Queridísimas amigas:

Hoy estoy apática perdida. No sé si fue porque la chica que tiene de prácticas Dayana Paqui me quemó el cuero cabelludo con el secador (y me dejó la cabeza con un escozor horrible) o porque, siguiendo los consejos de Maite Ripoll, me he puesto a buscar un traje de gasa para asistir a la primera comunión de la niña de mi adorada Juana Interprovincial; y he acabado agotada y malhumorada, porque me dejo llevar por lo que veo en los anuncios de Cosmopolitan o del Vogue, a sabiendas de que lo que muestran sólo le queda bien a las anoréxicas o si compras en tiendas de High Couture. Y, como mi economía y mi fisonomía no parecen ponerse de acuerdo, pues me voy a tener que poner lo del año pasado. En fin, qué cruz la nuestra.

Amigas, ya se acerca el Festival. Queda poquísimo. A mí, no sé a ustedes, en estas fechas me entra un poco de nostalgia al recodar festivales del año de la pera. Yo creo que va a ser esto último lo que me tiene medio deprimida, o que me va a bajar la regla. Lo sé porque el otro día me puse tontorrona cuando me llamó mi amiga Juana Interprovincial para recordarme lo de la Comunión y para decirme que debíamos terminar un Comentario que, hace un millón de años, dejamos a medias sobre el ESC'1990. Me lo mandó por e-mail y, fue ver las notas que ambas habíamos tomado sobre dicho Eurovisión y entrame el mono y la nostalgia de ver, de nuevo, el festival de Zagreb. Qué risa y qué diferentes eran antes los eurovisiones, amigas.

Es increíble, chicas, cómo Eurovisión forma parte de nosotras de una manera tan honda. Ya no sólo por la cantidad de festivales que llevamos sobre nuestras espaldas, sino por las muchas cosas que nos unen a él. Sólo un dato. Quién de nosotras no se pasa todo el año imaginándose y pensando cosas como "esta canción estaría fenomenal para el ESC", "sería genial que España llevara una coreografía de esta manera" o "en el ESC deberíamos hacer esto o lo otro". Da lo mismo que sea julio, enero o noviembre. Nuestro reloj eurovisivo está constantemente funcionando….

Lo malo, amigas, es que luego llega el ESC y todas las esperanzas se desvanecen. ¿O no? Porque, vamos a ver: ¿Cuántas de nosotras ya hemos asumido que los Nash (me niego a llamarlos D'Nash) no se van a comer una rosca? A ver, que levanten la mano las que sospechan que quedaremos por debajo del 10º puesto (salvo que ocurra un milagro de última hora). Triste, pero cierto.

Ojo, me encanta la canción "I love you mi vida", pero, reinas, (admitámoslo de una vez) no vamos a ninguna parte con ella. Y sobran los motivos: salimos en segundo lugar, el grupo apenas ha hecho promoción por Europa, el tema no tiene nada que llame la atención y sea recordable, me asusta lo que el hortera de Poti haga con los chicos y la versión final de la canción es muy flojilla (por no decir que tiene una producción mala, que es lo que nadie parece querer decir). Con ello, no quiero decir que hubiera preferido a Mirela, a Nazaret o a Yanira. Qué va. Es sólo que no tenemos una buena basa para ganar.

Y, encima de esta abulia mía, la Maite Ripoll no hace otra cosa que llamarme para insistir en que tengo que terminar los comentarios de las canciones, porque se me están acumulando los deberes. Ya sé que lo hace con buena intención, pero es una pesada de cuidado. Afortunadamente, es ella quien me tiene al loro de las novedades. Lo malo es que le tengo que aguantar sus manías. Ahora le ha dado por decir que ganará Letonia y que Portugal va a quedar bien, con la rabia que le tengo a ambas canciones.

Bueno, sea como sea, parece que ya me estoy sintiendo mejor y me he marcado como objetivo terminar de comentar las canciones que han sido seleccionadas internamente por las delegaciones de Rusia, Bosnia & Herzegovina, Turquía, Irlanda, Austria, Georgia y Hungría. Vamos allá.

                 
     Las chicas de Serebro vestidas como escolares "mormonas"

País: RUSIA

Tema: SONG NUMBER ONE

Intérprete: SEREBRO

Si algo hay que decir de Rusia, en su paso por el Eurovisión Song Contest, es que casi siempre ha llevado no sólo buenas canciones, sino los mejores representantes de su industria discográfica. Son muchos los eurofans que reclaman, no sin justificación, que debe ser Rusia uno de los llamados a ganar el ESC ya y de una vez por todas. Pero la cosa se les resiste. Este año la Rossijskoe Teleradio de Moscú, después de semanas de rumores, ha elegido a un grupo de reciente creación llamado Serebro (al parecer "plata" en ruso), el cual interpretará el sugerente tema que lleva por título "Song Nº 1". Una de sus componentes es una famosa concursante de un reality de la televisión moscovita, que responde al nombre de Elena Temnikova.

De las chicas de Serebro sólo tenemos, al menos yo y Maite Ripoll, el video-clip promocional donde hemos podido ver que se trata de un tema vibrante, envolvente y muy moderno, tal y como mandan los cánones estético-musicales de la MTV. Este año la canción rusa no es de mis favoritas. La encuentro demasiado trillada y plana. No me enganchó a la primera y, a día de hoy, sigue sin hacerme cosquillas en la barriga cuando la oigo. Es más, si puedo evitarla, la paso siempre cuando voy en el coche. Lo menos que me gusta de la canción y del video es su empezar. Y lo mejor del tema son los "auh" que dicen las chicas (una vez ya avanzado el mismo), los parones de la canción, el espectacular "zapateado" (a lo Hungría'2005) momentos antes de acabar y, por supuesto, la buena producción de la canción. No hay que negar que la delegación rusa hace siempre muy bien las cosas, y no como la española que siempre es de un cutre, que asusta y aburre.

Para la ocasión las han vestido con uniforme escolar mormón, en riguroso negro (aunque luego lo alternan con otro plateado) y les han dicho que muevan mucho las cabezas, para lucir las melenas recién peinadas con el desrizado coreano. Me pregunto yo si todo lo tienen tan lacio… Qué cansada estoy ya de esas melenas lacias y de esos cortes irregulares. Con lo bonitas que son las melenas simétricas como la mía.

Creo que, nuevamente, Rusia quedará bien, salvo que las chicas (cosa también probable, todo sea dicho) lo hagan de pena y hundan la canción.

                  
              Marija, hija, así estás mejor que con la caperuza
                                      negra del video-clip

País: BOSNIA & HERSEGOVINA

Tema: RIJEKA BEZ IMENA

Intérprete: MARIJA SESTIC

Para mis amigas Juana Interprovincial y Maite Ripoll esta canción es de lo mejor del ESC de este año. A mí, qué quieren que les diga, no me dice nada. Luego, cuando ví el video cambié de opinión, pero tampoco termina de convencerme. Reconozco que el "Rijeka bez imena", que interpreta Marija Sestic, está bien defendido y representa al clásico tema balcánico, con su toque étnico y su parte instrumental, que siempre consigue salir victorioso y quedar estupendamente entre las 5 canciones de la noche. Marija tiene una voz preciosa y la hace crecer a medida que la canción avanza. El extenso currículum y premios interpretativos de la chica la hacen merecedora de este dedazo de la RTVBiH, con el que van a recoger un buen caudal de votos de todas sus vecinas, no sólo porque la canción es 100 % balcánica, sino porque Marija es conocida en casi todos los países de la cuenca del Adriático.

El video-clip es una pequeña maravilla poética, sin haberse gastado una millonada. Para la ocasión se ha echado mano de un sugerente paseo en una vieja barcaza por un canal, capitaneada por una Marija vestida con traje oscuro y una caperuza negra, para hacerse la moderna y la interesante. Los tripulantes de la barcaza juegan al voleibol, uno toca una tuba al lado de una barbacoa y se sueltan palomas en la parte instrumental de la canción. Lo menos que me gusta es la cara de boba de ella, en las partes del video donde se viste de "años 20" con ese fondo azul.

No hace falta ser zahorina para saber que, de nuevo, Bosnia quedará bien en esta edición del ESC, para regocijo del padre de la criatura, el creador del himno nacional bosnio.

              
             Cómo me aburren los chulos que miran de lado.
    Si por lo menos estuvieras bien y fueras un poco menos enano

País: TURQUÍA

Tema: SHAKE IT UP SEKERIM

Intérprete: KENAN DOGULU

Otro de los dedazos mejor preparados de esta edición del ESC ha sido el que ha protagonizado el Comité de la TRT de Estambul. El parto se llama "Shake it up sekerim" y la criatura Kenan Dogulu. El turco, como la jovencita bosnia, tiene un gran currículum a sus espaldas y, por lo que se vislumbra, son ambos dos grandes profesionales de la escena y de la música. El tema, para que nos enteremos todas, es lo que a Sakis Rouvas le gustaría interpretar si volviera de nuevo al ESC; porque, amigas, hay que decir que la canción es muy griega. Y, si hablamos del video-clip, habrá que decir que recuerda mucho a los trabajos de algunos intérpretes helénicos. Ritmos trepidantes, estética moderna en colores dorados y metálicos, imágenes veloces y escenografía discotequera que envuelven esta canción dance que, como no podía ser menos, introduce el ya manido momento o parte instrumental con aires étnicos (según el país, claro está) y que, en esta ocasión, lleva sonidos orientales.

Representa el típico tema dance rítmico con su toque "étnico-cultural" para contentar a sus paisanos y para atrapar a los seguidores del ESC que no terminan de romper con la losa etnográfica que no acaba de esfumarse nunca de las canciones del Festival. Resta decir que hasta el 2005, la cosa tenía su cosa y su gracia, pera ya cansa un poco. Por no decir, "un mucho".

                   
                Parece una foto de la película "Los Otros"

País: IRLANDA

Tema: THEY CAN'T STOP THE SPRING

Intérprete: DERVISH

Qué puede salir de un grupo que tiene nombre de "perro" (al menos, a mi me lo parece) y de un título de canción que dice que ‘Ellos no pueden parar la primavera". No lo sé, pero, para servidora, nada bueno. Irlanda tiene el honor (para mí, el disgusto) de haber ganado más veces que nadie el Festival. Y yo me alegro por ellos, porque han sabido vender un estilo de música y han dado grandes voces y canciones a la música. Pero, una cosa es eso y otra las canciones que lleva últimamente al ESC. Este año la RTE ha decidido seguir con su línea y nos vuelve a dar un tema que, además de soso y tontorrón, me aburre por previsible y por tópico.

Para la ocasión, en plan didáctico e improvisado, nos han colocado en el video-clip a un grupo de niños pintando un mural en un taller de Actividades Extraescolares, con el grupo Dervish en primer plano y, de cualquier manera, han logrado filmar y montar una cosa que, desde el primer acorde, ya da sueño. Si por lo menos ella tuviera una voz bonita, pero me resulta molesta. Y qué malamente va vestida ella, por Dios.

A ello, hay que sumar que la canción no aporta nada. Han cogido una base folk-country, ya masticada de antemano, y han grabado sobre ella una letra optimista, pero tremendamente aburrida. Creo, sin ánimo de ofender a nadie, que es una de las peores canciones de la noche.

¿Soy la única que piensa que la vocalista irlandesa se parece a la actriz Jennifer Love Hewitt de la serie "Entre fantasmas" de Cuatro?

              
                  Eric con las bailarinas "enswaroskiadas"
                            (¿El tiene un poco de pluma, no?)
País: AUSTRIA

Tema: GET A LIFE, GET ALIVE

Intérprete: ERIC PAPILAYA

Austria no ha sido nunca santo de mi devoción, salvo ocasiones como en el ESC'2004 (y encima no pasaron a la final, con lo bien que estaba el del saxo). Este año la canción austriaca no está tampoco, en el rosario de mis favoritas. Y no porque el tema y el cantante sean malos (todo lo contrario), sino porque la canción no termina de convencerme. Aunque admito, insisto, que se trata de una canción de calidad, con una excelente producción y con una estupenda voz la de su intérprete.

El chico, Eric Papilaya (famoso en su país por haber participado en el Starmanía austriaco) interpretará el anastácico "Get a life, get alive", una canción rockera, cañera y con ese sabor americano que nunca me ha llamado la atención. Será el tema de la campaña institucional austriaca para la lucha contra el sida. Memorable y plausible iniciativa, todo sea dicho. ¿Cuándo veremos en nuestro país que la música del Festival se relacione con algún capítulo de nuestra realidad sin que se tenga que decir que el ESC es algo obsoleto u hortera?

Ahora bien, lo que no me pega es que para la puesta en escena se utilizarán no sé cuántos miles de cristales de Swarosky. Entendí que el traje de Kate Ryan los llevara (¡aunque, para lo que le sirvieron, mejor no se los hubiesen pegado!), pero, ¿dónde van a poner tremenda cantidad de cristales? ¿En el lazo?. ¿No es mejor forrarlo con tela de lentejuelas rojas, pongamos por ejemplo?. No sé, es una propuesta, porque me parece un derroche. Por Maite Ripoll me he enterado que las que llevarán los swarosky serán las bailarinas y, posiblemente, en la chaqueta de él. Qué valor. Me suena todo a un pelín hortera. También me ha mostrado las imágenes de una actuación de Eric con un lazo enorme de atrezzo en el que las chicas están camufladas de rojo y que salen bailando de él. Nos sé, pero todo esto me suena a un despropósito tremendo.

Eric ha anunciado también que irá vestido de Vivianne Westwood. Al parecer, la delegación austriaca no se anda con chiquitas y parece estar dispuesta a todo. Espero que todo le salga bien.

                
         ¿Pero, quién me mandó a mi ponerme este jersey
                         de Berska de mi hermana Irina?

País: GEORGIA

Tema: VISIONARY DREAM (MY STORY)

Intérprete: SOPHO KHALVASHI

Desde que se hicieron publicas las canciones que la televisión de Georgia había preseleccionado para Sopho Khalvashi, Maite Ripoll no ha hecho otra cosa que ponerme la canción (y después el video) de "My story", aunque ahora la llamen "Visionary dream". Y, como siempre me ocurre con determinadas canciones, le he acabado cogiendo un coraje tremendo. No me pregunten por qué, porque no tengo ni idea, ya que cuando la oí por primera vez me gustó mucho. Quizás por llevar implícitas tres canciones en una. De entrada, la canción te recuerda al estilo de "Ray of light" de Madonna. Luego, en el estribillo, el tema parece sacado de cualquier disco de Bjork y, para rematar, el tema lleva implícito la siempre recurrida parte instrumental de atmósfera étnica, como buena canción del Este que se precie.

Puede que sea el agotamiento que siento ya hacia lo "étnico" en Eurovisión, la razón por la que le haya cogido coraje a la canción. Y eso que el video, por lo menos la parte en que se ve ella en los prados verdes o avivando la llama de un quinqué mientras suena la parte instrumental con las cuerdas, es de lo más poético de este ESC. Pero, yo tengo un grado de saturación de lo étnico eurovisivo y, si me paso, ya todas las canciones de este estilo me parecen las mismas.

Con este país no sabemos qué es lo que va a pasar con él, porque es la primera vez que acude al ESC. El tema es bueno. Nadie lo niega. Pero, no sabemos si será querido como lo son las canciones rumanas entre los vecinos, o pasarán indiferentes como los temas eslovenos o bielorrusos. A saber…

Lo que tengo claro es que Sopho ya se puede ir olvidando de la puesta en escena que, hace poco, Maite encontró en youtube.com del "Visionary dream". A ver cómo lo explico sin que me dé la risa boba. En ella, nuestra Sopho, emulando a Linda (Holanda'2000) se mete dentro de un traje-carpa, en color rosa, y con cinco bailarinas debajo. Lo imaginable era que, en un momento dado de la interpretación, ella se despojara del traje-carpa, pero no lo hace. Amigas, se pasa los 3 minutos con ese tremendo artefacto de miriñaque y con 5 bailarinas debajo que la aupan, la bajan, le mueven la tela y, por supuesto, la hacen desafinar como una boba. Por favor, ya me están buscando esa actuación en el youtube y luego me cuentan.

Sopho, querida, todo lo que de elegante tiene el tema, lo perderás si llevas esa ridícula puesta en escena a Helsinki. ¿Acaso viste la final de Misión Eurovisión y te inspiraste, reina? Porque no lo entiendo. Yo no sé qué empeño tienen las eurovisivas siempre de estropear las puestas en escena con este tipo de cosas o sacando trajes que son verdaderos insultos al buen gusto.

                
       Reina, pero qué bien te ha sentado que dejaras a tu novio.
                        Tienes hasta los ojos más claros…

País: HUNGRÍA

Tema: THE UNSUBSTANTIAL BLUES

Intérprete: MAGDI RÚZSA

Corta es la historia de Hungría en el ESC, pero interesante. Este año la propuesta es una concursante del "Pop Idol" húngaro que resultó elegida por la televisión de Hungría como su representante en Eurovisión, después de haber recibido el Premio musical  Fonogram ("Az ev felfedezettje"), en medio de una gala de la MTV. La cantante se llama Magdolna Ruzsa, pero para hacer la moderna y más interesante, ahora se hace llamar Magdi Rúzsa. Tras ser elegida, la televisión húngara le seleccionó la canción "The unsubstantial blues", extraído de su último trabajo discográfico. La fórmula de selección húngara no deja de ser, cuando menos, curiosa.

El tema es, como su propio nombre indica, un blues. Un blues sencillo con sus toques rockeros, pero bien trabajado, sin estridencias y bien interpretado. Sin embargo, la canción tampoco termina de gustarme. Ya sé que no me gusta nada, pero es que no le encuentro yo miga a este "blues", amigas. No sé. Yo quiero que un tema me emocione, me diga algo, me estremezca… Un algo. Y, de todas las canciones que he visto en este grupo de "dedazos" con ninguna me caso. Lo siento.

De todas formas, y sin lugar a dudas, lo mejor de esta canción es el video. Se trata de un feed-back, a cámara lenta, donde nos encontramos a Magdi abatida después de haber pillado a su novio con otra en la cama. Vamos, Magdolna, lo típico que a más de una le ha pasado. Pero, tú, has hecho de ese incidente una canción. Mira qué creativa eres.

Bueno, y ya acabamos esta ronda de los "dedazos".

Saludos desde Lanzarote.