DIRIGE LA ORQUESTA…

Seguro que muchos de vosotros recordaréis la típica frase que precedía a cada actuación del festival, cuando existía la orquesta y la música en vivo, entre los años 1956 y 1998. Eran otros tiempos, donde la calidad de la música y la canción primaban por encima de otros factores. Cada candidatura contaba con un director, que […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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DIRIGE LA ORQUESTA…

Seguro que muchos de vosotros recordaréis la típica frase que precedía a cada actuación del festival, cuando existía la orquesta y la música en vivo, entre los años 1956 y 1998.

Eran otros tiempos, donde la calidad de la música y la canción primaban por encima de otros factores. Cada candidatura contaba con un director, que se encargaba de realizar los arreglos de la canción y de dirigir la orquesta. Un papel de vital importancia dentro del equipo formado por los artistas, compositores, letristas, vestuario, maquillaje y coreografía. Si uno de ellos fallaba, la actuación deslucía, como en tantos casos ha ocurrido.

A lo largo de esos cuarenta y tres años, más de 350 músicos dirigieron la orquesta del festival. Algunos repitieron varios años, otros solamente participaron una vez. A continuación voy a destacar algunas de las grandes figuras que dirigieron la orquesta del concurso.

En primer lugar, la figura por antonomasia de la orquesta de Eurovisión, Noel Kelehan, director habitual de Irlanda que posee el record de participaciones, con un total de 29 veces. Además, es el único director que ha ganado cinco veces el festival (1980, 1987, 1992, 1993 y 1996). Una figura de la gran Irlanda de los años ochenta y noventa, que supo engrandecer todas las canciones que dirigió, obteniendo fantásticos resultados.

La medalla de plata se la lleva uno de los veteranos de la dirección, Franck Pourcel. Dirigió la orquesta para Francia desde los orígenes del festival hasta el año 1972, ganándolo en cuatro ocasiones (1958, 1960, 1962 y 1969). Ha participado 23 veces en el certamen, representando tanto a Francia como a otros países.

Ossi Runne es el ganador de la medalla de bronce. Habitual director de orquesta de Finlandia, participó durante 22 años. En el año 1989 dirigió por última vez la orquesta del concurso, siendo invitado por la televisión finlandesa al año siguiente para comentar el festival.

A estos tres grandes maestros, les siguen dos míticas figuras de los Países Bajos. El primero de ellos es Dolf van der Linden, director de orquesta en 18 ocasiones y  tres veces ganador del festival (1957, 1959 y 1970). El segundo es Harry van Hoof, famoso director de orquesta que participó en 15 ocasiones, ganando en 1975 con el grupo Teach In.

Sin embargo, son muchas las figuras que nos vienen a la memoria: el famoso director de orquesta de Abba, Sven-Olof Walldoff, disfrazado de Napoleón; el ruidoso director de Alemania 1975, Rainer Pietsch; el “señor del bombín y el bastón” de Reino Unido 1977; el divertidísimo Henrik Krogsgaard de Dinamarca, sufriendo un “accidente” en 1988 y saliendo en mitad de la actuación al escenario como corista en 1989; el hiperactivo Timur Selçuk de Turquía 1989, disfrutando como nadie de la canción; y el director francés Régis Dupré de 1990, que quería volar al iniciar la actuación, o eso parece.

Otros grandes y conocidos directores de orquesta fueron Norbert Daum, los hermanos Nikica Kalogjera y Stipica Kalogjera, Atilla Sereftug, Alyn Ainsworth, Anders Berglund, Oivindg Bergh y Eric Robinson, entre otros.

En la historia del Festival de Eurovisión tan solo tres mujeres han participado como directoras de orquesta: Nurit Hirsh (Israel 1973 y 1978), Monica Dominique (Suecia 1973) y Anita Kerr (Suiza 1985).

No podemos terminar sin mencionar a los grandes directores de orquesta de nuestro país que participaron en Eurovisión: Eduardo Leiva, Rafael Ibarbia, Augusto Algueró, Juan Carlos Calderón, Manuel Alejandro y Ramón Arcusa, entre otros. Podemos estar orgullosos de todos ellos, puesto que trabajaron para dejar a España en la mejor posición posible en el certamen.

Tras la eliminación de la orquesta en el año 1999, la música pregrabada se consolidaría en el festival. Una de las razones fue que, a finales de los años noventa, la inmensa mayoría de las canciones incorporaban elementos artificiales, como por ejemplo el uso de sintetizadores, por lo que muchas delegaciones optaron por utilizar la música totalmente pregrabada. Por tanto, muchos países prescindieron de la figura del director de orquesta, por lo que resultaba inviable el uso de la orquesta en el festival.

Han pasado ya dieciséis años desde entonces, sin embargo, muchas son las personas que todavía recuerdan el instante en que el presentador o comentarista presentaba al director de orquesta, el cual saludaba y daba la señal de inicio de la canción. En la actualidad, sería inviable adaptar todas las canciones para ser interpretadas por una orquesta. No obstante, sería un bonito detalle por parte de la UER dar un guiño o hacer un homenaje a las figuras olvidadas de la orquesta y el director en el próximo aniversario del certamen.

Dirige la columna: eurofan_lalala

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