MANERAS DE ENTENDER EUROVISIÓN

Brequette vs. Ruth Lorenzo. La preselección española de 2014 será recordada no sólo como una de las mejores de los últimos años, sino también como una de las más polémicas entre el mundillo eurofan. Hoy no quiero entrar a valorar las canciones, las versiones “definitivas”, los directos ni todo eso de lo que se está […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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MANERAS DE ENTENDER EUROVISIÓN

Brequette vs. Ruth Lorenzo. La preselección española de 2014 será recordada no sólo como una de las mejores de los últimos años, sino también como una de las más polémicas entre el mundillo eurofan. Hoy no quiero entrar a valorar las canciones, las versiones “definitivas”, los directos ni todo eso de lo que se está hablando, sino lo que pasa detrás de los micros. Y es que no olvidemos que Eurovisión es un concurso a nivel europeo y una plataforma indiscutible de promoción. Sin embargo, hay varias formas de entender y llevar a cabo esta promoción y esto es de lo que me gustaría hablar hoy, porque cada uno de nuestros candidatos puede identificarse claramente dentro de ellas:


Manera número 1 – Relanzamiento musical

 “Que vuelvan a hablar de mí aunque sea mal”. Esto es lo primero que debieron pensar tanto Pastora Soler como ESDM cuando les propusieron acudir a Eurovisión. Ambos casos son similares. Artistas que tuvieron su momento de gran éxito en las radio fórmulas españolas (pagado, por supuesto, pero eso es otra historia) pero que cayeron en un limbo mediático. ¿Alguien sabe qué fue de Pastora Soler entre su Corazón congelado y su Quédate conmigo? ¿Alguien tenía conocimiento de El sueño de Morfeo más allá de su Nunca volverá y Para toda la vida? Por supuesto que los fans de ambos dirán que sí, pero el gran público no. El resultado para ambos fue el mismo, volver a estar durante unos meses en el ojo del huracán recuperando, para bien o para mal, una fama relativamente perdida.

Esto es lo que intenta conseguir este año Raul, artista que tuvo su gran momento de gloria (gracias también a Eurovisión) del que nunca más se supo. Para bien o para mal, esta preselección ha hecho que vuelva a estar en boca de todos y que, al menos, vuelva a tener sus 3 minutos en TVE… y ya sabemos que un solo minuto en televisión vale millones.


Manera número 2 – Lanzamiento definitivo

“A la tercera va la vencida”. David Civera lo intentaba pero no conseguía lanzar su carrera. Empezó en Lluvia de estrellas, grabó un disco en 1998 con escasa repercusión, participó en Canciones de nuestra vida y, finalmente en 2001 consiguió lanzar su carrera gracias a Dile que la quiero y a un 6º puesto precisamente en Copenhague en 2001. Eurovisión supuso para él un empujón definitivo a una carrera que no conseguía despegar.

Esa misma estela es la que intenta seguir Jorge González… OT, La Voz, Qué tiempo tan feliz. Ya lo intentó hace unos años en Eurovisión y ahora vuelve a la carga. Está siguiendo precisamente ese perfil en un discreto segundo plano, sabiendo que su oportunidad no es la preselección si no el propio festival de Eurovisión. Sin embargo corre el riesgo de nunca llegar a la meta y desaprovechar el camino. Quizá debería darse más protagonismo, por si sus planes fallan y se convierte en el sucesor de Coral en lo que a intentos se refiere.

 

Manera número 3 – Darse a conocer gracias a la fama de otro

“Cría fama y échate a dormir”. Esto es lo que debió pensar Massiel cuando ganó aquel Eurovisión recordado por todos. Es el mejor ejemplo de vivir de las rentas de una sola canción por los restos. Pero Massiel se benefició primero de la fama del Duo Dinámico (compositores del La, la, la) e incluso de Serrat con aquella polémica que no hace falta recordar.

Esto debe ser lo que está persiguiendo La dama. Una desconocida que, sinceramente, dudo mucho que tenga mayor aspiración en Eurovisión que el hecho de dar más fama a Melendi y, de rebote, intentar ganar ella misma algo de notoriedad en un mundillo en el que no acaba de encajar. Para mí no es más que una cabeza de turco, y si consigue ir ella a Eurovisión el gran beneficiado será el que es su pareja y creo que de ella no volveremos a saber nada de nada.

 

Manera número 4 – Iniciar una carrera

“Un viaje de mil millas comienza con un primer paso”. Brequette y Ruth, Ruth y Brequette. Ambas con un pasado similar. Ambas han comenzado sus carreras en hoteles turísticos, ambas han participado en programas de televisión y ambas se quedaron a las puertas de la final de dichos shows. Ambas son igual de conocidas para el gran público español, es decir, nada o casi nada. Ruth puede ser conocida en Reino Unido, no lo dudo, pero no mucho que más de lo que aquí puede ser conocido Jorge González o cualquier triunfito. Brequette tres cuartos de lo mismo. Ambas buscan en Eurovisión darse a conocer, pero cada una está tomando caminos diferentes hasta el punto de convertirse en la cara y la cruz de una misma moneda.

En el caso de Ruth, está tomando la máxima del “estar hasta en la sopa”. Promociones, blog, Facebook, Twitter y todo lo que está en su mano para promocionarse. Algo loable pero que peca de cierta falta de inteligencia o desconocimiento de la realidad española donde todo lo que sobresale se expone a un apaleamiento. Ruth corre el riesgo de lo que yo llamaría “el efecto Shakira”. Cuando un cantante empieza a aparecer a todas horas en todos los medios corre el riesgo de que el público se hastíe y genere polos opuestos de simpatías, ganándose una multitud de fans incondicionales, pero a la vez una multitud de detractores igual de incondicionales. Aun así consigue su objetivo: que el gran público sepa que existe una cantante llamada Ruth Lorenzo.

Brequette, sin embargo, peca justo de lo contrario. Su objetivo es el mismo pero está eligiendo la “táctica del camaleón”. Se está mimetizando con el entorno para pasar lo más desapercibida posible de modo que pueda dar un toque de gracia final y certero. Sin embargo, esta táctica tampoco es muy inteligente, ya que corres el riesgo de que al “sacar la lengua” no aciertes y se escape la presa, perdiendo no sólo la partida si no perdiendo la oportunidad de obtener cierta notoriedad. ¿Alguien se va a acordar de Brequette si finalmente no es la elegida para representar a España en Copenhague? Brequette (y sus fans) están confiando demasiado en ese momento final y puede ser perjudicial para la propia participante de La voz, ya que pasado todo este periplo puede que se quede sin su objetivo de darse a conocer.

En ambos casos, no obstante, estoy empezando a dudar de que ninguna de ellas quiera realmente exponerse a Eurovisión.

En el caso de Ruth porque creo que lo que busca es entrar en el mercado español, y por eso su meta es que la conozcan a toda costa de una forma sencilla y barata (sin el apoyo de una promoción multimillonaria) pero nada más. Creo que lo que quiere realmente es sacar su disco, comenzar una carrera a largo plazo y no ser recordada por “la que participó en Eurovisión en 2014” por lo que dudo que su meta sea ir a Eurovisión.

En el caso de Brequette, sin un disco en camino y sin ser compositora, creo que lo que puede estar buscando no es más que un altavoz para que productores, compositores y compañías sepan que existe y la ofrezcan trabajo. De ahí su perfil “bajo” para no crear demasiadas antipatías y poder llegar a un mayor número de posibles contratantes.

Todas estas maneras de entender Eurovisión son la mar de loables. Todas. Ninguna es mejor o peor pero hay que saber cómo afrontarlas para obtener el máximo beneficio. Y dicho esto, sólo desear que se cumplan sus objetivos y darles las gracias por hacer de este 2014 un año la mar de entretenido.

Gracias por leerme.

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