Hallo Copenhaguen!

Segundo ensayo de España para Eurovisión 2014, el momento de decidir la presentación de nuestra candidatura, después de pulir ciertos aspectos de la primera prueba, y la ocasión de comprobar la efectividad o no de dichos cambios para dar las últimas instrucciones técnicas a la organización y marcar la versión definitiva por parte de nuestra delegación.

La impresión general hoy martes ha sido más positiva si cabe que la del pasado domingo. Sobre la voz y el directo de Ruth Lorenzo ya está todo dicho en el que es nuestro valor seguro. Su actitud y gestualidad continua la senda de la dulzura y la suavidad en lugar de la agresividad y la intensidad de las primeras actuaciones, sin perder su propia personalidad, ya que sino seria una artista totalmente diferente que ni yo, ni muchos, queremos sobre ese escenario.

Hoy se ha desvelado por fin para todo el mundo el gran secreto, la lluvia digital, un efecto digital que se utilizará por primera vez en la historia de Eurovisión. La introducción con el sonido de la lluvia es sublime, una presentación emocionante y original, no hemos sido pocos a los que se nos ha erizado la piel. El multimedia combina los negros y los blancos con una lluvia azul que ha pasado de ser un chispeo a un torrente. La parte inferior de las pantallas así como el suelo refleja un charco con su incesante goteo. No hay agua sobre el escenario pero tampoco hace ninguna falta porque el concepto y la presentación es fantástica.

Tanto o más importante en esta actuación es la iluminación. Golpes de luz que representan los rayos de una buena tormenta. Durante el momento cumbre, a partir del puente, la artista aparecerá y desaparecerá de pantalla gracias a esa iluminación, las famosas luces y sombras que había avanzado, las cuales quedan efectistas y mágicas.

El otro gran secreto, el vestido, ha sido hoy presentado, aunque no en totalidad. Un precioso diseño color champagne de gasa, lentejuelas y cristales, elegante y sencillo, con dos originales motivos en su pecho. Un vestido que impacta en persona pero brilla, nunca mejor dicho, por televisión para lo cual fue ideado y confeccionado.

Los coros, por otra parte, no se verán en pantalla para reservar todo el protagonismo a Ruth Lorenzo. La decisión es puramente visual. Los planos, la iluminación y la propia magia de la actuación requiere esa sobriedad que despistaba con elementos extra en el escenario.

La realización, finalmente, está sobresaliente a falta de los últimos detalles. Un juego de cámaras que capta a la perfección los momentos álgidos de la actuación, las palabras, notas y gestos más importantes, y unos planos muy pensados para arropar cada detalle del escenario. Desde casa no se puede juzgar todo a la perfección porque las voces, la interpretación, el multimedia y cada factor esta pensado para enamorar a través de la pantalla, por lo que os pediría confianza y paciencia en el buen trabajo que se está realizando por todo un equipo de profesionales artísticos y técnicos para conseguir el mejor resultado, en todos los sentidos, e independientemente de nuestros gustos personales.

Este es mi séptimo Eurovisión en directo. Nunca había vivido un festival con tanta seguridad y tranquilidad, ni tanta alegría y optimismo, ni tanta expectación y polémica. Los deberes están hechos, la lección está aprendida, ahora solo queda saber cuál es la nota del examen aunque, independientemente de la calificación, nos quedará el orgullo de un trabajo hecho para ganar.