PASANDO OLÍMPICAMENTE DEL EUROVISION DANCE CONTEST

Definitivamente a TVE no hay quien la entienda en esto de los menesteres eurovisivos. Si para el Festival de Eurovisión senior –el certamen por excelencia de la UER–, la osadía y la falta de respeto hacia la música española, el resto de candidatos, los eurofans y el propio festival, y sobre todo, los suculentos beneficios […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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PASANDO OLÍMPICAMENTE DEL EUROVISION DANCE CONTEST

Definitivamente a TVE no hay quien la entienda en esto de los menesteres eurovisivos. Si para el Festival de Eurovisión senior –el certamen por excelencia de la UER–, la osadía y la falta de respeto hacia la música española, el resto de candidatos, los eurofans y el propio festival, y sobre todo, los suculentos beneficios económicos hicieron que la cadena pública mandara a un cómico a cantar, ahora para el Festival de Eurovisión de Baile elige internamente a Rosa, cantante de profesión, para menear las caderas el 6 de septiembre en Glasgow. ¿No sería más lógico que Rosa, cantante, volviera pero al Eurovisión de toda la vida, al Eurovisión de la canción y no del esperpento?

Si tenemos en cuenta las nuevas reglas de este certamen de baile –donde un miembro de la pareja no tiene por qué ser profesional de la danza sino una celebridad en otro ámbito–, parece que la elección de Rosa tiene su explicación. Además, no hay que olvidar que la granadina ganó ¡Mira quién baila! y es muy querida en España, lo que asegurará para la cadena pública una audiencia más que notable.

Ahora bien, en junio parecía que TVE se tomaba en serio esto del baile al poner en marcha el programa ¡Quiero bailar!, con un aire moderno al que poco nos tiene acostumbrada la cadena de Javier Pons después del esperpento técnico de ¡Salvemos Eurovisión!, y recurrir a la todopoderosa Gestmusic para producirlo. Al final, los resultados de audiencia no fueron los esperados y por la vía express se eligió a Nieto como acompañante de Rosa.

Tras esta elección, allá a mediados de julio, poco o nada se ha sabido en España del Festival de Eurovisión de Baile. TVE no ha hecho ninguna promoción del certamen, aún teniendo un gancho de audiencia tan interesante como es Rosa de España. ¿Acaso ha acudido Rosa al Circuito de Jérez o a algún estadio de fútbol o se ha paseado por los programas de TVE como antaño lo hiciera el innombrable? Parece que los Juegos Olímpicos han fagotizado a la cadena pública, y todos los esfuerzos de TVE tienen rasgos achinados. Pero las Olimpiadas acaban y ¿qué pasa con el resto de eventos y programas?

TVE, no sólo no ha publicitado de ninguna manera el Festival de Baile, ni siquiera ha anunciado cómo va a emitir el certamen –que coincide en horario con el partido de fútbol que enfrenta a España con Bosnia–, ni ha mandado a la UER los datos con los candidatos que la representarán en Glasgow.

Es triste acudir a la web oficial del evento, www.eurovisiondance.tv, y ver en la sección de participantes como ni siquiera está anunciado que Rosa y Nieto bailarán en la ciudad escocesa. Con Lituania, España es el único país cuya casilla de participantes aparece con un “to be announced”, cuando ya es de todos conocidos, ¿o no?, la elección de TVE.

¿Este es el interés que la cadena pública española presta a los festivales de la UER? ¿Así es cómo se salva Eurovisión en nuestro país? Basta ya de engaños, señores de la pública. Más seriedad y más profesionalidad, y que no nos tomen a los españolitos de a pié, que nos gusta Eurovisión, de ingenuos.

No hay que olvidar que TVE tiene un departamento específico de Festivales, ahora bien, lo que no sabemos es cuál el peso que este departamento tiene en la estructura de la nueva corporación pública. A tenor de los hechos y de lo ocurrido con Chikilicuatre, diríamos que bastante poco.

El que escribe se desplazará a Glasgow el próximo 4 de septiembre para informaros de primera mano de las nuevas andanzas eurovisivas de la chica de las oportunidades perdidas.

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