ESC 2010: ENTRE LO CÓMICO Y LO TERRORÍFICO

El público asistente a la gala del 22 de febrero de 2010 fue el protagonista más sufrido de aquella noche. Allí estaban los pobres eurofans todos amontonados, cual marabunta, en la barraca de feria aquella llamada Estudios Buñuel. Eso sí, acabaron por convertirse en el verdadero jurado popular que dictó sentencia severa contra la tontería […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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ESC 2010: ENTRE LO CÓMICO Y LO TERRORÍFICO

El público asistente a la gala del 22 de febrero de 2010 fue el protagonista más sufrido de aquella noche. Allí estaban los pobres eurofans todos amontonados, cual marabunta, en la barraca de feria aquella llamada Estudios Buñuel. Eso sí, acabaron por convertirse en el verdadero jurado popular que dictó sentencia severa contra la tontería aquella creada por el “Cobra”. Tuvo más peso la decisión del jurado popular que la de las propias estatuas sedentes del jurado de TVE.  El abucheo fue espectacular.

– “…A mamarla, ¡comedme  la p….!” -,  empezó a berrear el energúmeno del “Cobra” mientras hacía gestos obscenos,  justo al acabar de oir sentencia.

– “Si no me respetáis, aquí tenéis ésta, ¡maricones!” -, vociferaba el peazo animal.

Igartiburu estaba descompuesta ante aquel marrón con el que le tocó cargar y lidiar, el cual ni se imaginaba. Tenía un susto la pobre que pa qué. Para mí que se debió mear o cagar en las bragas (que llevaría rosadas, seguramente, a juego con su modelito).

– “Cariño, – se dirigió al sinvergüenza, mientras el otro no paraba de soltar alaridos -, estas cosas no se dicen en una TV pública. Venga… ya está bien” -. Acojoná me tenía a la chiquilla, el muy bestia.

Acto seguido, se les insufló un soplo de vida a las cinco estatuas sedentes del jurado de TVE, concediéndoles la palabra. Destacaron las esculturas que representaban a Pilar Tabares y a José Mª Íñigo. La primera que habló fue la de la Tabares que se dirigió, toda timidilla y espantada, al cafre del “Cobra” de la siguiente manera:

– “A ver, ahora voy a dar mi opinión, pero si te vas a enfadar…” -, le decía mientras juntaba las manos con gestos de súplica para que se callase.

– “Sólo decirte que, por conseguir estar aquí ya eres afortunado, pero a mí tu tema no me gusta” -. Así de clara y contundente estuvo, asustadilla y suspensa, ya que no daba crédito al espectáculo tan soez que estaba viendo con sus propios ojos.

Mucho más elocuaz estuvo la escultura sedente de Íñigo, la cual sentenció:

– “Mira chico, cualquiera que se suba a un escenario está expuesto a que le partan la cara. Yo no sé si te vas a dedicar a la música o no, pero lo que has hecho hoy aquí te descalifica definitivamente como persona“.

¡Exacto!  Esa fue la sentencia definitiva que redondeaba a la del jurado popular. Por consiguiente, el “Cobra” se descalificó él mismo para que se le tuviera en cuenta para realizar cualquier cosa.

– “Yo soy así, y los que me quieren, me quieren como soy. Y a los demás ¡que les den por ….!” -.  Así, con ese desparpajo se despidió el tío, dando un rabotazo, y quedándose tan ancho.

Sólo se me ocurre una frase, tras mortificarme después de ver varias veces el vídeo de esta gala final: “¡Si Franco levantara la cabeza!”. Sí. No se asusten. A mí tampoco me gusta la frase. Podríamos añadir a ella: “¡…y si viera en lo que se han convertido TVE y Eurovisión, comparado a lo que eran en su época!”.

Lo siento. Ya sé que suena muy bestia. Es para rasgarse las vestiduras, pero lo peor del caso es que es cierto. No sé qué pensarán ustedes. Y que conste que tampoco es que yo añore a la tele franquista, pues ni la conocí siquiera. Pero lo que sí está claro es que las cosas, cuando empiezan a hacerse mal, acaban por terminar de la manera más catastrófica. Menos mal que, desde el 2012, en TVE parece que están cambiando las cosas.

Cambiando de tema, aunque relacionado con esta gala, otra cosa que nunca he entendido es cómo a la gente le gusta tanto suicidarse en este país. ¡Hay que ver qué manía tan tonta! (y que conste que no me estoy refiriendo a los lamentables deshaucios, precisamente).

Recientemente hemos tenido intentos de suicidio monárquicos (Urdangarin y su flamante esposa; o Juan Carlos I y su safari); suicidios políticos (Z.P. y su PSOE; o  CiU y sus elecciones anticipadas, por ejemplo). Quizás los más escalofriantes sean los suicidios colectivos en masa, como sucedió con parte del electorado español, dejando a España con mayoría requeteabsoluta de la derecha más ultra, rancia, carca y hortera que hay en Europa.

En lo que aquí respecta nos tenemos que referir a los suicidios musicales, que también los hay muy diversos, como por ejemplo los eurovisivos. Concretamente en 2010 asistimos al suicidio de Coral Segovia. Ya tuvo varias intentonas en anteriores festivales, pero, parece ser que este año fue la “refinitiva”. Tras el fracaso de En una vida, se hizo el arakiri eurovisivo. Desde entonces, como es lógico, no la hemos vuelto a ver por estos lares ni se ha vuelto a oir hablar de ella.

Coral, hija, cariño, si me estás leyendo desde la celda de tu monasterio, te mando un beso. Que sepas que a mí me gustabas mucho como cantante. Te lo tomaste demasiado a pecho. Ten en cuenta que, como se suele decir, “el que la persigue, la consigue”. Y si no, mira nuestro amigo Engelbert, que al final consiguió ir, a sus ya 500 años bien mozos, aunque sólo le sirviera para que le pegaran una “patá” en el culo y lo facturaran de nuevo volando pa su pueblo directamente.

Desde luego, ¡menuda racha llevamos!: En 2012, Engelbert lapidado y a Pastora la ponen a parir la prensa británica y la italiana; en 2011, Lucía acabó, probablemente,  preparando huevos fritos con jamón, todas las mañanas, en casa de Núñez-Feijoo; en 2010, Coral se suicida, y un espantajo se carga todo el trabajo de Diges, ¡con lo bien que se lo había currado, el pobre!; en 2006, Las Ketchup se montaron una peluquería en el escenario del festival, y dijeron adiós a su carrerita musical “in eternum”; y en 1989, a Nina  la vistieron como a un adefesio…

Visto lo visto, sólo cabe desearles a los tres valientes que representan a TVE en Eurovisión este año 2013, mucha, muchíiiiisima suerte. Pues la van a necesitar de lo lindo. Que Dios los ampare.

El “Cobra” y su espectáculo en TVE, el 22 de febrero de 2010.  Una imágen para la Sagrada y Gloriosa Historia de España.

Eurovisión tiene también muchas cosas buenas, y ese año no iba a ser menos en la gala final de mayo.  Entre ellas destacaron, a mi juicio,  las siguientes:

Canción favorita:

Me and my guitar, Tom Dice, BÉLGICA

Millim, Harel Skaat, ISRAEL
Siren, Malcolm Lincoln, ESTONIA
In a moment like this, Chanée & N'Evergreen, DINAMARCA
Je ne sais quoi, Hera Björk, ISLANDIA
Algo pequeñito, Daniel Diges, ESPAÑA
Shine, Sofia Nizharadze, GEORGIA
We could be the same, maNga, TURQUÍA
It's all about you, Juliana Pasha, ALBANIA
Angel si ti, Miro, BULGARIA

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