LA PUESTA EN ESCENA DE SORAYA

     Como muchos de vosotros, y ante la imposibilidad de estar en Moscú como a mí me gustaría, he seguido de forma casi obsesiva toda la información que a lo largo del fin de semana hemos conocido de los últimos ensayos individuales. Ya había seguido los anteriores pero estaba expectante por conocer lo que nos […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

LA PUESTA EN ESCENA DE SORAYA

     Como muchos de vosotros, y ante la imposibilidad de estar en Moscú como a mí me gustaría, he seguido de forma casi obsesiva toda la información que a lo largo del fin de semana hemos conocido de los últimos ensayos individuales. Ya había seguido los anteriores pero estaba expectante por conocer lo que nos tenía preparado el equipo de Soraya como puesta en escena este año. 

     
Además de contemplar casi todos los videos colgados en Youtube con los dos ensayos españoles, he leído vuestros comentarios en esta página, he seguido atentamente las opiniones de otras páginas webs euro visivas y creo que puedo sacar mis propias conclusiones. 

     
Reconozco que debería haberme dado un tiempo para reflexionar porque lo que voy a expresar lo hago en caliente, y quizás debería dejar enfriar mi ánimo. Pero muchos de vuestros comentarios me han hecho reaccionar como si tuviera un resorte y lanzarme a escribir esta columna que trata de ser constructiva, aunque no ocultaré mi enfado con las opiniones de muchos de vosotros. 

     
Hay una parte del colectivo eurofan que habitualmente expresa sus opiniones de una manera absolutamente dramática. Son capaces de aupar a un artista al Olimpo y al minuto siguiente hacerle descender a los infiernos sin darle el menor respiro. Sus formas de expresar en ocasiones histéricas pasan de verlo todo blanco a verlo todo negro sin despeinarse. Ese colectivo, sólo una parte de los que seguimos el festival afortunadamente, claman su decepción a los cuatro vientos, algunos incluso llegan a dudar ahora de si elegimos una buena representante este año.

     
A este colectivo les digo: Chicos, me tenéis perplejo, podría deciros que no tenéis ni puñetera idea pero no lo haré para no ofender a vuestros histriónicos ojos pero sí os pido un poquito de respeto por el trabajo de los demás. Llevamos a una mujer que todo el mundo debemos coincidir en que se lo ha currado, en que lleva varios meses viviendo por y para la final del día 16 de mayo. ¿Creéis en serio que alguno de vosotros tiene más interés que ella en sorprender, en triunfar ese día? La respuesta está clara por más que parezca que a muchos de vosotros os va la vida en ello. Vuestra reacción sorprende por los argumentos. Da la impresión de que sólo estaríais contentos por ejemplo si Soraya se hiciera el HaraKiri en el escenario (eso sí que sería sorprendente, ¿no?). 

     
Es curioso que mientras vosotros bramáis, la puesta en escena española era la mejor valorada por los lectores de la página griega de Oikotimes en esta octava jornada de ensayos. ¿Cómo puede ser que aquí en España siempre seamos tan destructivos con lo nuestro? Siempre me dejará escocido esta actitud tan nuestra. 

     
Pero este artículo sería tan sólo un desahogo personal si no me dedicara a lo verdaderamente importante, a la propuesta que Soraya presenta en Moscú. No tengo más información que vosotros pero no hace falta ser un lince para darse cuenta de algunos aspectos. El primero, la famosa sorpresa que consiste en que en un momento determinado, laq extremeña desaparece de lo alto de la escalera y unos segundos más tarde, aparece en la parte izquierda del escenario cantando. Cuando uno lo ve con una cámara fija, y probablemente cuando los eurofans lo vean en el escenario, el efecto quedará algo diluido. Sin embargo, si tenemos una realización que subraye el número de magia, desde luego que impactará. Si encima está aderezado con algún tipo de fuegos de artificio, creo que alguno tendrá que cerrar definitivamente la boca. 

    
Desde mi modesta opinión, el inicio de la coreografía es impactante, muy bien pensado para atraer la atención del público sobre la canción. Hay otro momento que me parece que será muy televisivo, es el momento anterior a la aparición de Soraya, las tres chicas y los dos chicos haciendo una diagonal que he visto en la realización “oficial” y que quedaba realmente bonito. Nos ha llamado la atención la actuación final de los dos bailarines haciendo gestos de ánimo al público pero me da que esto tendrá su sentido en la final puesto que la propia Soraya ya ha dicho que se han reservado uno o dos detalles aún. Así que paciencia.

    
El único detalle que no termina de convencerme, como a muchos de vosotros, es el fondo pero, al menos, es alegre y variado. Desde luego no es de los peores que he visto éstos días en los ensayos. Y tampoco se puede culpar a los nuestros de eso, ¿no?

     
Y no quiero olvidarme de dos detalles finales. Por un lado, la fuerza de Soraya en el escenario y ante la cámara que subrayan todas las páginas eurovisivas. Ella canta como Dios, tiene garra y enamora a quienes la ven. En ese caso, no es estrictamente necesario llevar la mejor puesta en escena para ganar el festival. Otros cantantes, como Sakis Rouvas, que con todos los respetos tiene grandes carencias vocales, sí que necesita otros aderezos para atraer al telespectador. 

     
Por último, recordaros lo que España ha llevado en los últimos años a Eurovisión. Una guitarra de juguete el año pasado con el Chikilicuatre, unos tambores con los D,Nash, unas sillas de Ikea con las Ketchup, unas faldas de volantes las Son de Sol y poco más. Esas fueron sus “sorpresas”. ¿Y todavía no os parece suficiente? Desde luego, no me extraña que sea frustrante para nuestra representante leer alguno de los comentarios que han escrito algunos eurofans españoles estos días. 

     
En fin, por mi parte, lo único que creo que debo hacer en estos momentos es tener paciencia para ver el resultado final el próximo sábado y sobre todo, intentar animar lo más posible a la rubia extremeña.

 

Conversación