MELODIFESTIVALEN 2013: LA FINAL 2.0 DE MUCHAS COSAS ANTES VISTAS. ¡QUÉ ALCAZAR NOS PILLE CONFESADOS!

¡Hola, hola mis queridísimos Piscis! Lo sé, lo sé… Habéis tenido que esperar muy mucho desde mi última columna y os debo unas cuantas pero la vida no siempre te da para hacer todo lo que quieres y esta edición, que termina mañana, del Melodifestivalen, no podía terminar sin unas palabritas por mi parte. Las […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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MELODIFESTIVALEN 2013: LA FINAL 2.0 DE MUCHAS COSAS ANTES VISTAS. ¡QUÉ ALCAZAR NOS PILLE CONFESADOS!

¡Hola, hola mis queridísimos Piscis!

Lo sé, lo sé… Habéis tenido que esperar muy mucho desde mi última columna y os debo unas cuantas pero la vida no siempre te da para hacer todo lo que quieres y esta edición, que termina mañana, del Melodifestivalen, no podía terminar sin unas palabritas por mi parte.

Las cinco galas previas, 4 semifinales y una repesca, han sido un éxito de audiencia en Suecia y en toda Europa a través de la web de la SVT, bien es cierto, que se debe al éxito arrastrado por Loreen del año pasado, a que son los anfitriones de Eurovisión 2013 y al buen hacer de Danny y Gina, ya que los cantantes y canciones de esta edición dejan bastante que desear.

Se han clasificado a la final las más salvables (vale, no son tan malas), aunque también se han quedado por el camino unas cuantas merecedoras de estar ahí, y ganará la que el jurado internacional (incluido España, con Federicoooooo – léase cuan Penélope Cruz gritando “Peeeedro” en los Oscars) y el raro público votante sueco quieran en una final impredecible, y vaticino igualada, en años.

Debo hacer una mención especial a ese trío de ‘Mujeres desesperadas suecas’, o lo que es lo mismo, Jenny Something in your eyes, Pernilla Jag vill om du vågar y Hannah Martin Stenmark In Las Vegas wife. O como diría mi amigo Josemi: Rondel Oro, Rondel Verde y Rondel Trans. Por regalarnos el único medio Schlager de esta edición.

Mi más sincera enhorabuena, también, a los presentadores de esta edición, todo un acierto del ‘alma mater’ del Melodifestivalen, Christer Björkman. Gina Dirawi ha sido divertida, profesional, artista y ha conducido el formato como si ella misma lo hubiera ideado.

Danny Saucedo, tras los nervios de la primera noche, se ha crecido y nos ha mostrado una faceta fantástica de él. Divertido, gayfriendly, profesional, elegante (su vestuario ha sido maravilloso cada noche, ¿quién no quisiera tenerlo de fondo de armario? O en realidad, ¿quién no quisiera tenerlo a él en el armario?) han sido sus grandes bazas, además de encandilar a la cámara, pero, sobre todo, regalarnos esos maravillosos números musicales en el Interval Act en la compañía de Lena Philipsson, Kristian Luuk, la propia Gina Dirawi, los magistrales Alcazar y los irlandeses Jedward.

Hablando de Alcazar, para mí, sin dudarlo un instante, tras su actuación, hubiera declarado desierto el premio de esta edición 2013 agradeciendo a sus 32 participantes y hubiera enviado a dedo, como hacemos nosotros con ESDM, a Alcazar con uno de sus temazos. Ellos sí que serían unos anfitriones Deluxe.

Y ahora, los finalistas. Tiriti tiri tiri… Melodi nummer ett…

 

 

1. Ulrik Munther – Tell The World I’m here

A mi juicio, la mejor composición de la noche. La mano de G:son es mágica y hace esta canción con una melodía mágica y muy actual. Ulrik la defiende bastante bien aunque por momentos creo que va a ahogarse y no llegar a la nota. La pantalla que utiliza como fondo es muy original y bonita, y el efecto que recrea es brillante. Muchas veces, en la sencillez, está el buen gusto. Si él fuese más guapo, tendría asegurada la victoria sin ninguna duda.

2.  David Lindgren – Skyline

La canción cocktail para mí, y eso que quienes me conocéis sabéis que es de las que más me gustan, ya que es de las más puro estilo sueco. Es un tema Amazing 2.0 (de Danny Saucedo) y Shout It Out 2.0 (del propio Lindgren). Tanto la puesta en escena (una coreografía 2.0 de Eric Saade), como la voz del cantante son muy potentes y, sin duda, no me importaría nada que fuese la anfitriona pero una anfitriona muy típica y normal que no destacaría mucho. La sonrisa y profesionalidad de David es de agradecer siempre: ¡Tú sí que vales!.

3. State of Drama – Falling

Buena balada rockera con unas voces correctas y buena imagen pero que se queda demasiado sosa y lineal. Si llegasen a Malmö les haría un, chapa y pintura en la puesta en escena y un vestuario más de modernas. No tengo más que decir, he ahí la muestra de la simpleza de toda la candidatura.

4. Anton Ewald – Begging

Merecidísimo pase desde el Andra Chansen, y merecida sería su victoria pese a su limitación vocal y de aire, el pobre se ahoga con tanto baile, si fuese el guapo Anton el elegido anfitrión. Su canción es también ‘swedish style’ y tiene todos los buenos ingredientes para quedar entre las primeras del eurofestival como ya hiciera Saade. Quizá podría convertirse (lo dudo) en el primer repescado en ganar la final sueca. Su estilo ochentero a lo Grease, con los pantalones de cachuli no eclipsan la resplandeciente sonrisa de este guapo corista venido a cantante solista. La boca de Pumuki… ¡Es colosal!

5. Louise Hoffsten – Only the dead fish follow the stream

La apuesta seria de la noche gracias a los votantes del público de mayor edad y más conservador de la preselección sueca. En su lugar hubiera puesto yo a unos cuantos, aunque la canción no está mal. Sin dudar, creo que será de las últimas clasificadas de la noche y para nada la veo como anfitriona.

6. Ralf Gyllenhammar – Bed on fire

Las finales suecas suelen tener canciones de diferentes estilos, y esta es la que cada año hay del suyo. Merecido pase a la final por su puesta en escena llena de fuego – piano incluido – y  la voz de Ralf que engancha. Sería un anfitrión correcto en el Festival, pero creo que los suecos se olvidarán de él a la hora de levantar el teléfono y llamar.

7. Ravaillacz – En rikthing javla Schlager

Primera, de las dos finalistas en sueco, que llega de la mano del grupo extraño que a ningún eurofán gusta y que se cuela cada año en la final tras la sorprendente votación de los suecos. Para mí la última y peor de la noche. No la veo ni ganando, ni en Malmö. Gracias por venir, siguiente.

8. Sean Banan – Copacabanana

El punto de humor lo pone Sean con su histriónica puesta en escena con, quizá, la canción más pegadiza de la noche. Es despliegue de medios, y despropósitos, que lleva esta canción no tendrían cabida en Eurovisión, y no porque la UER lo vaya a penalizar, que no (y más con la manga ancha que se gastan últimamente), sino porque tanta gente no es posible. Sólo se pueden 6 personas participando y Sean necesita mucho más, por lo que los suecos votarían algo que, después, no podría llevarse a cabo. No me disgusta nada de nada la canción, las bananas se meten en mi cabeza (no seáis mal pensados, golosones) pero, aunque con más gusto y mejor canción, ya hemos tenido Chiquilicuatres y Poiers en Eurovisión. Cuidado, que viene fuerte, estará entre los 3 primeros sin duda.

9. Robin Stjenrderg – You

El otro repescado, y también merecidamente, de la noche. Su canción es de las que se te quedan a la primera peeeero necesita perfeccionar su directo. La puesta en escena me encanta aunque eso sí, el vestuario del pobre muchachito embutido en un traje gris perla… Perla, una tallita más no te vendría mal. Ésta sería la muestra perfecta de como Suecia hace canciones: ‘Swedish Style’ 100% sin ser un Schlager. Me gusta bastante y ojalá se rompiera el maleficio de que aquel que viene de la repesca queda bien pero no gana a no ser que las carpeteras suecas se lancen a enviar SMS como locas. Buen anfitrión.

10. YOHIO – Heartbreak Hotel

 Por dónde empezar a definir a este ‘Slim Falete’ sueco (porque uno nunca sabe en qué momentos es hombre o mujer). Su canción es una de las mejores de esta edición pero su ‘personaje’ es lo que me echa para detrás a la hora de decantarme por él. Bien es cierto que esa imagen, diferente, podría ser la que le haga sumar puntos. Unos puntos que vendrán en masa de los votantes desde casa pero que no creo que coincidan con el de los jurados. Ya hubo unos The Ark por Suecia en 2007, y no quedaron muy bien clasificados, precisamente.

 

–> Y eso es todo amigos. Mañana la suerte, y lo que la mano del Sr. Björkman haya podido, decidirán el anfitrión del Festival de Eurovisión 2013. Malmö va a ser un año de cambios, y pese a lo que pensáis muchos, yo creo que va a ser un gran Festival, no de canciones, sí de otras muchas cosas.

Pero todo eso ya pertenece a otro momento, a otra columna, a otra historia, que prometo, llegará pronto y antes de lo que esperáis.

Sed buenos… Os leo en la web, Facebook y Twitter (@IsaacUE).

“Así fueron las cosas y así se las he opinado”.

 I.-

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