¡FAIRY(TALE)CUNDE MUCHO MÁS DE LO QUE CUESTA!

¡Zeuyín ya he vuelto! Han pasado cerca de dos meses desde que no escribo… Después de mudanzas y cambios de aires me he decidido a hablar sobre Eurovisión de nuevo… ¡Me cansa! ¡Me cansa oir todos los años las mismas bobadas de gentuza que ni ve el festival ni sabe siquiera inglés! ¡Ya está bien […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¡FAIRY(TALE)CUNDE MUCHO MÁS DE LO QUE CUESTA!

¡Zeuyín ya he vuelto!

Han pasado cerca de dos meses desde que no escribo… Después de mudanzas y cambios de aires me he decidido a hablar sobre Eurovisión de nuevo… ¡Me cansa! ¡Me cansa oir todos los años las mismas bobadas de gentuza que ni ve el festival ni sabe siquiera inglés! ¡Ya está bien de “intrusismo”! Todos podemos opinar pero siempre con motivos en los que fundamentarnos… Estas son mis conclusiones sobre el EuroCrack de 2009:

1. El “Retonno” del vecinismo: ja, ja, ja… Gracias a Portugal, Andorra y los votos de los Erasmus en Suiza rascamos algo… Pero claro, eso no cuenta si tu pasado no es soviético… Sólo los del Este se votan entre sí y este año ha ganado Noruega y segunda Islandia… Reino Unido quedó quinta y Francia octava… Claro, sería por los jurados a los que tanto se apelaba en ediciones anteriores y que este año han pasado de España… ¡Qué follón! ¿En qué quedamos? Pues en que Noruega ha gustado, ganó y punto. Los vecinismos se liman con los votos del jurado pero no han hecho que Ucrania, Rusia o Rumanía, ni incluso los todos poderosos balcánicos, se alcen con buenas posiciones. Por lo tanto, la teoría del vecinismo pierde cada vez más fuerza.

2. Vota vota al ¡boicot!: Meccc… Al principio tenía hasta sentido, pero sinceramente: NO. Las televisiones públicas de nuestra querida y amada Eurasia-Eurabia-Antigua Europa no pierden el tiempo en condenar cutrerías. España es más que TVE, el problema se encuentra en considerar TVE=España. No me imagino al Ejecutivo español eligiendo imagen para Eurovisión (la SGAE tendría mucho que ver ja, ja, ja), pero TVE no contempla la ventana-puente-oportunidad-importancia que este certamen tiene para nuestro país y los talentos que hay en ellos. El boicot es la excusa de: mal de muchos consuelo de tontos. Es decir, el niño que suspende en la escuela le dice a su madre: “es que mi maestra me tiene manía”; también la excusa de: “me pasaron los apuntes equivocados”. ¿No deberías estudiar más, niñato? Ya basta de excusas baratas de conspiraciones judeo-masónicas contra España, perdón, TVE. Nadie boicoteó a nadie, se nos evaluó y salimos mal. Nos fuimos del Eurovisión de baile y del infantil a “la francesa”, o debería decir “a la TVE”: todo elegido, preparado y “ahí te quedas EBU/UER”. Lo de las semifinales no tiene nombre. No voy a darle más repercusión que la que ya se le ha dado, pero aparte de la sanción que la EBU/UER le vaya a poner, el Congreso debería también sancionar todas las irregularidades que la TV que pagamos comete, que cuando alguno de nosotros no cumplimos lo acordado con el Estado nos meten cada puro…

3. ¡A poyeyos! ¡Soraya! En honor a la verdad, la actuación de Soraya ha sido de las mejores desde Beth. Me puso los pelos de punta, porque ver a una artista representar a mi país de tal manera fue motivo de orgullo, así es. Ella lo hizo genial, pero le fallaron muchas cosas. “La noche para mí” hubiera triunfado en los festivales de principios de siglo, pero no ahora. Analicemos:

-vestimenta: la ganadora sueca de 1999 llevó algo similar a lo de Soraya. Colores rositas y pasteles con tela de goma-piel que da sensación de que está mudando las escamas por partes como si de una serpiente se tratase.

-coreografía: buh, la de antes estaba mejor. Lo del pañuelo sobraba aunque bueno…

-coristas: simplones…

-imagen en general: indefinida… A Soraya no la caracterizaba nada, ni el corte de pelo a lo escandinavo, ni la pronunciación inglesa ni lo más importante: LA CANCIÓN.

La canción estaba desfasada, era aburrida y a mí no me gustó desde el principio. No obstante, en conjunto, creo que Soraya daba mucho en el escenario. Me sentí orgulloso de que nos representase, pero le perdieron muchas cosas, ya que en el último momento demostró poca deportividad y profesionalidad. Las frases míticas de “a mí no me hunde ni Dios” o “por fin a casa” denotaban un estado de cabreo-decepción-no-me-lo-esperaba. Apenas dijo algo bonito de la canción noruega cuando fue a su “casa”=Antena 5 o como se diga… Total, poquitos puntos, pa'casa y otra vez será.

4. Grandes canciones. Desde luego los últimos años impares son de mayor calidad que los pares, o eso pienso yo… 1997, 2003, 2007 y ¡2009! Muchas canciones y mucha variedad. Las ganadoras morales fueron, según mi juicio:

FRANCIA: voté por ella, hacia años que no existía tanta profesionalidad en el escenario de Eurovisión. Sobria, sencilla, de negro y sin marionetas que enturbiaran lo importante: LA CANCIÓN (parece que a veces olvidamos lo de la canción…). Salió tercera y quedó octava pero merecía más, merecía ganar. La canción de Francia debe entrar en el altar de las míticas Un jour, un enfant o Dors mon amour. Y no clásico no pasa de moda, que sé que más de un descerebrado considera que la música lenta no es moderna, fina o soberbia. La interpretación de Patricia Kass superó con creces en voz y escenografía al resto de países. HE DICHO.

ESTONIA: pensé que quedaría incluso mejor pero no… Sin embargo, la originalidad e impresionismo del pequeño país báltico dejó huella. Menos mal que olvidaron viejas experiencias como las del año pasado… Ahora Estonia ha descubierto un nuevo camino para volver a ganar. La canción y el grupo de Estonia encantaron y hechizaron al público. Me recordaron a las estonias de hace diez años en Jersusalén, incluso el estilo es un poco New Age ¿no os parece?

RUSIA: Antes de lanzarme cuchillos y dardos envenenados, os recomiendo ver la actuación de nuevo y escuchar la canción. La intérprete es una borde soberbia rusa, no lo discuto, pero la canción es que era muy “rusa”. La música de fondo y la imagen del entorno de la actuación del país anfitrión estaban cargadas de simbolismo y me gustaron muchísimo. Hacía años que Rusia no cantaba en su preciosa lengua. Lo único que le falla es el ataque epiléptico que sufre cuando la canción está a punto de terminar, pero se lo perdono.

Cada una en su bendita lengua y con pocas parafernalias, fueron las mejores para mi gusto. Pero ¿qué pasó con Suecia, Reino Unido, Turquía, Grecia o Islandia? Pues que me decepcionaron por muchos aspectos. Me gustaban antes, ya me cansan…

Suecia: cantó mal y Eurovisión le vino grande. Es una pena que su apuesta no fuera interpretada en condiciones porque era muy original.

Reino Unido: ¿a qué sabe el violín Jade? Después de tragarse un poco del violín del músico, esta chica lo hizo muy bien, pero era muy sosita y la canción-musical no era para tanto. Es la típica banda sonora para la adolescente fea y con espinillas que descubre que es bella y puede enamorar al chico de sus sueños. Jade enamoró a gran parte de Europa, pero no creo que fuera mucho más.

Turquía: La turca solo chillaba. Además de tener que matar a su peluquero, debería aprender a cantar en directo y no hacerlo con el playback. Turquía ha quedado en un injusto cuarto puesto (¡yo que soy trucófilo!). Hadise lo hizo mal, bailó mal y explotó mal su tiempo.

Grecia: mi amigo Paco no supo aprovechar su tiempo tampoco. Si no hubiera sido por la corista que tenía detrás ayudándole a defender la apuesta helena, dudo que hubiera pasado a la final. Sakis sorprendió con su coreografía, pero es que eso ya no es lo que impacta. Demasiado bien quedó… Que conste que me encantó, pero había cosas mejores.

Islandia: el traje de sevillana le delató… La islandesa se vino a Córdoba después de cantar para subirse a la noria de la Feria de Mayo. Genial canción, me encanta, quedó segunda con todos los honores, pero… ¡Horrible traje! Lo importante es la canción, ya lo sé, pero como no sólo escuchamos, sino que también vemos… Fue el hazme reir de muchos y con motivo. De todos modos, enhorabuena a Islandia, un país muy castigado en las votaciones y con canciones míticas en su lista histórica de participaciones.

5. “Eurojartón”. Eurovisión está muy contaminada. Sobran países y sistemas enrevesados. No todos los países que participan deberían hacerlo, no todas las canciones que van deberían asistir y no todos los votos tienen el mismo valor. Eurovisión cansa a la gente. Muchos países, muchas banderas y nadie las recuerda. Lo que la gente busca es entretenimiento y diversión. Los participantes buscan promoción. Cuarenta y tantos países en semifinales (la gente aún desconoce esta tónica de semifinal…), participando intérpretes variopintos, sosos y explosivos en muchas ocasiones… No podemos exigir a la gente que se culturice para ver el Festival, pues el Festival debe servir a la gente, entretenerla y satisfacer. Si no lo consigue, tenemos un problema que no sabemos resolver… Un festival no puede ser tan abarcador, no tiene sentido, el multiculturalismo es posible hasta cierta medida. Yo creo que debería reducirse el número de participaciones (¡por salud!) y que el sistema de votación fuese exclusivo a los jurados. Pero no jurados del pueblo, sino profesionales. ¿Por qué? Cuando huele a dinero son los primeros en valorar lo bueno: véase Noruega, cuyo cantante ya tiene álbum o al menos promoción en Europa. Los profesionales, los que trabajan y viven de la música, son los que tiene que evaluar la calidad y capacidad de la canción y el intérprete. El ideal de que seamos la sociedad o los televidentes los que votemos es noble, pero inviable. No todos tenemos posibilidades de emitir voto y no todos votan en las mismas condiciones. Así que empecemos a cambiar el concepto de macrofestival todopoderosos multicultural porque hace aguas. Recordemos que hay países que ya se están cansando como Bélgica o Países Bajos. Países históricos que no deberían nunca marcharse, no suframos otro momento Italia'97 o Luxemburgo'93. El hecho de que España se marche me entristecería mucho. El festival no sería el mismo, al igual que no lo es desde que no está Italia, y quien lo niegue es bobo. Evidentemente se celebraría el festival, pero ya serían muchos los países históricos que le dan la patada al mismo. El referente inmediato se encuentra en el Eurovisión de niños, se fue Reino Unido, España, Alemania ni se interesó, Francia probó sólo una vez, al igual que Suiza… ¿Qué queda? Aparte de Portugal, Grecia o Bélgica, está todo el antiguo COMECON con canciones cada vez más cutres y patéticas…

Así que, y como conclusión final, tendremos que esperar otro año a ver qué pasa con España. Mientras tanto, recomiendo a TVE que sea más profesional, que cuando quiere lo es, que organice algo en condiciones y promocione a nuestro intérprete, que haga relucir su nombre de nuevo y se deje de “cutrerías”, que invierta bien el dinero de los españoles. Le recomiendo a Soraya que siga luchando por su carrera y que no pierda la ilusión, que no pierda esa garra y siga sorprendiéndonos. Le recomiendo a la EBU/UER que, y pese a que los resultados cada años sean mejores en audiencia, beneficio y satisfacción; innove y cree un festival más ligero, atractivo para la sociedad y justo (no lo digo por el ganador). Además, que invierta en la promoción de los ganadores, que los promocione, invierta en ellos y en su carrera. Y por último, quiero dar mi más sincera enhorabuena al equipo de esta página web, que en todo momento informa, contrasta y está abierto a las opiniones más variopintas sobre Eurovisión. En especial, a todos aquellos que os habéis desplazado a Moscú y nos habéis mantenido informados. ¡Sois geniales!

 

Un beso a todos, buena suerte y ¡hasta la próxima!

 

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