EUROVISION 2020: EL MAYOR EURODRAMA DE LA HISTORIA

Me ha costado mucho hacer esta columna debido a estas circunstancias excepcionales que estamos viviendo. Son unas circunstancias a las que no hemos escapado nada ni nadie, y Eurovisión no ha sido una excepción. Como todos ya sabéis, me gusta hacer un análisis personal de la semana de Eurovisión, pero como ya por todos es […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EUROVISION 2020: EL MAYOR EURODRAMA DE LA HISTORIA

Me ha costado mucho hacer esta columna debido a estas circunstancias excepcionales que estamos viviendo. Son unas circunstancias a las que no hemos escapado nada ni nadie, y Eurovisión no ha sido una excepción. Como todos ya sabéis, me gusta hacer un análisis personal de la semana de Eurovisión, pero como ya por todos es conocido, este año nos hemos quedado sin nuestro amado festival. Por primera vez en sus casi 65 años de historia Eurovisión ha tenido que cancelarse debido a la pandemia del coronavirus. Quede por delante que, aunque el título de mi columna se refiera a nuestro drama musical, el verdadero drama es el que han sufrido todos los que han padecido esta terrible enfermedad y aquellos que han perdido a familiares y allegados. Desde aquí mi más sentido pésame y mensajes de ánimo.

Ya sumidos en pleno confinamiento, el 18 de marzo la UER anunció lo que todos imaginábamos, pero nadie queríamos escuchar. El Festival de la Canción de Eurovisión, se cancelaba por primera vez en su historia. No pudo con él ni las guerras, ni los conflictos armados, ni los conflictos territoriales, ni las huelgas ni los conflictos laborales, pero sí una pandemia a nivel global. Desde entonces hemos vivido en una especie de eurodrama colectivo y un estado casi de depresión no sólo posteurovisivo. Esta vez la depresión ha sido antes, durante y después.

Esta columna es la más extraña de cuantas he escrito, sin embargo intentaré descifrar desde mi punto de vista personal qué aspectos negativos y positivos he podido ver en esta edición de 2020. En este caso empezaré con los aspectos negativos para finalizar con lo positivo que ha traído este año.

Lo negativo de este año

Por supuesto, lo peor ha sido el quedarnos sin Eurovisión por primera vez en casi 65 años historia. Esto nos retrotrae a recuerdos tan lejanos que muchos de nosotros no habíamos nacido: los festivales de 1956 y 1964, aunque de ambos se conservan los audios. De 2020 nos quedará el recuerdo de aquello que pudo ser y no fue.

Nos hemos quedado sin el salseo de los ensayos, de hacer nuestras quinielas, de ver el mayor espectáculo musical y visual que existe, las postales, el momento por antonomasia que es la tensión de los votos. Este año nos hemos quedado sin alegrías y sin eurodramas, tal vez este año todos los eurofans compartimos un drama colectivo. Y por supuesto, no podremos disfrutar en DVD las actuaciones una y otra vez.

Nunca sabremos quién sería el ganador de esta edición. Nos hemos perdido la verdadera salsa de Eurovisión que son las votaciones. Nos hemos quedado sin saber si ganaría Rusia, o Italia, o Islandia o Bulgaria por primer vez en su historia, o si algún país habría dado la sorpresa. Nunca lo sabremos. Desde aquí también recordar a los 41 artistas y grupos que iban a defender su tema en directo y sus ilusiones se han visto desvanecidas.

A la cancelación de Rotterdam 2020 se le habían sumado la cancelación de todas las Preparties oficiales. Los amigos de esta web fueron los primeros, a lo que se sumaron el resto. Como acertadamente dijeron, la seguridad y la salud es lo primero, por mucho que nos fastidie no poder disfrutar de un Eurovisión en pequeñito casi al lado de nuestra casa.

En lo que respecta España, habría deseado que RTVE se hubiera implicado más en la difusión del festival como sí han hecho otras televisiones. Como sabemos, la programación especial de Eurovisión se ha limitado a los festivales de 2004 a 2019 más el de 1969 (el organizado en Madrid) en el maratón eurovisivo organizado en su web, más algunos programas especiales también desde la web y la emisión del Europe Shine a Light por La 1.

Si de verdad quisieran difundir la cultura eurovisiva, me habría gustado que hubieran hecho programas especiales también en alguno de los canales del ente público, como sí han hecho otras televisiones, la australiana, la británica o la sueca, por ejemplo. También habría sido genial recuperar ediciones de Eurovisión que sean especiales para nosotros. Se me ocurren algunas por si RTVE tuviera a bien hacerlo: 1961 (nuestro debut), 1968 (nuestra primera victoria), 1971 (el año de Karina), 1973 (el año de Mocedades), 1979 (cuando casi ganamos con Betty Missiego), 1984 (cuando llevamos Lady Lady), 1995 (el año de nuestra gran Anabel Conde), etc.

Respecto al programa especial de Europe Shine a Light, me esperaba algo más. Supongo que hay que tener en cuenta las circunstancias que vivimos, pero esperaba algo más que un recap de las 41 canciones, lo cuál no quita que tuviera algunos momentos emotivos. Me hubiera gustado mucho ver las postales que estaban ya rodadas, incluso que las que faltaban se hubieran hecho en los países de los representantes. Y puestos a pedir, hubiera sido algo genial que desde los estudios de cada país se hubiera grabado la canción con la puesta en escena que se tenía prevista dentro de los posible. Habría sido un gran homenaje a todos y cada uno de los artistas que no pudieron defender su canción.

Y por último, mencionar el annus horribilis que ha sufrido nuestro representante Blas Cantó en todos los aspectos. Todos sabemos que una de sus máximas ilusiones ha sido siempre representar a España en Eurovisión. A las malas críticas a Universo hay que añadir la cancelación del festival y su drama personal en las fechas del festival. Desde aquí quiero mandarle un gran abrazo y mucho ánimo a Blas y desearle todo lo mejor tanto a nivel humano como profesional.

Lo positivo de este año

Afortunadamente, todas las canciones ya habían sido seleccionadas para Rotterdam 2020. De esta manera podremos disfrutar una y otra vez de un ramillete de temas que pasarán también a la historia eurovisiva y a nuestra historia personal.

Si hay algo que me ha gustado de verdad han sido los Eurovision Home Concerts. Ha sido una gozada ver a muchos artistas eurovisivos interpretar sus canciones desde sus casas en su mayoría. Y por supuesto también las versiones que han interpretado, aunque he de confesar que he quedado un poco cansado de escuchar Euphoria.

No todo iba a ser negativo, puesto que ha habido momentos muy emotivos en el Europe Shine a Light. Me impresionó mucho ver a Marija Serifovic paseando por las calles desiertas de Belgrado mientras interpretaba Molitva. También fue muy emotivo ver de nuevo a Gali Atari interpretando Hallellujah y esa enorme versión de Ein Bisschen Frieden por parte de Michael Schulte e Ilse de Lange. Y un detalle para futuros festivales: ojalá para las próximas ediciones que vuelva a haber recaps con los videos de los fans como vimos en los Eurovision Song Celebration.

Del mismo modo, ha sido algo increíble la programación por parte del canal de YouTube de Eurovisión de ediciones previas de festivales. Es una gozada ver en alta calidad ediciones como la Riga 2003 o Dublín 1997. Como colofón a la semana eurovisiva, nos ofrecieron el mítico Brighton 1994, donde se empezó a gestar la leyenda de los imprescindibles ABBA.

También quiero felicitar a los encargados de esta web por ofrecernos la Preparty At Home. Muchísimas gracias porque a pesar de los pesares, no tirasteis la toalla y a contrarreloj nos ofrecisteis un espectáculo insuperable dadas las circunstancias. De esta manera pudimos disfrutar de momentos memorables como los de la locura y candelabro de Samanta Tina o el momentazo cuarto de baño de Soraya.

Y para mí, de lo más positivo ha sido la comunidad eurofán. Hemos estado más unidos que nunca pese a la adversidad. Los que nos movemos por redes sociales hemos conocido a muchos eurofans no sólo de España, sino de otros países más o menos lejanos, hasta nos hemos hecho nuestros Eurovisión particulares. Ojalá coincidir con varios de ellos en algún festival o Preparty.

 

A modo de conclusión

Pese lo que pese, pase lo que pase, Eurovisión está más vivo que nunca. La comunidad eurofan está más fuerte que nunca. Esto ha sido un contratiempo en nuestras vidas y en nuestra pasión. El año que viene Eurovisión volverá más fuerte y más vivo que nunca. El año que viene, más y mejor.

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