EL DIRECTO DECIDIRÁ EL GANADOR

Apenas quedan unas horas para que TVE elija en Objetivo Eurovisión a su representante para el próximo festival de Estocolmo, y lo hará en una de las finales nacionales más abiertas, competitivas y profesionales de los últimos años. Mérito de ello lo tiene la cadena pública, que ha sabido trabajar bien durante meses con artistas, […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EL DIRECTO DECIDIRÁ EL GANADOR

Apenas quedan unas horas para que TVE elija en Objetivo Eurovisión a su representante para el próximo festival de Estocolmo, y lo hará en una de las finales nacionales más abiertas, competitivas y profesionales de los últimos años.

Mérito de ello lo tiene la cadena pública, que ha sabido trabajar bien durante meses con artistas, casas discográficas, managers y la productora Viento y Agua Films en un más que digno proceso de selección que ha dado como resultado calidad tanto de artistas como de canciones, frescura, juventud, diversidad de estilos y aperturismo, superando viejos fantasmas y absurdos complejos como la imposibilidad de cantar en inglés por el simple hecho de ser España, cuando en nuestro país el 90% de la música que se consume es en el idioma de Shakespeare.

Hasta hace pocos meses, con el background histórico que acumulamos, jamás hubiera imaginado a TVE eligiendo de forma interna a artistas tan alternativos como Electric Nana o Barei, o bien, permitiendo propuestas prácticamente en inglés, como Now y Say Yay! de las dos artistas mencionadas, o Victorious de Xuso Jones. Chapó por ello, no me queda más que felicitar a la cadena, que también ha sabido explotar muy bien el potencial y el gran impacto social del fenómeno eurovisivo en redes, atrayendo al certamen a un público cada vez más joven y multipantalla. Sin duda, este es el camino a seguir.

Ahora bien, como en todo, las cosas pueden ser mejorables, y a modo de crítica constructiva, apuntaría que TVE de ser más previsora, trabajar el proyecto eurovisivo con más antelación y paliar, de cara a futuras ediciones, cierta improvisación, prisas o falta de transparencia. Para muestra, un botón. A escasas horas de la final aún desconocemos qué países y cuántos compondrán el jurado internacional, que, no olvidemos, tendrá un peso importante del 30% en la elección del candidato.

Y mérito, mucho, en esta honrosa preselección también lo tienen los finalistas. Barei, Electric Nana, María Isabel, Xuso Jones, Maverick y Salvador Beltrán son grandes artistas, jóvenes pero experimentados, con mucho talento, ganas y que han aportado trabajo, seriedad, profesionalidad, y algo que en los últimos años había brillado por su ausencia, compañerismo y juego limpio entre iguales. Han dignificado Eurovisión

Todos son conscientes de lo que supone este certamen, una gran plataforma de promoción europea y uno de los mejores, sino el mejor, festival de música del mundo. Este planteamiento, aunque lógico, cuesta que cale entre cantantes de renombre en la industria musical española como la propia Mónica Naranjo, muy crítica últimamente con el festival por ignorancia, despecho, o por ambas cosas.

Y ya que hablamos de los finalistas, vamos con los favoritos, o al menos mis favoritos. Los seis finalistas presentan candidaturas solventes y muy dignas, que ya hubiéramos querido para otros años. Para proclamar al ganador, será más determinante que nunca el directo que tengan esta noche. Es la clave, lo que inclinará o debería inclinar la balanza de los votos hacía un lado u otro.

Ahora bien, si tuviera que elegir sólo a uno, me quedaría con Barei y su arrolladora Say Yay!, un tema en inglés, con sonidos muy actuales, una voz desgarradora, unos coros imponentes y un potencial escénico increíble, que, en mi opinión, representa la vuelta de tuerca, el cambio que necesita España en la Eurovisión de 2016, una canción que no suena a Eurovisión. 

En la terna de favoritos, muy de cerca de Barei colocaría a Xuso Jones y su impecablemente producido schlager sueco Victorious, una propuesta que sí suena, y mucho, a Eurovisión y obliga a ser muy originales en la puesta en escena para arañar un buen lugar en Estocolmo como ya ocurriera con Mans Zelmerlow en Viena, y la explosiva, potente y racial La vida sólo es una de María Isabel, de los temas latinos, el que más posibilidades tiene en Eurovisión, a expensas de ver el directo de la intérprete de Antes muerta que sencilla

Y todo ello, sin desmerecer las propuestas de Electric Nana, Now, un tema rock gamberro con un estribillo genial que con Barei también supone el cambio necesario de España en el certamen; Salva Beltrán, Días de Alegría, un tema muy maduro, con partes interesantes como ese toque funky y reminiscencias del primer Alejandro Sanz; o Un mundo más feliz, de Maverick, una canción amable, sin más, que en nada hace justicia al prometedor cantante.

Sea quien sea el ganador esta noche, lo que sí podemos, desde ya, es estar orgulloso de nuestro representante en Estocolmo 2016, un cantante que le pondrá ganas, trabajo, tesón y dedicación al proyecto eurovisivo durante los próximos tres meses para subirse el 14 de mayo sobre el escenario el Globen Arena y hacer la actuación de su vida… y quién sabe, de la historia de España en Eurovisión. Por soñar…

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