ONLY TEARDROPS

Hoy, 21 de febrero del 2014, nos encontramos a 24 horas de conocer el representante de España en Eurovisión 2014. El día en el que, definitivamente, diremos adiós a Malmö, y apagamos Contigo hasta el final, para viajar a Copenhague, todavía sin banda sonora. Un trayecto corto, con solo un puente de distancia, y a la vez un viaje largo, tan emocionante y excitante y a la vez tan diferente como siempre.

Quien me conoce personal o virtualmente sabe que todos los años necesito un periodo de desconexión después del festival. Tras la gran ilusión y también el enorme cansancio que conlleva esta experiencia en directo, no comparto mis ideas e impresiones públicamente, ni veo vídeos, fotos u opiniones, ni siquiera mi propio material. Sencillamente guardo para mi mis recuerdos, sin ninguna interferencia que se ponga entre mis vivencias y yo, ya que una vez que se comienza revisar todo se pierde parte de la esencia y se convierte en literatura.

Esta semana, por primera vez en nueve meses, he revivido Eurovisión 2014. Un tiempo de reflexión más largo de lo habitual debido a los múltiples cambios en mi vida personal, independencia, nueva ciudad y nuevo trabajo incluídos. Siete años después de mi primer festival en directo, todavía me sorprendo con lo que cambia el punto de vista allí y aquí, actuaciones mejores o peores, detalles descubiertos y otros, desgraciadamente, desaparecidos, y resultados justos,  injustos, o ni tanto, ni tan poco.

Dinamarca con Only teardrops de Emmelie de Forest fue la ganadora de Eurovisión 2014. Una victoria por anticipado, metafórica y literalmente, la cual no fue una sorpresa para nadie. Una intérprete carismática y solvente, un tema mágico y pegadizo y una actuación plagada de artificios y clichés otorgaron el triunfo a Dinamarca, por tercera vez, después de 14 años desde la última. Emmelie de Forest y Only teardrops no pasarán a la historia de Eurovisión, a pesar de su calidad y su éxito, por haber sido eclipsadas por la ganadora anterior. El cuaderno de bitácora del festival está plagado de vencedores a la sombra de los anteriores, desde Dana sobre Severine y Vicky Leandros, ABBA sobre Teach in, o Izhar Cohen & The Alphabeta sobre Milk & Honey & Gali Atari, hasta Johny Logan sobre todos los triunfadores posteriores irlandeses.

Ucrania y Azerbaiyán, dos cantantes excelentes con canciones estupendas y puestas en escena excepcionales, consiguieron las medallas de plata y bronce. La innovadora y vanguardista Noruega, y la clásica y efectista Rusia, cumplieron los pronósticos en el top 5. Grecia, Malta y Hungría, por su parte, dieron para unos la sorpresa y para otros la confirmación de que el certamen es mucho más que un prototipo de candidatura con cabida para propuestas alegres, frescas y originales. Italia y Noruega, finalmente, obtuvieron una justa y merecida recompensa a su indiscutible calidad y su elegante sobriedad.

Eurovisión 2013 me deja varias conclusiones y sentimientos. El injusto castigo a Reino Unido y Alemania. El festival, salvo honrosas excepciones, hunde a las estrellas internacionales. Sus intervenciones son analizadas y juzgadas con mayor dureza que las del resto de competidores. Ni Cascada con Glorious, ni la hermosa Believe in me del icono Bonnie Tyler, merecían tan humillante resultado.

La debacle yugoslava. Con la ausencia de Bosnia y Herzegovina, y la eliminacion en semifinales de Croacia, ARY Macedonia, Montenegro y Serbia, la gran final de la edición 2013 del certamen de la UER no tuvo ninguna representación de la ex república. Un bloque geopolítico con mucha más tradición, ilusión y verdad que algunos de los que más peso tienen en la actualidad del concurso. Personalmente hubiera clasificado para la gran final el folk y las voces de Croacia, y el color y la modernidad frente a la tradición de ARY Macedonia, no me hubiera importado el pase una juvenil y original Montenegro, y hubiese preferido la clasificación del cuadro serbio frente a otros peores presentes en la ronda de honor. 

La figura de los jurados. El sistema de votación actual me parece ideal. Desde ese punto de partida, mis dudas empiezan a surgir cuando ese supuesto panel de expertos o profesionales permiten la clasificación para la gran final de horrores como Bielorrusia, un despropósito a todos los niveles, frente a joyas como Chipre o Bielorrusia, dos actuaciones magistrales en cuanto a voz, interpretación y sentimiento, o alzan candidaturas como Rumanía, un atentado contra el buen gusto y oído, y hunden propuestas como Francia o Finlandia, aceptables composiciones engrandecidas por un perfecto directo y una vibrante interpretación, en un caso, y una divertida actuación y una reivindicativa escenografía, en el otro. Hasta que no se demuestre que el jurado está compuesto por auténticos profesionales y expertos que voten con objetividad, con criterios justos y gustos individuales, sin influencias geopolíticas o socioculturales, le devolveré la confianza que en este momento solo otorgo a la audiencia, libre y soberana.

Después de 10 días en vivo y en directo desde Malmö, solo me quedan las experiencias, los recuerdos, y las sensaciones que un año más he tenido la fortuna de vivir, rodeado de personas a las que quiero con toda mi alma y corazón, y escribiendo y compartiendo mis palabras con todos vosotros, a las que dentro de muy poco habrá que añadir una nueva página.

CONTIGO HASTA EL FINAL

ESDM con Contigo hasta el final fueron los representantes de España en Eurovisión 2013. Raquel, David y Juan se clasificaron en vigésimoquinta y penúltima posición con ocho puntos. Un fracaso sin paliativos pero solo en cuanto a calidad.

Yo no cambio mi opinión. La elección de El Sueño de Morfeo y Contigo hasta el final me parecía y me parece acertada. Una candidatura fresca, juvenil y radiable que podía salir bien o mal pero al menos aportaba un nuevo camino a las participaciones de TVE en el certamen de la UER.

El fracaso de España en Eurovisión 2013 no lo relaciono con su selección sino con un sin fin de errores en cadena que poco o nada dependierón del grupo. TVE presentó y desarrolló su proyecto con una desconcertante indiferencia. Desde el despropósito de la final nacional, una gala indigna de cualquier televisión pública a todos los niveles, hasta la nula inversión y promoción, transmitían un desinterés por el certamen y sus representantes que no atraían nada bueno ni dentro ni fuera de nuestras fronteras. El pasotismo se extendía a la discográfica de la banda, Warner Music, quienes desprotegieron en numerosos momentos a sus artistas. Sí es cierto que el carácter y la personalidad del grupo les llevó a rechazar algunas propuestas, tanto de TVE como de Warner Music, aunque por su estilo no pegaban en determinados saraos. Yo opino firmemente que tanto la televisión como la discográfica dejaron a su suerte a El Sueño de Morfeo, ya que se podrían haber realizado un sin fin de ideas, y la suerte la hay que buscar porque no viene sola.

La elección del tema para el grupo fue la mejor opción, Contigo hasta el final era la candidatura favorita de la preselección de El Sueño de Morfeo y los eurofans, simplemente ese dato sirve para justificar su selección por que ellos serán quienes se suban a ese escenario, igual que el año anterior con Pastora Soler. Lo sorprendente es que la canción preferida de David, Juan y Raquel no era esa, sino Revolución, eliminada en la semifinal on-line de TVE. Nadie entendió por qué la propuesta ideal para la banda se descartó a la primera de cambio, sin ni siquiera consultar a los principales afectados, cuando era una apuesta comercial y muy vendible como lema dentro de la situación de crisis general e internacional.

La vocalista de El Sueño de Morfeo, Raquel del Rosario, se cargó en directo las escasas posibilidades de un buen resultado. Su voz desafinada y temblorosa, su expresión mecánica y perdida, y sus emociones en un punto perdido entre el miedo y el pánico propiciaron la debacle. Yo absuelvo a Raquel del Rosario. El trato anterior y posterior tanto de la prensa como de los eurofans fue desproporcionado e injustificable. Cuando escribimos en internet o una red social, los comentarios se convierten en armas, las cuales llegan a los propios artistas, personas como nosotros con la diferencia de que ellos tienen una imagen y un trabajo público. Después de seis meses escuchando y leyendo absolutas barbaridades, los nervios traicionaron a Raquel del Rosario en el Malmö Arena, una verdadera artista debería salir al paso de esa presión pero cada uno que busque su parte de culpa en una situación que propiciamos todos, cuando en vez de arropar a nuestros abanderados, les tiramos piedras y montañas de mierda.

Yo me quedo con muchos de los momentos compartidos con David, Juan y Raquel, desde el día que los conocí en su primer concierto de la gira del año 2013 en mi añorada A Coruña, hasta el momento en el que nos despedimos a 24 horas de la gran final, con un enorme abrazo y los ojos llorosos, porque ya se terminaba la semana que nunca debería llegar a su fin. Eso es lo más importante, los recuerdos, tal y como comenzaban estas líneas que me ha costado escribir prácticamente un año, y las experiencias, buenas o malas, ya que todas son un aprendizaje para el futuro y toda una lección de vida.

Contigo que lees estas líneas hasta el final.

Madrid, a 21 de febrero del 2014.