Ya conocemos las cuatro canciones candidatas de El Sueño de Morfeo para el Festival de Eurovisión. Tras las airadas reacciones de muchos eurofans, las cuales no termino de entender, me pregunto lo siguiente: ¿pero qué tipo de canciones se esperaban de El Sueño de Morfeo? Por tanto, en estos momentos de excitación, apelo a la sensatez y el sentido común. Plantearé para justificarme una serie de reflexiones.

Vamos por partes. Primero, no entiendo a aquellas personas que comparan a Pastora Soler con El Sueño de Morfeo. No son comparables porque musicalmente distan mucho, es como comparar el blanco con el negro. Habrá a quien le guste lo primero y otros que maten por lo segundo. Ha quedado demostrado que Pastora destaca por su espectacular voz, una de las mejores de España, mientras que, sin lugar a duda, El Sueño de Morfeo lo hace por su personalidad, frescura, juventud y ese toque folk-rock tan característico de la banda asturiana.

Ni lo uno ni lo otro es una garantía de éxito en Eurovisión ni una señal inequívoca de que los televidentes europeos se lanzarán a votar en masa el día de la final. ¿O hay que recordar que, igual que Pastora Soler obtuvo un meritorio quinto lugar para el jurado de expertos, también fue decimoctava en el televoto europeo?

Segundo, independientemente de gustos personales y subjetividades, todos muy respetables, es un hecho constatable que Contigo hasta el final, Dame tu voz, Revolución y Atrévete son temas muy profesionales, que reflejan de manera muy fiel el estilo 100% de ESDM, con una producción impecable y muy cuidada, fruto de un equipo de músicos de primer nivel, y que alguno de los temas, incluso, es hasta arriesgado para el festival, lo cual puede ser buena señal.

España jamás ha explotado en el festival un estilo tan definido y tan exportable para las radiofórmulas no sólo nacionales sino internacionales. Ya va siendo hora de probar propuestas nuevas en el festival europeo. La plaza que luego se obtenga, mientras se trabaje con profesionalidad, es lo de menos. En años pasados muchos hubiéramos matado por tener cuatro canciones como las que están hoy sobre la mesa.

Tres, basta ya de recurrir a los tópicos eurovisivos. Muchas veces, los eurofans somos peores que los ajenos al certamen europeo. Eurovisión no es sinónimo de diva espectacular con vozarrón, ventilador y vestido de tul y satén, además cuando más tul, satén y purpurina, mucho mejor. Esta idea está bastante pasada de moda, así que abramos un poquito la mente. En Eurovisión puede triunfar cualquier estilo, y lo hemos visto, desde la sencillez de una Lena Meyer-Landrut a la extravagancia heavy de Lordi. La clave, trabajar con profesionalidad y creo que el ESDM lo está haciendo desde que fueron designados.

Y cuatro, obviamente si no te gusta el estilo de ESDM es más que probable que ninguna de las canciones presentadas te agraden, lo que no es sinónimo de que los temas sean malos o de un fracaso de España en Eurovisión, como ya muchos, a lo Aramis Fuster, predicen. La apuesta de TVE para Malmö es ésta, un grupo joven, fresco, muy de radiofórmula y con este toque celta, rompiendo esquemas y tópicos, y rejuveneciendo el festival. Ya sólo por eso, olé por la cadena pública.

Y acabo, dejando mis preferencias tras unas primeras escuchas. A día de hoy mandaba a Malmö ese tema más épico titulado Contigo hasta el final, tiene algo especial, una magia que puede enganchar, pero Atrévete o Revolución, que suenan 100% ESDM y tienen una instrumentación perfecta, son temas que pueden hacer un gran papel en Eurovisión. Sin duda.

Mucho ánimo, mucha suerte y un reconocimiento especial desde aquí para el excepcional e intenso trabajo que me consta han desarrollado en las últimas semanas David, Juan y Raquel.