¿OBJETIVO EUROBOTTOM?

Esta mañana, TVE publicaba en su web los temas íntegros de los seis finalistas de Objetivo Eurovisión tal y como se escucharán en la gala de febrero. 'Ouch!' de LeKlein y 'Lo que nunca fue' de Paula rojo, esta última filtrada supuestamente por error en el día de ayer, ya estaban disponibles, así como 'Do it for […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¿OBJETIVO EUROBOTTOM?

Esta mañana, TVE publicaba en su web los temas íntegros de los seis finalistas de Objetivo Eurovisión tal y como se escucharán en la gala de febrero. 'Ouch!' de LeKlein y 'Lo que nunca fue' de Paula rojo, esta última filtrada supuestamente por error en el día de ayer, ya estaban disponibles, así como 'Do it for your lover' de Manel Navarro/ManelN en su versión completa en inglés. Del resto de canciones solo habíamos escuchado unos 30 segundos. 

Bien, para sorpresa de nadie y ganas de todos, el eurodrama se hace presente una vez más. Que si «ManelN es nuestra única opción», que si «Paula Rojo no es Eurovisión», que si «Maika bien, pero meh», que si «decepción por Mirela»… —de Mario Jefferson y su canción prefiero no hablar después de conocer su broma de tan mal gusto en Twitter hacia el colectivo transexual; de LeKlein está ya todo dicho—. Y yo me pregunto… ¿es ManelN nuestra única opción?; ¿la canción de Paula Rojo es apropiada para Eurovisión?; ¿qué pasa con Maika?; ¿esperábamos más de Mirela?

Veamos… 

No. Más allá de ManelN hay vida. 'Do it for your lover' es para muchos un temazo, para otros una canción demasiado repetitiva. Lo que es innegable es que es buena, tiene calidad. El apoyo de los 40Principales la hará ganadora, vaya o no a Euovisión. Otras no tienen esa oportunidad. 

Paula Rojo es Eurovisión. La música es Eurovisión, y ella es música. A menudo se suele comparar 'Lo que nunca fue' con 'Calm after de storm' (Países Bajos 2014) o 'Slow Down' (Países Bajos 2016) únicamente por su estilo country, lo que la situaría hipotéticamente en una buena posición. Sin embargo, le veo más parecido a 'Todas as ruas do amor' (Portugal 2009) y a 'In love for a while' (Suiza 2011), lo que no es del todo malo, ya que consiguieron llegar a la final siendo países que con mejores temas se han quedado por el camino. Me niego a escuchar a los agoreros que la tachan de pasar desapercibida, los mismos que firmaron un Top10 para 'Say Yay!'.

Con Maika pasa lo siguiente: su imagen no vende. Es triste, pero es la cruda realidad. Así lo denunciaba ella misma cuando se presentó a la primera edición de La Voz. Por aquel entonces saboreó la miel de no sentirse juzagada por su físico, alcanzando la final junto a Melendi, pero ya. Fin. Apartir de ahí, mucho y nada. Maika no ha alcanzado el éxito que merece, aún no ha encontrado un tema que haga justicia a su voz y su talento. Con esto quiero decir que 'Momento crítico' tiene un potencial bestial, que de los seis en competición, destaca de una forma increíble, aunque, lamentablemente, siempre bajo mi punto de vista, su voz pide a gritos una composición en inglés. Y en realidad, no su imagen, sino los cánones que marca la sociedad le hacen un flaco favor. 

En cuanto a Mirela… sí, esperábamos más, pero tampoco menos. Se presenta con 'Contigo', un tema latino-español muy nuestro. Hagamos memoria… 'Amante de la luna' (Melody, Pre-España 2009), 'La vida solo es una' (María Isabel, Pre-España 2016), «Es lo que esperan de nosotros en Europa» llevamos repitiendo año tras año. Pese a ello, año tras año enviamos candidaturas «internacionales, frescas, de lo mejor» que no consiguen gran cosa, que no representan la imagen de España que se tiene en el extranjero. Puede que no sea una canción ganadora, que no tenga la calidad de otras candidaturas, es petardeo puro y duro, pero, ¿y qué? 'Qele qele' (Armenia 2008), 'Secret Combination' (Grecia 2008) o 'Zaleilah' (Rumanía 2012); cantada en español e inglés, sonando en las radios más allá de Eurovisión, son temas con los que lo dimos, lo damos y lo daremos todo, y que tanto gustan a día de hoy en el mundo eurofán, y no son más que petardazos.

Entonces… ¿cuál es el problema? Simple: nuestros complejos: nuestro idioma, nuestra cultura, nuestro país en sí, nosotros; y la envidia a Suecia y las potencias eurovisivas. ¿Por qué? Parte del problema se encuentra enquistado en la propia TVE, AET (@aetuiter) os explicaría y conoce la razón muchísimo mejor que yo. Los eurofans creemos tener la verdad absoluta y no aceptamos que nos equivocamos. Aún así me siento orgulloso de los intentos fallidos, a sabiendas de que las cosas se pueden hacer mejor.

Habrá quien me tilde de patriota por defender que vuelva lo español en una candidatura a Eurovisión, que arriesguemos como ya lo hicimos por abrirnos a Europa en inglés, que retomemos nuestras raíces en algún momento como ya lo hicimos con María Isabel o Antonio José en Eurovisión Junior. No me importa. 

Total, si este 2017 vamos a ser carne de bottom, al menos que nos quiten lo bailao. 

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