¡QUE TE CALLES KARMELE!

¡Que te calles Karmele! Lo absurdo y lo ridículo inunda nuestra sociedad constantemente. La que otrora fuera periodista que inició sus primeros pasos en prestigiosos programas como Informe Semanal, y que posteriormente colaboraría en otros programas de crónica “social”, ahora se digna a representar a España en el Festival de la Canción de Eurovisión… ¡QUE […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¡QUE TE CALLES KARMELE!

¡Que te calles Karmele!

Lo absurdo y lo ridículo inunda nuestra sociedad constantemente. La que otrora fuera periodista que inició sus primeros pasos en prestigiosos programas como Informe Semanal, y que posteriormente colaboraría en otros programas de crónica “social”, ahora se digna a representar a España en el Festival de la Canción de Eurovisión…

¡QUE TE CALLES KARMELE!

María del Carmen Marchante Barrobés, conocida popularmente como “Karmele”, no se ha enterado aún de que por más que quiera no pisará Oslo. Para empezar, aquellos energúmenos que la hayan animado a presentar su “candidatura” a un certamen de renombre (pese a quien le pese hay que tener bemoles para subirse a un escenario y cantar EN DIRECTO y en ocasiones hasta bailar. Lo siento Sanz). La cadena que omnipresente “mire donde mires” ahora quiere su momento sexta, o sea, lanzar a Europa a su monigote para que cuando se emita el festival y se queden ese sábado con un churro de audiencia, como siempre les pasa, por lo menos decir que su Karmele está ahí por ellos…

¡Que te calles Karmele! No sabes cantar, evidentemente, haces uso siempre del “playback” y en Eurovisión no lo tendrás. No me vengan con milongas porque el Chiki Chiki no tenía tonos altos y podía cantara cualquiera… Pero “Yo soy un tsunami…” es un engendro (a partir de ahora denominado con el eufemismo “eso”) tan imbécil que no mantiene ni ritmo, ni musicalidad ni nada… Por tanto, SUSPENSA EN VOZ. Si al menos supiera cantar en playback… ¡Pero ni eso!

En lo que respecta a la letra de “eso”, hay menos predicados que en una interjección. Además, empieza cagándola haciendo alusiones a Gibraltar y España… Patética a más no poder sin saber que la canción será sancionada por ello. Además de mencionar marcas de empresas conocidas…

La coreografía es similar a la de los bailes de los amigos del IMSERSO en las playas de Benidorm. Movimientos encorvados, paticortos, leves y complejo de muelle, a lo que se le debe sumar la pérdida de equilibrio constante de la acróbata.

¡Que te calles Karmele! ¿Por qué no te callas? ¡Sálvate!

Pero bueno no creáis que la aportación que este mes haré a mi columna será sobre este asunto, tengo una sorpresa reservada para el mes de la Navidad…

¡Hasta pronto!

 

 

 

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