¿DÓNDE ESTUVIERON LOS JURADOS EN LA PRIMERA SEMIFINAL? ¿E IÑIGO?

Hago una crónica de urgencia para analizar algunos aspectos de la primera semifinal de esta edición de Eurovisión 2012. Y tengo que concluir que estoy francamente decepcionado. Ya sé que los resultados finales de los diez clasificados eran los previsibles, más o menos, si atendemos a los gustos expresados en las clasificaciones de las webs, […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

¿DÓNDE ESTUVIERON LOS JURADOS EN LA PRIMERA SEMIFINAL? ¿E IÑIGO?

Hago una crónica de urgencia para analizar algunos aspectos de la primera semifinal de esta edición de Eurovisión 2012. Y tengo que concluir que estoy francamente decepcionado. Ya sé que los resultados finales de los diez clasificados eran los previsibles, más o menos, si atendemos a los gustos expresados en las clasificaciones de las webs, apuestas, etc.

 La verdad es que yo fui una de las muchas personas que en su momento, reinvidicó la presencia del jurado en el Festival dado que el televoto había demostrado demasiados vecinisimos, diásporas y gusto por la parafernalia en las actuaciones. Llegamos a un punto en el que pasamos de un concurso de canciones a un Tú sí que Vales europeo en el que contaba más el espectáculo que la melodía.

 Yo creo que Eurovisión es espectáculo naturalmente y es conocida mi pasión por las abuelitas rusas, por ejemplo. Sin embargo, la introducción del jurado no ha servido para que se valoren apuestas de calidad, como las que anoche presentaban Suiza e Israel frente a otras de dudoso gusto, como las de Grecia o Chipre.

 ¿Qué hizo el jurado anoche? ¿Se supone que un grupo de expertos habrá apostado por las “euroyayas”, por la pachanga rumana o por las canciones de mercadillo griega y chipriota? Si esto fuese así que no lo sé, deberíamos plantearnos de nuevo el sistema de elección y darle la voz enteramente a los sufridos espectadores. Y si se votan los vecinos, que se voten. Ya se ha demostrado que independientemente de vecinismos gana el que más gusta, ¿o es que Finlandia tenía muchos vecinos en 2006 y no con anterioridad que tan sólo había quedado sexto como mejor clasificación?

Yo confiaba más en el jurado y espero que me saquen de este desaliento que me han provocado esta noche porque sería mal asunto que no sirvieran de nada.

En cuanto a la gala, también ha sido decepcionante. Han sido continuos los problemas de sonido, ya no sólo por los gestos de la rumana con el pinganillo sino que en todas las canciones, la música estaba muy baja y de esa manera, han quedado al descubiertas todas las vergüenzas de muchos intérpretes. Desde el atroz inicio de Soluma, pasando por la voz camionera de Ivi o incluso algún desafine de la extraordinaria Rony.

Además, la realización me ha parecido aburrida, monótona, con unos planos muy similares en todas las canciones. Daba igual que viéramos una balada o una canción dance. Algunos cambios de plano en la actuación de Israel se hicieron con una brusquedad impropia de unos profesionales con tanto tiempo de experiencia en este mundo de la televisión.

¿Y qué me contáis de los presentadores azeríes? (o azerbayaníes, como diría Iñigo) Sosos, sin tables, perdidos en muchas ocasiones, los peores presentadores de una gala desde hace años. Lejos de la profesionalidad de años anteriores. ¿No existen en este país mejores comunicadores para dirigirse al público europeo?

Y un último apunte sobre el comentarista español, José María Iñigo. Me parece una de las personas que más sabe de música en España, eso es indudable. Sin embargo, anoche se demostró que eso no es suficiente para comentar Eurovisión. Ya no me referiré a cuando ha presentado a Israel como un grupo retro con una cuestionable puesta en escena porque supongo que no tiene idea de música indie y no sabe que ese tipo de actuaciones son habituales en este género.

Su relato ha estado repleto de errores e inexactitudes. Lapsus, como confundir a Pastora con Paloma (supongo que recordaba a la San Basilio) o manifestar que al menos con Rumanía habría una canción en español en la final, como si nosotros cantásemos en sueco, son increíbles en un profesional de esas características.

Pero ha demostrado encima su ignornacia al presentar como un espectacular cambio en las votaciones que sólo se pudieran hacer al término de las actuaciones. ¿Este señor no sabe que esto ya se hacía así hasta hace dos años? O por ejemplo hablar del “sobre dorado” sin explicar qué es porque supongo que tampoco se ha molestado en preguntarlo. O incluso indicar que se nombrarían los primeros nueve semifinalistas y luego el otro, pero sin saber muy bien los motivos. En fín que da la sensación que estas cosas para él son un pasatiempo, algo de poca monta por lo que no es necesario documentarse y prepararse el trabajo. Esperemos que en la final esté un poco más atinado porque no tenemos suerte con los comentaristas en España.

Conversación