EL VACÍO

No sé si algunos lo visteis así, pero para mí Eurovisión 2016 fue el peor año de la época actual del festival. Como Edurne, aún hoy siento el vacío cuando lo recuerdo. Algo sucede cuando gana Suecia. De repente al año siguiente el 90% de las canciones buscan fórmulas comerciales vacías de melodía; mucha producción y poca emoción. […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EL VACÍO

No sé si algunos lo visteis así, pero para mí Eurovisión 2016 fue el peor año de la época actual del festival. Como Edurne, aún hoy siento el vacío cuando lo recuerdo.

Algo sucede cuando gana Suecia. De repente al año siguiente el 90% de las canciones buscan fórmulas comerciales vacías de melodía; mucha producción y poca emoción. 2013 y 2016 han sido dos de los peores años de Eurovisión musicalmente hablando, éste último el peor. Exceso de inglés con fórmulas americanas. No me gusta lo que oigo en las radios comerciales, y sigo Eurovisión por la variedad que me aporta, y de repente el año pasado terminó la final y me dije: -Ya está, también Eurovisión ha caído en la red. Adiós. ¿Para qué? ¿A caso sonó Fairytale de Eneda Tarifa o Hear Them Calling en las radios europeas? No, simplemente se les quitó la esencia para llegar vacias y en su peor estado al festival.

Tan solo Utopian Land, No Degree of Separation, Dona y 1944 eran canciones con esencia, en las que la propia melodía contaba una historia diferente. Solo una fue moderna y arriesgada, 1944, y ganó. Ganó porque era la única de la final que removía algo por dentro y destacó entre temas creados simplemente para ganar dinero. Si el 50% de las canciones de las preselecciones de este año ya son al estilo americano actual de pop electrónico no quiero imaginarme que hubiese pasado si Rusia o Australia hubiesen ganado en Estocolmo. Eurovisión era libertad para aquellos artistas que se alejaban de discográficas por tener gustos diferentes y no dejarse modelar y ahora es la puerta para entrar en ellas. A pesar de esto, el triunfo de Jamala aporta algo de luz para este 2017, tanto es así que las 3 primeras canciones seleccionadas (Albania, Georgia y Bielorrusia) se alejan del deseo de triunfar internacionalmente y se concentran en la calidad de la composición. No critico que los países envíen temas radiables (Malta y Armenia eran mis favoritas), pero si el exceso.

Creo que el del año pasado fue el tope al que se pudo llegar, así pues, esperemos que el péndulo se vuelva a decantar hacia la esencia propia y tengamos temas parecidos a Kiev 2005 tras el triunfo de Ruslana, que trajo consigo nuevos estilos al festival.
@sergiibor

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