Me viene a la memoria que Suecia ya intentó triunfar con un “Hero” en 2008 con un penoso resultado. Este año, en la 60ª edición en Viena, volvieron a la carga con un ejército de “Heroes”, muy bien capitaneados por Måns Zelmerlöw, que consiguió representar a su país en su tercer intento, a pesar de que la canción traía polémica por estar acusada de plagio de un tema de David Guetta con muñeco incluído.

El sueco, cuyos dos temas anteriores del Melodifestivalen a mi parecer eran mucho mejores, tenía sin embargo esta vez una puesta en escena super efectiva que ya lo aupó como favorito en las apuestas previas al sábado noche, apuestas que esta vez acertaron prácticamente con todo el top 5. Sin sorpresas. Añadir también que a diferencia de sus antecesores, optó por estar en el concierto de Amsterdam y en otras promociones como en Londres y Belgrado.

Por cierto, un paréntesis para añadir que Måns es un enamorado de Barcelona y a pesar de que no se vino a promocionar por aquí, tiene un piso en el Raval donde se inspiró para crear su álbum “Barcelona sessions”. Gran seguidor del Barça, su perro atiende por el nombre “Messi”…

Vuelta al ruedo…“Heroes” tuvo doce 12’s, sin hacerle sombra a los 18 de Loreen pero sin embargo se le acercó mucho en puntos totales, 365 por 372. Teniendo en cuenta que en esta edición participaban 2 países menos que en 2012 (y 2009) no es osado pensar que Måns hubiera superado los votos suecos de 2012 e incluso el techo del noruego Alexander Rybak, 387, viendo que Zelmerlöw tuvo una media de 9.35 puntos por país, una cifra muy alta en este certamen. El récord absoluto desde que existen las votaciones de 1 a 12 puntos lo mantiene Reino Unido’76, cuyo “Save your kisses for me” (9.65) sigue siendo la media de puntos más alta por país votante y quizás no sea casualidad que ese es también el single ganador más vendido hasta la fecha.

Curiosamente el tema ganador sueco no fue héroe para el televoto que lo dio tercero tras Italia y Rusia. El polémico himno ruso “A million voices” también fue segundo entre los jurados mientras que el tema lírico italiano sólo sexto, lo que sólo le permitió quedar tercero en el cómputo global.

A destacar dos puestas en escena atrevidamente originales como Bélgica y Letonia, quedando 4ª y 6ª respectivamente. El atrevimiento sirve para salir del anonimato entre tanta canción seguida (la letona fue segunda para el jurado) pero no siempre es suficiente para llegar a todos los públicos.

La novedad como país invitado, pero este año ya en concurso, era Australia, ese inmenso país en las antípodas de sólo 23 millones de habitantes, cuya audiencia pasó de los 2.7 millones a los 4.2, a pesar de que sólo 263.000 personas lo vieron en directo (de 5 a 9 de la mañana hora de Sydney). El resto lo suele seguir en la redifusión el domingo por la tarde que la SBS transmite desde hace un par de décadas.

Y de España…¿qué os puedo decir que no sepáis ya? El jurado la votó penúltima (26ª), sólo mejor que la polaca, mientras que el televoto sólo la dejó en 20º lugar. Me atrevo a decir que la puesta en escena estaba trabajada con esmero. Imagino que ahí tuvo que ver más Gestmusic que TVE…Böstrom, uno de los coautores suecos del tema escribió en Facebook unas duras críticas a TVE acusándola de entorpecer el trabajo artístico en el escenario de Viena. Otro asunto es si era efectiva, si los planos de cámara fueron los más idóneos y por supuesto si la canción era resultona con una simple primera escucha. No me cansaré de insisitir en que una gran parte de la audiencia que vota no las ha escuchado anteriormente y menos visto en TV. Que cada uno memorize las ganadoras anteriores y deduzca si son canciones fáciles de retener audiovisualmente. Opino que “Amanecer” defendida por Edurne estaba lejos de serlo.

La audiencia en España fue de casi 6 millones para las casi 4 horas de Festival (39% de share) más de 7m. durante las votaciones y más de 8m. para la actuación de Edurne. Estas cifras son entre un 10 y 14% más que las obtenidas el año pasado con Ruth Lorenzo pero no llegan a las obtenidas por Pastora Soler. En Francia la audiencia del año pasado fue de unos 2.5 millones, muy pobre resultado para un país de 66 millones de personas ¡! En Italia, donde el conocimiento de Eurovisión puede ir creciendo lentamente pero aún es muy bajo comparado a San Remo, en especial después de tantos años de ausencia, la audiencia es bastante menor. En otros extremos tenemos Suecia donde hay una cultura eurovisiva muy transversal entre la población (el Melodifestivalen es la emisión más seguida del año), en caso de victoria, suelen superar el 80%.

En otro orden de cosas, la UER descalificó el voto de los jurados de Macedonia y Montenegro por resultar sospechosos en un veredicto muy unánime entre los 5 miembros de cada uno de ellos. Por lo tanto el televoto supuso el cómputo global para ambos países.

No puedo terminar estas líneas sin hablar de la ORF y su canción. La televisión austríaca optó por un show elegantemente sobrio pero pecó de ciertas deficiencias en su realización así como en el sonido. En cuanto a la canción, es la primera vez que un país anfitrión queda con cero puntos. De la victoria anterior al farolillo rojo en forma de rosco. Nunca el salto mortal de una tv organizadora fue tan grande.

En Suecia 2016, probablemente nos reciba Måns cantando y presentando el certamen. No sería de extrañar que lo acompañara Petra Mede y en el Green Room contaran con la simpática e inevitable Lynda Woodruff. Valores seguros.