. Tras ganar en diciembre el Festivali I Këngës con un animoso tema de feria, la albanesa prometió que participaría con una versión en inglés del mismo. Më Mërr Në Ëndërr digievolucionará en Take Me Into Your Dreams, aunque es igual: seguirá siendo electroriental.

 
Chipre 
En una de las pocas preselecciones abiertas que no han secundado la recomendación de la UER sobre el 50-50, el televoto no dudó en escoger el tema Firefly de Christina Metaxas, compuesta por su hermano Nikolas. Confiamos en que la joven gane seguridad en lo que queda hasta mayo, porque este medio tiempo al menos merece una buena interpretación.

 
Dinamarca 
Pisa fuerte Niels Brinck de la mano de Ronan Keating -por ello lo de sonar tan a irlandés-. Su presentación está en sintonía con anteriores concursantes y compatriotas machos como Jakob Svesitrup y Simon Mathew. Deberá cuidar bastante su afinación si quiere que Believe Again brille como el más sano ejercicio de poprock que puede parir esta edición.

 
Eslovenia
La idea de Quartissimo no era mala, pero Love Symphony parece más la sintonía del show de David Copperfield que una canción con pretensiones serias… En el EMA pasa a veces esto, que se escogen tangos sobrecargados de orquestación.

 
Hungría 
En medio de la polémica –Kátya Tompos es la cura a un patinazo de la MTV, que ya había escogido la canción principal del Gran Hermano sueco de 2004 como representante – y de las críticas -hay quienes se han quejado del proceso y de la elección-, Magányos Csónak surge como el baladón ancestral, ejemplo poco recomendable si atendemos al pobre resultado de su similar Candlelight.

 
Países Bajos
Es extraño que uno de los países más damnificados por los nuevos tiempos (no se clasifica para la final desde 2004) no haya caído en la representación-parodia aún. Es loable que la NOS haya confiado en De Toppers, trío de notable éxito en Holanda. Su estilo Las Vegas ya ha pasado por el festival sin ningún éxito, pero es su luminosa puesta en escena la mejor compañía para esta schlager canción: Shine.

 
Francia
Patricia Kaas viene precedida de las genuinas elecciones de los últimos dos años, injustamente puntuadas. Con la vuelta del jurado, la televisión francesa ha escogido una representación que sobresale por su profesionalidad. Y es que a lo largo de los últimos veinte años, Patricia Kaas se ha convertido en un referente internacional de la música francesa largamente premiado. Tiene incluso hasta documental. Su estilo, entre la chanson y el jazz, hace de Et S'il Fallait Le Faire una de las mejores apuestas de 2009. Poco puede compararse con la desgarradora pasión de la Kaas… Y así debiera ser.

 
Reino Unido 
Andrew Lloyd Webber prometía algo más solemne y fastuoso. Pero como lo de la máscara ya está hecho en Eurovisión, ha tirado por el baladón estirado a base de orquestar y modular. My Time es bonita, Jade inconmensurable, pero ¿he sido el único que ya veía London 2010 antes de darle al play, y que ahora ni de lejos?

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