¿ES A MÍ, SEÑOR ARANA?

Los habituales de esta web, sabéis que normalmente no entramos en polémicas con aquellos que suelen arremeter de forma recurrente contra los que seguimos el Festival de Eurovisión. Son tantos años de escuchar los mismos topicazos, los mismos clichés que normalmente no les solemos prestar atención alguna. Aquellos que leísteis la columna que escribí el […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¿ES A MÍ, SEÑOR ARANA?

Los habituales de esta web, sabéis que normalmente no entramos en polémicas con aquellos que suelen arremeter de forma recurrente contra los que seguimos el Festival de Eurovisión. Son tantos años de escuchar los mismos topicazos, los mismos clichés que normalmente no les solemos prestar atención alguna.

Aquellos que leísteis la columna que escribí el sábado pasado en relación a la gala de elección de la canción con la que Pastora Soler nos representará en Baku, apenas reparásteis en un breve párrafo final en el que yo aludía a los excesos verbales de un “ex guionista de anteriores galas eurovisivas”. Por cierto, toda la frase seguida porque ignoro si ahora es guionista o quiere ascender en el escalafón. De hecho, me da igual.

El caso es que se pueden contar por decenas las personas que han escrito los guiones de las galas en Eurovisión desde que retornaron las preselecciones en 2007, e incluso antes. Podría haber sido cualquiera que tenga Twitter y comentara el programa del pasado sábado pero sólo uno se dio por aludido. Se trata del señor Abel Arana que no contó con la posibilidad de que hubiera más ex guionistas eurovisivos en este mundo y acertó al pensar que era el aludido por ese brevísimo comentario, al final de una columna que se centraba en lo que a nosotros nos interesa que es Eurovisión.

A partir de ahí, unos amigos me avisaron de que este señor al parecer tiene un blog, así rollo Perez Hilton ibérico, en el que dedica un artículo a un tal José Peña que es periodista y escribe artículos de opinión en eurovision-spain. Claro, me entró la duda por si los responsables de la web habían fichado a un nuevo columnista que, casualmente, se apellidase igual que yo. Total no es un apellido muy inusual.

Revisé la sección de opinión y no encontré una nueva incorporación. Y entonces leí que incorporaba a su opinión un extracto de mi columna, esa minúscula referencia que le dediqué a él. Por tanto, lo primero que pensé es que no se había documentado bien sobre mi nombre pero rápidamente lo descarté puesto que usted, sr Arana, no creo que se atreviera a darme a mí lecciones de periodismo si antes usted no se hubiera documentado acertadamente sobre algo tan sencillo como mi nombre.

A continuación, y como me cuentan que varias personas trataron de sacarle de su error, entonces se me ocurrió que usted se hallaba verdaderamente dolido por no haber citado su nombre, y a ser posible en mayúsculas y con colorines, en la pasada columna. Lo descarté también porque semejante cutre venganza salchichera no es propia de alguien tan brillante como usted. Lo dejaremos en un simple lapsus, sin importancia.

Realmente lamento no haber incluido su prestigioso nombre porque lo que traté es de no entretenerme demasiado en usted porque poco o nada me interesan sus comentarios, su sentido del humor, basado en descalificar el físico o el vestuario de las personas, etc. Me acusa de cobardía o de mala praxis por no hacerlo. ¿Es que debo de tenerle miedo por algo? ¿Es el capo de algún grupo mafioso? ¿Debo contratar algún servicio de seguridad? Estoy seguro de que no. Somos personas y nunca ha tenido miedo a nadie a la hora de expresar mi opinión en este ámbito eurovisivo o en otros muchos que son en los que realmente trabajo como periodista.

Pone usted palabras en mi artículo que yo no dije. Ni le acusé de criticar el show en sí ni particularmente a Pastora Soler. Dije textualmente se ha pasado la noche despotricando en su Twitter de todo lo que se movía en la tele”. Y lo que se mueve en la tele son personas.

Usted afirmó en su perfil de Twitter que se había tomado la molestia de hacer pantallazos de las opiniones de algunos eurofans, me permitirá que yo aluda a alguno de sus tuits más sobresalientes que dedicó a algunas personas:

-¿Pero porque un eurofan? ¿Porqueeeeee? ¿En los grammys le dan un micro a los fans de Madonna? Por favor….
– maravillosas las eurofans locas gritando TU SI QUE VALES en la primera. maravillosas
– Strafalarius patrocina el vestuario de los eurofans #terrormariquitilabsoluto #meborrodegay
– A la primera persona que diga “Pastora tiene muchas oportunidades en Azebayán” le va a salir un herpes en los genitales. Enorme. Por idiota
– Ya vereís q bien van a recibir en Azerbayán a los eurofanes gays. Os van a adorar. Q es q pareceís tontos, por dios…

Son sus opiniones, recogidas tal cual, incluso sin algunas tildes, sólo copiar y pegar. Se comentan por sí solas, usted es muy libre de hacerlas, como mínimo tan libre como yo para dar mi punto de vista sobre ellas. Es lo que tiene la libertad de expresión y aquellos que trabajamos en medios de comunicación, sabemos que estamos expuestos a no gustar a todo el mundo. Son gajes del oficio para los que ya tenemos muchos años de experiencia en esto.

Yo tampoco pretendo gustarle a usted, ya le dije que me da igual aunque a usted le produzca “asombro”. Sólo le diré que mi ejercicio periodístico no tiene mucho que ver con Eurovisión, salvo por esta columna que me confían los responsables de eurovision-spain. Es más ni siquiera me he dedicado ni a la música ni al mundo de la farandula ni a Gran Hermano. No es que sea mejor o peor, es sólo una pequeña aclaración.

A usted, sr Arana le ha molestado especialmente que yo dijera que sus comentarios tenían un tufillo a resentimiento. Una vez más, usted manipula ese párrafo y cree interpretar que me refiero a TVE. Se defiende indicándome en el articulo o en los mensajes que me ha enviado al Twitter que le ofrecieron el puesto de guionista este año y usted lo rechazó. Allá usted, yo personalmente lo único que recuerdo de la gala de la que usted ejerció esa labor, es el pollo de John Cobra y ese no creo que lo escribiera, ¿no?

Obviamente, y si uno lee los mensajes que acabo de citar, el resentimiento se produce, desde mi punto de vista, hacia los seguidores del Festival, con los que usted tiene cierta fijación. Y eso está contrastado con leer un poco más arriba. Quizás sea porque no hemos caído rendidos a su enorme talento, a su fantástica praxis en todos los aspectos profesionales de su vida. Ya se sabe que los “desarrapaos” no somos capaces de reconocer lo bueno… Por eso, además usted debe guiarnos hacia la luz y le conmino a ello.

Yo, de momento, tomo nota y dejaré de practicar el “periodismo de me han contado”, ese que usted acaba de bautizar con el ingenio que le caracteriza. Quizás estuviera pensando en ese “blogguerismo del me han contado que Pastora Sole apuesta por Ahora o Nunca aunque ella haya dicho públicamente otra cosa”… Desde luego somos muy tontos porque aquellos que votaron apenas le hicieron a usted caso y eso en quien quiere ser influyente, comprendo que es un duro golpe.

Pero voy a terminar, dándole las gracias. Sí, como lo lee. Gracias por tomarse tantas molestias con un insignificante periodista, con un no menos desarrapado seguidor del Festival de Eurovisión. Gracias por difundir ampliamente en las redes sociales en varios momentos del día esa “acusación gratuita”, como usted la calificó muy al estilo de Estella Reynolds.

Por mi parte, le diré que esta es la última vez que me refiero a usted, puede estar tranquilo. Más que nada porque atacar a los eurofans es un deporte muy practicado por algunos que creen que de esta forma, se cuelgan medallas en algunos ámbitos. A nosotros nos interesa disfrutar de la música y el resto se lo dejamos a ustedes. Asi que ahora diga lo que quiera y que le vaya a usted bonito.

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