EUROVISIÓN 2002. ESPERANZAS CON ROSA.

Ahora nos parece que ha pasado mucho tiempo desde que aquella granadina tan tímida nos representó en Eurovisión, pero recordemos que fue un año de grandes esperanzas porque pensamos o nos hicieron pensar que nos llevaríamos el gato al agua. Ese magnetismo de Rosa que tanto cautivó a los españoles no surtió efecto en Europa […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EUROVISIÓN 2002. ESPERANZAS CON ROSA.

Ahora nos parece que ha pasado mucho tiempo desde que aquella granadina tan tímida nos representó en Eurovisión, pero recordemos que fue un año de grandes esperanzas porque pensamos o nos hicieron pensar que nos llevaríamos el gato al agua. Ese magnetismo de Rosa que tanto cautivó a los españoles no surtió efecto en Europa y sólo fuimos séptimos. De los chicos de OT que han ido a Eurovisión, “Rosita” consiguió la mejor plaza. Por eso he querido recuperar esta crónica que ya hice en febrero de 2003 para eurovision-spain.com. Como sólo están disponibles las columnas hechas desde marzo de ese año en adelante lo he sacado de mi hemeroteca personal para que de nuevo lo lean aquellos que no pudieron en su día. Eso sí, revisado con la perspectiva que da el tiempo.

Era sábado, 25 de mayo desde Tallínn, Estonia. Fue una noche fría en el norte, mientras en Granada y España se esperaba que fuera la cálida noche de Rosa. No pudo ser por una coreografía muy bien calculada de Letonia, pero en el corazón de todos los españoles era nuestra ganadora moral.

Letonia ganó con 176 puntos la cuadragesimoséptima edición del Eurofestival en Tallinn (Estonia). Ha sido una de las ediciones más competitivas de la historia de este Certamen. El segundo lugar fue para Malta con 164 puntos y el tercero para Estonia y Reino Unido empatadas a 111 puntos. Ha sido un año de dobles y triples empates en la tercera y decimotercera posición.

La audiencia se estima en 160 millones de telespectadores. En el Saku Suurhall había 6.400 personas en directo de los cuales 2.000 localidades se pagaron desde 480 Euros hasta 901 Euros en la reventa. Las otras 4.400 fueron para invitados, sponsors y delegaciones. Ha sido el precio más caro de la historia debido a que la televisión estonia no podía sufragar los enormes gastos que conllevaba el show. El centro fue inaugurado especialmente para este evento el 1 de noviembre de 2001 y tiene un aforo de 10.000 localidades máximo.

Los presentadores son la mezzo soprano Annely Peebo, de 31 años, y el actor y cantante Marko Matvere de 34, los dos nacidos en Estonia.

José Luís Uribarri retransmitió para España con una emoción inusitada en él. Ha recibido muchas críticas por parte de alguna prensa española, debido a su ferviente patriotismo. Quizá la personalidad de Rosa y el estar muy en relación con los chicos de Operación Triunfo meses antes del Festival le hacían ver las cosas con poca parcialidad y en las votaciones estaba como un basilisco, cuando veía que 12 de los 23 países que nos podían dar algún punto pasaron de nuestra Rosa. Fue como una final futbolística dónde se mezclaban más los sentimientos que la realidad de lo que estaba pasando. Y no digamos cómo estaba Nina, que acompañó a los chicos a Estonia, y desde Granada Carlos Lozano y los demás concursantes de Operación Triunfo. Una nube de pesadumbre cayó sobre todos, incluso demasiado exagerada, ya que ese séptimo lugar es bueno para un país que está acostumbrado a quedar mucho peor otros años, la mayoría.

Por orden de aparición actuaron: Chipre, Reino Unido, Austria, Grecia, España, Croacia, Rusia, Estonia, Macedonia, Israel, Suiza, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Bosnia Hercegovina, Bélgica, Francia, Alemania, Turquía, Malta, Rumania, Eslovenia, Letonia y Lituania.

Había un gran peso de países nórdicos, bálticos y eslavos. Al no salir Italia y Portugal, el área mediterránea se ve perjudicada. Con el sistema de votaciones actual, vía telefónica por parte de los telespectadores y en algunos países un 50% con jurado de mesa –como España o Grecia- hay una clara tendencia a que se voten los países fronterizos, por cercanía cultural y simpatías evidentes entre vecinos. No cabe duda que en esas lides España sale perjudicada, porque además de que no tenemos vecinos que nos puedan ayudar a parte de Francia, debemos agarrarnos a los votos de los inmigrantes españoles (de Suiza, Bélgica, Alemania y Suecia, porque los ingleses siguen siendo unos tacaños a la hora de concedernos votos). Los extranjeros siguen en la tónica de pasar de nuestro país en Eurovisión.

El grupo One por Chipre abrió la gala con ritmo pegadizo y su tema Gimme Your Love, compuesto por Georgios Theofanus –esposo de la eurovisiva Evridiki- Dentro del conjunto de cinco atractivos chipriotas y griegos destaca la presencia de Konstantinos que representó a su país en 1996 quedando en noveno lugar. También estaba el guapo Phillips que fue corista del propio Konstantinos en el ’96 y tocó el timbal en la representación de Alex Panagi en 1995. El coro se lo hizo la cantante Cristina que estuvo en el 2000 con Panagi también. El conjunto One habían intentado en varias ocasiones salir por Chipre en Eurovisión, pero siempre eran descalificados. En Tallínn hicieron un buen papel colocándose en la sexta plaza con 86 puntos, justo delante de España. La verdad es que iban mucho más retrasados que Rosa, pero los últimos países en votar le concedieron votos en abundancia y a España nada. Así se ponen delante por los pelos. Konstantinos volverá al Festival en 2005 sin tanto éxito.

La representante británica no partía como favorita. Con todo llevó una balada muy al uso, correcta en las formas, que acabó en tercer lugar con 111 votos empatando con los anfitriones, Estonia. Jessica Garlick fue elegida en un 68% por el público del Reino Unido en el programa A Song for Europe, versión inglesa de Operación Triunfo. Este esquema no era novedoso, porque de 1961 a 1963 la televisión británica hacía un programa que duraba tres semanas y que llevaba el mismo nombre. Del ’64 al ’75 se escogía un intérprete que cantaba seis canciones y el público elegía una. De ahí salió Matt Monro, Sandie Shaw, Cliff Richard, Lulu y Olivia Newton-John, entre otros, es decir de lo más brillante de ese país. El tema que Jessica llevó a Tallin fue Come back que estaba muy bien arropado por un excelente coro. El autor y compositor es Martyn Baylay. Pero si fue esta chica al Festival es porque la canción Never In A Million Years interpretada por Zee fue descalificada ya que había sido promocionada con mucha anterioridad.

Manuel Ortega era uno de los chicos más guapos de esta edición. Representó a Austria y puede confundir por su nombre, pero es que su madre nació en Sevilla y él optó por ponerse el apellido materno y hacerse así más exótico y latino en Centroeuropa ya que está de moda. Say a word fue otro tema escogido por el público austríaco para Eurovisión. Es una canción agradable con sonido parecido al pop norteamericano. El compositor es Alex Kahr y la letra de Robert Pflugler. Daba la impresión que la melodía ya había sido oída antes. Esto pasa con muchas canciones de este año. Manuel, a sus 22 años es un ídolo de las adolescentes en Austria. Sorprendió que sólo quedara en la plaza decimoctava con 26 puntos.

Los griegos llevaron a un quinteto encabezado por el polifacético Michalis Rakintzis que compuso S.A.G.A.P.O. Tenían un claro aire tecno-pop estilo años ochenta, algo anticuados. El vestuario como si hubieran salido de la Guerra de las Galaxias. Además ponían una cara de malos impresionante. El solista es un experto en informática y según la rueda de prensa que dio en Tallínn, a él la música le servía para seguir experimentando nuevas técnicas musicales. Lo cierto es que no gustaron mucho y Grecia obtuvo 27 puntos en la decimoséptima posición.

Como en España somos muy rotundos con todo, quizá la proclamación de Rosa López para representar a nuestro país en Eurovisión nos ha desbordado a todos. Han hecho de una joven nacida en Granada en 1981 un fenómeno social equiparable a lo que fue Massiel o Salomé, aunque estas ya tenían una carrera artística contrastada. Pero Rosa era una perfecta desconocida, como los otros quince participantes del programa Operación Triunfo que por chiripa cogió TVE, después de que sus productores Getsmusic-Endemol estuvieran dando vueltas por todas las cadenas para hacer una especie de Academia con el esquema del Gran Hermano, pero donde se primarían las dotes artísticas de sus concursantes y no el morbo. Todos dijeron que no y a Pilar Tavares de se le encendió la lamparita de la genialidad porque pensó que el programa podría servir como plataforma para que el cantante ganador fuera a Eurovisión 2002.

Los castings se inician en el verano de 2001 y el programa escogió a 16 personas de entre 5.000 que se presentaron. En octubre empieza el show en la primera de TVE con una discreta audiencia que sube día a día al verse la calidad del programa dirigido por José María Mainat, un ex componente de La Trinca. De ahí hasta marzo se fueron eliminando candidatos hasta que quedaron tres: David Bisbal, David Bustamante y Rosa López, que fue la ganadora con el tema Europe’s Living a Celebration –Europa vive una celebración-, compuesto por los hermanos Toni y Xasqui Ten. Se buscó título en inglés para calar más hondo en los jurados, pero el tema sería íntegro en español, aunque Rosa tenía una dicción perfecta cantando en inglés. Como no querían dejar en el barco a otros concursantes, se escogió para el coro a los dos David nombrados antes, a Chenoa, Gisela y Geno. Todos vistieron modelo del diseñador Jorge Pérez, en especial Rosa estaba muy guapa. De marzo a mayo el Europe’s… se hizo el himno oficial de TVE y España entera, que por plazas, calles, pueblos y ciudades se convierte en la canción más radiada, comentada, amada, odiada, criticada y puesta en cuestión de la historia musical de nuestro país desde el La,la,la.

Primero estaban los artistas que defendían la idea, pero conforme iban pasando los días y la obsesión de TVE por poner la canción a todas horas junto a la imagen de una sorprendida Rosa, muchos otros se pusieron en contra. El caché de los chicos subió como la espuma, vendían discos como rosquillas, y Rosa llegó a cobrar ocho millones de pesetas por gala, más que la Jurado o la Pantoja. Ahí saltaron las envidias, por otro lado muy típicas de nuestro país. Pero todavía quedaba Tallínn y la esperanza que Rosa nos diese el tercer triunfo de España en Eurovisión. Como todo en la vida tiene un precio y la historia no era más que el cuento de La Cenicienta, en Estonia sonó las doce y la pobre Rosa ya no era la princesa encantada, ni la delegación española la carroza, sino la calabaza.

En los votos, doce países dijeron no a España, y nos quedamos con 81 puntos y un séptimo lugar, que en otras circunstancias habría sido un éxito, pero que aquí, ante la expectación creada, un fracaso equiparable al de Remedios Amaya en el ’83. Por lo menos así lo vivió una pobre niña, Rosa, los chicos del coro y su profesora Nina, hechos un mar de lágrimas por tanto desencanto. Rosa dijo que si lloraba era por no poder haber dado a su afición y a los españoles ese tan preciado éxito eurovisivo. Desde Granada al principio se vivió como un drama y nadie podía contener sus emociones, incluido Carlos Lozano que había visto crecer artísticamente a esos niños. Todo se convertía en algo personal y saltaban viejos rencores hispánicos, como los de no nos quiere nadie en Europa y somos los mejores, Viva España…etc. Los titulares de prensa dijeron que parecía que se había vuelto a los años sesenta con tanto fervor patrio, pero es que en realidad no hay tantos años de diferencia en entre aquellos días y los de ahora y los sentimientos, como las ascuas, tardan en apagarse.

Después esa chica, estupenda por su buen corazón, aguantó todo el chaparrón de dimes y diretes, de sí lo hizo bien o mal, de sí el coro estuvo fatal, de que la canción era una porquería. Pero eso le hubiese pasado igual trayéndose el primer premio, si no que le pregunten a Massiel lo que tuvo que sufrir desde aquel 6 de abril del ’68. Todo en España suena a sainete, de toques agridulces como nuestro carácter y con mucha mala leche por medio. Solo decir que Rosa tuvo que ventear el temporal, sino se hubiese hundido como tantos otros eurovisivos. Pero todavía el fenómeno Rosamanía, como le han llamado algunos, dio más coletazos. Lanzó su primer Lp titulado Rosa, donde iban 12 temas variados, de muchos estilos, desde el bolero, a la balada. Entre sus autores están José Luis Perales y Armando Manzanero. Hace un dúo con su amigo de fatigas, Manu Tenorio, otro crack y hay dos versiones del Europe’s Living a Celebration. Se lo produjo BMG Music Spain, con Alejo Stivel a la cabeza del proyecto. Vendió hasta junio de 2002 más de medio millón de copias. Rosa tuvo después un parón por problemas con la voz y volvió con constantes cambios de imagen grabando asiduamente un álbum por año hasta el 2005. Ahora ya no es la rolliza chica de antaño, mucho más delgada y con el pelo corto es como si nos la hubiesen cambiado, aunque sigue teniendo una voz estupenda.

La chica de Croacia, Vesna Pisarovic, iba de sado en su vestuario. Está considerada la más guapa según la prensa acreditada. Sí que es guapa, pero no sabe cantar que es más importante en este concurso teniendo en cuenta que no estamos en el Miss Universo. La canción Everything I Want (Sasvim Sigurna), llevaba una buena dosis de contorsionismo y sex-appeal por parte de la intérprete, pero poco más. La compositora es Milana Vlaovic. La letra de Orfej. En la preselección croata dejó en segundo lugar al conocido por los eurovisivos Goran Kharan que ya salió en el 2000. Es un tema insulso. Vesna nació en Bosnia y ha editado tres Lps de gran éxito en la zona balcánica. Se tuvo que conformar con 44 puntos y ocupar la undécima plaza, que ya es mucho si vemos como quedaron Austria, Alemania o Turquía, canciones infinitamente mejores. A Croacia le votaron todos sus vecinos: Macedonia (5), Eslovenia (12) y Bosnia (2), entre otros.

Los rollizos y multiraciales intérpretes de Rusia hicieron su pretendido número moderno, al estilo rap. Uno es de Moscú, otro moldavo, hay un gitano y un negro. Mucho color para otro tema sin nada de especial titulado Northern Girl, canción que homenajea a las mujeres del norte. Con música de Kim Breitburg y letra de Karen Kavaleryan, Eugene Fridlyand e Irina Antonyan. Además se vistieron de blanco inmaculado para representar el color de la nieve, la tundra y el frío. El grupo se llama Primer Minister y han bebido mucho de las fuentes anglosajonas, porque más que representar a Rusia parecía que estaban representando a los Estados Unidos. Son algo así como los Take That, pero las comparaciones son odiosas y los intencionados clones eran unos vulgares imitadores más. Este tema ocupó la décima plaza con 55 puntos, de los cuales sus afines bálticos le dieron sus puntitos, como Lituania (6), Finlandia (3), Estonia (10), Letonia (10) y Rumania, su del sur, otros 10 votos.

Una doble de Brithney Spears fue la representante de Estonia, aunque algo más guapa que esa ídolo de adolescentes. Su nombre es Sahlene (Anna Cecilia Shalin), de 25 años, que escogió el blanco en su vestuario con cierto toque a los Picapiedra, muy de moda este año en Eurovisión. Ropas que tienen el aspecto de estar despedazadas por las zarzas del camino, con mucho retal, flecos y mezclas en colores pastel. Estaba entre las favoritas, más por la voz de la intérprete que es preciosa, que por la canción en sí, que también sonaba a otras ya oídas. El título es Runaway, de estilo pop, muy pegadizo, donde la cantante puede lucirse con fuerza, como así lo hizo bien acogida por sus paisanos. Los compositores son Pearu Paulus, Ilmar Laisaar y Alar Kotkas. El autor es Jawa Hallas. Con 111 puntos se colocó en tercer lugar empatando con el Reino Unido, aunque según las normas, no entiendo por qué, bajo el desempate automático la británica fue cuarta con los mismos votos, ¡qué cosas!. Con el decimotercer puesto hicieron lo mismo, desempatando tres temas, Bélgica, Eslovenia y Bosnia Hercegovina que fueron decimotercera, decimocuarta y decimoquinta respectivamente a 33 votos.

La más original en cuánto a vestuario fue Karolina por la Ex-república Yugoslava de Macedonia. Salió detrás de un biombo con una música envolvente y misteriosa, con un vestido verde estilo dama de Lo que el viento se llevó, precioso, en palabra de honor con falda cancán hasta los pies y corpiño ajustado. A mitad de la canción, cuando coge ritmo, se quita la primera vestimenta para quedarse con otro vestido de cuerpo dorado y falda de tul rojo. Unido a esto, se hizo un recogido y un maquillaje rococó que la favorecía mucho. Con ese montaje poco te podías fijar en el tema que lleva por título Od nas zavisi, cantando en macedonio. Karolina lo quiso interpretar en inglés a última hora, pero como no había avisado con tiempo a la organización no la dejaron. En su pequeño país es considerada una estrella de primera fila y eso que sólo tenía 22 años. Había grabado dos Lps antes de ir a Tallínn. No figuró nunca como favorita a pesar del despliegue tan teatral que llevó y recibió 25 puntos colocándose en la decimonovena posición. Tuvo suerte a fin de cuentas porque Rumanía le dio un 12, sino hubiera quedado entre las tres últimas. El autor es Vladimir Krstevski y la música de Nikola Perevski.

Israel llegaba a Estonia con muy mala prensa, pero no por su cantante que era genial, sino por la dura situación política que vivía el país con Palestina ante la agresividad del primer ministro hebreo Sharon. De nuevo en el ojo del huracán, no han caído tan simpáticos como otros años. Sarit Hadad cantó Ligth a candle, mitad en hebreo y la otra en inglés. El autor y compositor son Yoav Ginai y Zvika Pick, que hicieron Diva para Dana International en el ’98 y ganaron. Sarit fue elegida para representar a su país en octubre del 2001, por tanto fue la primera en figurar como eurovisiva para Tallínn. Tuvo 37 votos y ocupó el duodécimo lugar.

La balada de estilo años setenta, Dans le jardin de mon âme, interpretada por Francine Jordi en representación de Suiza quedó antepenúltima con 15 puntos. Francine nació en Berna en 1978 y es muy famosa en Alemania y Austria también. Fue elegida para ir a Eurovisión por televoto y ella había compuesto el tema. Quedaron eliminados para el 2003 en Letonia.

Como favorita, Suecia, como España o Alemania, han sido castigadas. Había mucha expectación con el trío sueco Afro-Dite y su Never let it go del español Marcos Ubeda. La canción es muy pegadiza pero suena a plagio. De hecho el autor de Los niños del Pireo que cantaba Nana Mouskouri denunció a la delegación sueca porque la canción tenía un estribillo muy similar al tema que él compuso en los años sesenta. El grupo Afro-Dite esta formado por tres negras muy explosivas que se llaman Gladys del Pilar, de origen peruano, Blosom Tainton y Kayo Sekoni, afroeuropeas. Una de sus componentes tuvo problemas de xenofobia en Suecia debido a una agresión que sufrió por parte de grupos skin-head, que la calificaban como una imagen que no podía representar a Suecia, porque los suecos no son negros, según sus agresores. Con sólo 72 votos y el octavo lugar recogieron poco ya que decían que iban como ganadoras según las apuestas de los internautas. Sacaron una coreografía muy planeada, con ropas plateadas en forma de mallas elásticas y tiras. Recordaban más a unas gogós de discoteca que a unas cantantes, porque de voz estaban algo pobres y perdieron mucho en directo, si las comparamos con el número que ofrecieron cuando ganaron el Melodi. En esa preselección estaban las eurovisivas Lotta Engberg (1987), Kikki Danielsson (1985) y Elisabeth Andreasson (1982-85-94-96).

Finlandia llevó a una gran cantante, como ha hecho otras veces, pero ahora con más fuerza. Laura Voutilainen tiene una voz espectacular y un movimiento en escena como una gran profesional. Nos recordaba por su look, aunque no tienen nada que ver como artistas, a la inolvidable Katri Helena (1979-93), es rubia con el pelo corto y muy repeinada. Lleva en el mundo del espectáculo desde 1993 cuando grabó su primer sencillo Muuttanut oot maailamain (Tú cambias mi mundo). Además cantó en inglés Addicted To You –Adicta a ti-, pero la fórmula no les sirvió para mucho como en el 2000. Quedan eliminados para la próxima edición porque sólo recibió 24 votos y ocupó la vigésima plaza. El compositor es Maki Kolehmainen y letra de Janina Frostell y Tracy Lipp. Eligió un vestuario que no la favorecía, pantalones anchos y camisa azul eléctrico de gasa que recordaba a las que se llevaban en los años ochenta. Laura tiene unas piernas larguísimas y muy bonitas que podía haber enseñado con un vestido más sexy. Se hubiera acercado más al tema que estaba cantando, tal y como salía en el vídeo clip grabado en su país. Fue emotivo ver como portavoz del jurado finlandés a la eurovisiva Marion Rung (1962-73) y que no había cambiado mucho a pesar de rondar los sesenta años de edad. Todavía hoy sigue siendo la intérprete finesa que mejor ha quedado en Eurovisión, sexto lugar en 1973, plaza no superada.

Después de unos años de bueno resultados, Dinamarca no había quedado en último lugar nunca en todas sus comparecencias. Sólo en 1982 fue penúltima con el grupo Brixx y 5 puntos. En Tallínn han sido últimos con 7 puntos y la joven cantante de 19 años rubia y angelical Malene W. Mortensen. ¡Que vergüenza para esta delegación cuando vemos el primer lugar del 2000 y el segundo del 2001!… Lo cierto es que a la chica la hicieron polvo con un vestuario horrendo, unos zapatos que le venían grandes y sola sobre la pasarela del escenario con una iluminación espantosa. Tell me who you are es una balada agradable que figuraba entre las diez primeras de las apuestas. El autor y compositor es Michael Ronson. Había sido segunda en el programa Star for a night, que buscaba figuras de la canción y posibles representantes de Eurovisión. Al final se colocó primera y fue elegida para ir a Estonia. En el vídeo de presentación de la canción estaba muy suelta, pero era un rodaje de estudio, porque en directo tenía un ataque de pánico de los que hacen historia y así le fue de mal.

La simpática Maja Tatic representó a Bosnia-Hercegovina con Na jastaku za dvoje, mitad en servocroata y la otra en inglés. La letra es de Stevo Cvikic y el compositor es Dragan Mijatovic. Llevó a tres bailarinas esculturales que hacían una coreografía bastante simple. Hay que decirlo porque la coreografía española se ha criticado hasta la saciedad sabiendo todos que los chicos de O.T. no son bailarines, mientras las demás coreografías de este año son absurdas en su mayoría, exceptuando el festival de baile que nos ofreció Letonia. Maja Tatic tiene 32 años. Nació en Belgrado (Serbia) y residía en Canarias. Conoce muy bien nuestra lengua e hizo una especial amistad con la delegación española y Rosa. El tema bosnio recordaba a las canciones de los años sesenta. Era muy bonito, además que Maja tiene una voz excelente, de lo mejorcito de este Festival. No le hizo justicia ni el vestuario, de luto, ni el peinado, porque ella es muy mona y parecía una jefa de prisiones. Quedó decimotercera o decimoquinta según las normas con 33 puntos empatando con Eslovenia y Bélgica, salvándose de la eliminación. Croacia y Austria ha sido los dos países que más la votaron, un 7 cada uno.

El incombustible y energético Sergio, de 36 años era el más veterano del Festival. Representó a Bélgica con el rock Sister. Sus autores son los hermanos Marc y Dirk Paelinck. Salió acompañado de su coro de guapas holandesas, The Ladies. Lo más destacable de la actuación es que tiene una voz parecida a Tom Jones y en medio de la canción da una pirueta en el aire que casi le sirve para saltarse los dientes contra el escalón donde estaba el coro. Menos mal que hizo pie y no resbaló, porque la cámara ya había enfocado para otro lado. Cantó en inglés. Me parece que este país se ha quitado de encima su política bilingüe de siempre para venderse también al anglosajón. Quedó decimotercero con 33 votos, como Bosnia y Eslovenia. Poco también, porque era otro favorito en Internet. Sigo pensando que las encuestas de este medio no sirven para nada, solo para crear confusas expectativas a algún artista inocente que ha confiado en ellas. Sergio además de cantante es presentador de fama en Bélgica, bastante polémico en sus actuaciones, una especie de viejo rockero al uso.

Un calco de la canción del 2001 fue la propuesta francesa con la cantante Sandrine François, elegida en otra especie de Operación Triunfo en su país, hecho por el canal France 3. Tenía 22 años y nació en París. Parecía que estabamos escuchando a Natascha St. Pier. Su voz es muy parecida a la de Céline Dion o Lara Fabian, yo diría que idéntica y como toda ella era una copia de las demás, el tema Il faut du temps no merecía el gran aprecio que le dio el jurado, concediéndole 104 votos y colocándose cuarta, quinta según el desempate del tercer y cuarto lugar. El conocido cantante y compositor francés Patrick Bruel ha escrito el tema junto a Marie-Florence Gros. Francia lleva dos años seguidos siendo cuarta, como en sus buenos años de los cincuenta y sesenta, que no bajaba del quinto lugar casi nunca. Para ello ha tenido que dedicarse de nuevo a las baladas románticas que son su especialidad y lo que les ha dado cuatro de los cinco triunfos que tienen.

Y llegó por fin Alemania con la invidente Corinna May, que por dos veces anteriores había intentado ir a Eurovisión. En 1999 fue descalificada a última hora porque su tema, Hör den Kindern einfach zu, ya había sido promocionado. En el 2000 quedó segunda en la preselección con I Believe In God, porque le ganó el simpático Stefan Raab. Los dos temas habían sido compuestos por Ralph Siegel y Bernd Meinunguer. Ha sido otra de las intérpretes que más simpatías han despertado entre la prensa internacional. Como España, Alemania hizo un gran despliegue mediático para promocionar a su representante. Corinna tiene una voz excelente, de una tonalidad preciosa y un gusto exquisito. Había derrotado en la final alemana a las veteranas Ireen Sheer (1974-78-85), Joy Fleming (1975) y al atractivo Nino de Angelo (1989), todos muy conocidos en Europa gracias a Eurovisión. También estaba el popular grupo The Kelly Family. Cualquiera de las elecciones hubiera sido acertada, porque son artistas estupendos. La final se hizo en el Ostseehalle de Kiel. Los ganadores del ’82 con Nicole, Bernd Meinunguer y Ralph Siegel compusieron I Can’t Live Without Music, tema brillante que podía ganar según los equivocados pronósticos previos al evento. Como en los viejos tiempos, a los alemanes les han dado un varapalo histórico castigándolos a quedar en la plaza vigésimo primera con la vergonzosa cifra de 17 puntos. Hay que reconocer que el coro no le pegaba. Mezclaron voces mediocres con el excelente timbre de Corinna May, pero que le vamos a hacer, casi todos querían llevar coros ese año pero a algunos como ella o la española no le hacían falta. Le votaron Austria (1), España (2), Rusia (2), Estonia (1), Suiza (3), Turquía (3), Malta (4) y Rumania (1), migajas tan sólo como vemos.

El típico folklore turco llegó con la solista Buket Bengisu y el Grupo Sapphire (Eser Alioglu, Dilek Aba, Gülnur Gókçe y Sitare Bilge) tres chicas y un chico. Era un tema agradable que perdió mucho en directo, no por parte de la cantante, sino de un coro algo liado en su coreografía. Turquía se libra de la eliminación porque consigue 29 puntos y la decimosexta plaza. El vestido Buket era de estilo años ochenta, muy bonito. La canción se titula Leulaklar soldu kalbinde, que cantaron en turco e inglés tal y como venían haciendo en los últimos años. Sami Hodara y Figen Cakmak son los autores, mientras la música es de Fani Hodara. La preselección de este país para Eurovisión fue la más numerosa en cuanto a número de participantes, 195, en una final muy reñida. Esto nos recuerda que en 1962 España también hizo una preselección en Barcelona a la que acudieron diez finalistas con 90 canciones a elegir y del que salió ganador Víctor Balaguer, que luego fue último en el Festival.

Otra sorpresa es que Ira Losco por Malta quedase en segundo lugar, pero ya sabemos que este Festival ha sido muy desconcertante. Cantó el tema Seventh wonder –Séptima maravilla- La letra es de Phillip Vella y el compositor Gerald James Borg. Aunque la chica sea muy simpática en persona según algún representante de la delegación española, como cantante estaba algo flojita. Eso sí tiene bastante magnetismo ante la cámara y eso hace mucho. Sacó un mono de encaje blanco estilo al que llevó Laurita Valenzuela en el ’69 como presentadora, aunque el de Ira era más provocativo. Obtuvo 164 votos, 12 menos que la ganadora. Lo emocionante fue que hasta el final podía haber sido la vencedora por lo ajustado de la clasificación. Ha tenido tres 12, como Rosa. Con ello, Malta consigue su mejor calificación, pero no con su mejor canción, porque otros años han llevado cosas mejores. Un ejemplo es Mary Spiteri en el ’92 (tercera) o Georgina y Paul Giordimaina en el ’91 (sextos). Ira Losco viene mucho a España, y una semana después del Festival fue invitada al programa Música Sí de la Primera de Televisión Española. Pero antes del ir a Tallínn fue recibida en Madrid en una fiesta multitudinaria en la embajada maltesa. Ellos promocionaron bien su canción en España porque les dimos un 10. En cambio a Rosa no le dieron ni un punto, a pesar de que los chicos se trasladaron a Malta y allí por las calles decían que iban a votarnos, se cambiaron las tornas a la hora de la verdad.

Tell me why es una canción que podía haber representado a Irlanda perfectamente, pero como este año no salen, este tema es de Rumanía que por primera vez cantaban en inglés. El dúo formado por Monica Anghel y Marcel Pavel son unos magníficos intérpretes, y aunque sonaran algo anticuados, a mí no me decepcionaron en absoluto. Es de esas canciones que hay que oírlas varias veces para que te quede, pero que está muy bien compuesta. Otra pareja mixta era la autora (Mireia Fugaru) y el compositor (Ionel Tudor). Estando la una de las últimas en las apuestas, asombró por su resultado, colocándose en octavo lugar con 71 puntos como Suecia y justo detrás de España. Había sido la mejor clasificación rumana en todas sus participaciones no superada hasta 2005 que fueron terceros.

Eslovenia hizo su propio show drag-queen que se pusieron el nombre de Sestre –Hermanas-, palabra tópica en el ambiente gay. Sus nombres son Miss Malena (Tomaz Mihelic), Daphne (Srecko Blas) y Emperatrizz (Damjam Levec). Vistieron de azafatas y las del coro de comandantes de vuelo. La canción se titula Samo ljubezen y la interpretaron en esloveno. Recordaban a los viejos tiempos de La Cubana, por sus ropas carcas y pelucones de mala calidad, algo casposos en general. Aunque no cantaban bien, el número tuvo sus resultados, porque recibieron 33 votos (7 de España) y empataron en la decimotercera plaza con Bélgica y Bosnia. La letra es de Barbara Pesut y la música de Robert Pesut, hermanos también. Tuvieron problemas en su país, como las suecas, por ideales arcaicos de unos cuantos intolerantes que decían que era una vergüenza que “eso” representara a Eslovenia.

Marija Naumova (Marie N) fue la ganadora por Letonia con I wanna, de la que es compositora y autora junto a Marats Samauskis. Consiguió 176 puntos. Fue su gran noche, porque ganar por partida triple es mucho, algo que han conseguido pocos. Fue muy lista en la creación del número, en forma de show de danza, coros y gran soltura escénica. De hecho la canción no resaltaba en el video-clip de presentación. La Naumova lo cambió todo y dejó como sorpresa su transformismo de hombre a mujer explosiva, al estilo Julie Andrews en Víctor o Victoria, con una música que nos recordaba al número de Jim Carrey en La Máscara. Bebió de aquí y de allá, con toques folklóricos españoles, y se llevó el gato al agua. Tuvo una ovación sonada y en los votos recibió los 12 de España, Estonia, Israel, Alemania y Lituania, vecinos y no vecinos porque gustó mucho a todos. Al año siguiente fue la presentadora de Festival desde Riga junto a Renars de Brainstorm.

Acabó Lituania con el rubio y sensible Aivaraas Stepukonis, vestido con gorro y jersey de lana, estilo años sesenta. Las del coro llevaban largas trenzas negras y mucho ganchillo en moda hippie. Cantó en inglés Happy you que es una canción airosa y sencilla, nada desagradable, pero que con la poquita voz de Aivaraas poco se podía destacar, sólo que como la danesa estaba hecho un flan el pobre. Ponía una cara de no haber roto un plato tremenda, o era que estaba pensando, Dios mío qué hago aquí, que esto termine pronto. Él era el compositor y autor del tema. Así que obtuvo 12 puntos y quedó penúltimo.

Así acabó una de las ediciones más recordadas por los eurofans y el gran público en España.

Reyes del Amor 11/02/06

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