Me siento con buen rollo. Bueno, parto de la base de que ninguna de las nueve canciones que llegaron a la final española me gustaban, quizá por eso sabía que saliera lo que saliera de Destino Eurovisión no había posibilidad de algo que me fuera a agradar, pero la elección de Lucía Pérez al final hasta me ha dejado buen sabor de boca y todo.

Me explico. Tenía tan claro cuando ví que había un participante con el 68% de los votos que eran los Auryn -sobre todo tras las conspiraciones judeomasónicas que hemos leido de que si había un dedazo encubierto porque tienen discográfica y tal- que el hecho de que fuese nombrada Lucía me sorprendió y muy para bien. En plan, vale, al menos no hay tongo.

Sí que es cierto que creo que le benefició también bastante la cerrazón del jurado -especialmente los comentarios de Boris- y su intento de defender 'Abrázame' tras el empate a 12 puntos. Vale, prefería que la chica tuviera la balada, tal y como pedía, pero también es cierto que las reglas están para cumplirlas y si se hubieran modificado ahí en directo hubiéramos pensado mal -como siempre- diciendo que había otro tongo, que si tal… Además, esto hubiera sido de televisión azerbayana, cuando menos, así que bien en el fondo que se cumplieran las normas.

Pero no cabe duda de que eso ha beneficiado a Lucía -a mí mismo me dieron ganas de votarla por decir, venga, sms protesta- pero también hay que recordar que ya ella había sido la favorita del público y que contaban sólo los votos del televoto. No era de extrañar que ganase…

Sobre el tema… pues la verdad, cuando escuché las nueve canciones me pareció quizá el más flojo, el más sinsustancia. Pero ahora una vez elegido… pues bueno, tenemos que tirar para adelante con él.

Vale, no es lo que me gustaría que llevase España pero hace muchos años ya que no lo hace, y este año al menos el “Que me quiten lo bailao” va a transmitir buen rollo. Hace falta que lo arreglen, musicalmente hablando. La letra es lo de menos quizá -con lo que me gusta el “Satellite” y cuando me fijé en lo que decía Lena madre mía, qué horror- pero hay que meterle guitarras españolas, hacerlo más rumba… y pensarle una coreografía.

No es el tema que queríamos, ni el que va a ganar Eurovisión, pero sí es el que -o uno de los que- van a hacer que los europeos bailen en el Esprit Arena. Les gusta este españoleo, y los temas movidos. El año pasado en Oslo ví cómo la gente se volvía loca con el tema francés, por ejemplo, porque podían saltar y bailarlo. Este año pasará eso con España a nada que no lo estropeemos.

Y de la misma manera que el año pasado te cantaban el “Algo chiquitito” por la calle, este año nos van a decir eso de “Que me quiten lo bailao”. Y la canción va a sonar en el EuroClub y en las discos de Alemania, ya lo veréis, con lo que les gusta a ellos el rollo de Spanien….

El caso es que eso se traducirá en algunos votos. No vamos a ganar, pero al menos nos lo vamos a pasar bien. Vamos a bailar. Así que… que nos quiten lo bailao.

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