GESTMUSIC SALVA A TVE EN EUROVISIÓN

Ya ha comenzado ¡Quiero Bailar!, el programa que empleará Televisión Española para seleccionar a los bailarines que acudirán a la segunda edición del anodino Festival de Eurovisión de Baile, que se celebrará en septiembre en Glasgow. Un nuevo formato, y con una meta: Eurovisión. Inevitable es comparar este método de selección con aquel ¡Salvemos Eurovisión! […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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GESTMUSIC SALVA A TVE EN EUROVISIÓN

Ya ha comenzado ¡Quiero Bailar!, el programa que empleará Televisión Española para seleccionar a los bailarines que acudirán a la segunda edición del anodino Festival de Eurovisión de Baile, que se celebrará en septiembre en Glasgow. Un nuevo formato, y con una meta: Eurovisión. Inevitable es comparar este método de selección con aquel ¡Salvemos Eurovisión! que utilizó la cadena pública para elegir al cómico ya difunto que acudió a Belgrado, o el “¡Mira quién Baila!”, usado para los mismos menesteres del Eurodance el año pasado.

Gratamente sorprendido -y un poco indignado, por qué no decirlo- me hallo al encontrarme con un programa fresco, moderno, juvenil, entretenido y, ante todo, PROFESIONAL, más en la línea del “Fama” de Cuatro, que del ya histórico “¡Mira quién baila!”.

¿Dónde está la caspa que envolvía antaño ese “¡Mira quién baila!” de Poty y la Igartiburu? ¿Dónde está el halo de frikismo y cutrez, y las limitaciones del programa de la jovencita Carrá con el que la cadena pública ha querido vendernos una supuesta salvación de Eurovisión? ¿Dónde están las coreografías añejas a las que nos tenía acostumbrados TVE, más si esas coreografías iban destinadas a Eurovisión?

Sin hacer mucho ruido, TVE ha recurrido a Gestmusic, la productora de Operación Triunfo, para ofrecernos un formato de los más visual, innovador y atractivo, con pinceladas que en mucho recuerdan al concurso musical.

Una cara nueva en la presentación, Josep Lobató, ¿el Jesús Vázquez de La 1? Y caras nuevas en el plantel de profesores y coreógrafos, donde predomina el anonimato del trabajo y la profesionalidad internacional de Nick Florez y María Torres sobre la fama y la popularidad nacional que visten la mediocridad de Poty.

El presentador Josep Lobató, con los coreógrafos Nick Florez y María Torres

Grandes y de prestigio en todo el mundo son Florez y Torres. El primero ha trabajado con grandes estrellas del pop como Will Smith, Lil Kim, Anastacia, Mya, Smash Mouth, Mary J. Blige, Blink 182, Queen Latifah y Madonna, mientras que la segunda fue la chica de rojo en el musical “Swing”, nominado a los premios Tony, y ha participado en la película “Baila conmigo”.

Un insulto sería comparar las coreografías planteadas por estos grandes profesionales con las ideadas y a las que nos tiene acostumbrados el coreógrafo oficial de TVE y de muchas ediciones de Eurovisión, el queridísimo y anclado en el pasado Poty. La palabra reciclaje parece que no va con él.

El casting también ha sido todo un acierto. Concursantes anónimos, jóvenes, frescos, modernos, muy alejados del bailarín tipo, ya pasado, de ¡Mira quién baila!, con un único fin: BAILAR. Nada de excentricidades ni salidas de tono. Nada de intrusismos interesados. Nada de chikilicuatres danzarines, ni Discos y Gráficas ortopédicas. Un programa de baile para bailarines. Y si, señores, aunque parezca mentira, estamos en Televisión Española, la misma que ideó ese rancio ¡Salvemos Eurovisión!, la misma que apostó por un cómico para representarla en el Festival de música más importante del mundo.

La selección de canciones y estilos también sorprende. ¿Dónde quedaron pasodobles como “El Gato Montés” y “Amparito Roca”? ¿Y vals como “El Murciélago”? TVE, pareces otra. Ahora se atreve con los ritmos electrónicos de “Shame”; con Leona Lewis y su “Bleeding love”; con el “Rehab” de Amy Winehouse; Bonnie Tyler y su histórico “Total eclipse of the heart”; con fusiones interesantes entre la danza y el hip hop a ritmo de David Bisbal; Avril Lavigne… ¡Hasta el grafismo del programa, con reminiscencias grafiteras, imprime modernidad y vanguardia! Nada de cutres escenarios, sino inversión para dotar al programa de un gran escenario, con los recursos y los medios técnicos necesarios para hacer un buen trabajo.

Emy y Roberto coreografiaron "Total eclipse of the heart" de Bonnie Tyler

Interesante también es la función del jurado, compuesto por los prestigiosos bailarines y coreógrafos Cristina Hoyos, Ramón Oller y la venezolana Belén Lobo, que realiza la primera criba de los mejores bailarines y deja en manos del público elegir entre los que menos despuntan. Eso sí, este procedimiento, utilizado también en Operación Triunfo, garantiza que los mejores llegarán a la final.

Definitivamente, de este programa “blanco”, como lo ha definido su directora, Pilar Zamora, y si ningún interés externo en forma de Buenafuentes o Aragones lo pervierte, saldrá la mejor pareja que acudirá al Festival de Eurovisión de baile en Glasgow. A priori, y si se impone el trabajo y la profesionalidad como parece, un buen resultado la espera a TVE en este festival.

Ahora bien, en el aire quedan las siguientes preguntas: ¿Por qué TVE apuesta por este Eurodance y se toma a cachondeo el decano Festival de Eurovisión? ¿Por qué TVE no utiliza un formato similar cargado de PROFESIONALIDAD e INVERSIÓN para el verdadero Festival de Eurovisión? ¿Por qué TVE invierte en un seguro de vida como es Gestmusic para Eurodance y no para el Festival de Eurovisión? ¿Por qué, si TVE sabe hacer un buen trabajo, no lo hace para el Festival de Eurovisión y se vende a intereses espurios? ¿Será porque TVE sabe que si gana no lo tendrá que organizar el año siguiente?

A pesar de estas dudas, mi enhorabuena a TVE por recurrir a quien verdaderamente salvará, o al menos se tomará en serio Eurovisión: GESTMUSIC. Esperemos que la cadena del señor Pons tome buena nota para Eurovisión 2009 y apueste por un formato profesional de verdaderos CANTANTES para acudir a Moscú. El trabajo, la inversión y la profesionalidad luego se premian. Y si no, que se lo pregunten a Dima Bilan.

 

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