Dinamarca en Eurovisión (1957 2004)

Historia de las canciones danesas en Eurovisión (1957-1966) Primera etapa La historia de esta delegación en Eurovisión tiene dos tiempos, con un paréntesis largo sin intervenir de 1967 a 1977. Retornan en 1978 con los archifamosos en Europa, el conjunto Mabel. Dinamarca se estrenó en el Festival en 1957 con el matrimonio Birthe Wilke y […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

Dinamarca en Eurovisión (1957 2004)

Historia de las canciones danesas en Eurovisión (1957-1966) Primera etapa

La historia de esta delegación en Eurovisión tiene dos tiempos, con un paréntesis largo sin intervenir de 1967 a 1977. Retornan en 1978 con los archifamosos en Europa, el conjunto Mabel.

Dinamarca se estrenó en el Festival en 1957 con el matrimonio Birthe Wilke y Gustav Winckler, en la segunda edición que se celebró en Frankfurt del Main. Allí participaron diez países, ya no como el año anterior con dos temas por país, sino con una composición por nación. También debutaba el Reino Unido con Patricia Bredin el tema “All”, un alarde de gorgoritos a lo Julie Andrews, y Austria con el medio cómico y fornido Bob Martin que cantó “Wohin, kleines pony” con ritmo tirolés y pseudo sonido brasileño. Algo muy raro que les costó quedar últimos. Pero los daneses si tuvieron suerte en los votos. Quedaron terceros con “Skibet skal sjebe i nat”. Montaron un buen show, sobre todo al final de la canción cuando la pareja se da un morreo importante ante las precarias cámaras de época. Aunque hoy parezca una tontería, en esos años fueron toda una avanzadilla. Y es que este Festival nació bastante conservador, se veía en los temas que se presentaban. Hasta finales de los sesenta no empezarían los desmadres escénicos, en alza en las décadas posteriores.

Para 1958 fue la melancólica Raquel Rastenni que sentada en un taburete anotaba los desamoríos y amoríos no correspondidos en “Jeg rev et blad ud af min dagbod”. Estuvo muy sentida en su interpretación pero dieron un terrible bajón en los votos y fueron octavos de diez países con 3 solitarios puntos. Peor lo tuvo Corry Brokken que ganando en 1957 quedó última detrás de Raquel Rastenni. Esas cosas pasaban mucho en los primeros años cuando se repetían los interpretes por parte de algunas delegaciones.

Precisamente Dinamarca vuelve a escoger a Birthe Wilke, esta vez sola, para Cannes ’59 con el tema “Uh-jeg ville onske jeg var dig”. El traje de cola que sacó casi se salía del escenario giratorio que ese año pusieron con postales típicas del país que actuaba. Además daba bastante ímpetu a su canción cuando decía “Uh-jeg…” con golpe de brazos hacía dentro, como en un ataque chispeante lleno de emoción propio de la misma Doris Day. Tuvo más o menos suerte, quedando quinta de once países con 12 votos, adelantando incluso a la gran figura italiana Domenico Modugno que llevó “Piove”.

Altibajos eran la tónica general de estas participaciones. Con Katy Bodtger en 1960 tuvieron un patinazo. Fueron décimos de 13 países con 4 votos. Y eso que la muchacha le puso intención al vestuario. Se vistió de chica de modé con sombrilla incluida, adelantándose a la famosa sombrilla de Hanne Krogh por Noruega en 1971. Cantó “Det var en yndig tid”.

En 1961 los países nórdicos se unieron en una macro gala porque debutaba Finlandia y ya estaban todos excepto Islandia que no competirá hasta 1986. Dinamarca escogió al archifamoso en Europa, Dario Campeotto, de origen italiano, que cantó “Angelique” tema que después versionó en francés otro eurovisivo, André Claveau. Vuelven al top cinco, quedando en quinto lugar empatando a 12 puntos con Betty Curtis de Italia que llevó el insuperable “Al di lá”. Ese año debutaba España en Cannes con Conchita Bautista y “Estando contigo” que fue novena de 16 países.

Retornan a la mediocridad, parecía pensado año sí, año no, hasta que por fin ganan. En 1962 ocuparon el décimo lugar con Ellen Winter que cantó “Vuggevise” tema muy anticuado y estático, sin nada de especial que obtuvo 2 míseros puntos empatando con Noruega y Suiza. Fue el año indiscutible de Isabelle Aubret y su “ Un premier amour”, no había color con todos los demás exceptuando al guapísimo y excelente cantante François Deguelt de Mónaco que quedó segundo. España saboreó su primer cero con Víctor Balaguer.

La victoria les llegó en 1963 con los comprometidos y futuro matrimonio días después del Festival, Grethe y Jorgen Ingmann con “Dansevise” o “Aires de danza”. Tuvo polémica esta elección ya que estaban empatadas Dinamarca y Suiza con Esther Ofarim a 40 puntos, pero al final de los votos el jurado noruego que votó en quinto lugar dijo que había cometido un error en su escrutinio y lo repitió otorgando 2 puntos a Dinamarca, sus vecinos y así fue como ganaron, ante la cara de asombro de la presentadora Kathy Boyle y el público que se removió en los asientos de los estudios de la BBC de Londres. Los años olvidaron esa polémica y los daneses se llevaron su primer triunfo. El próximo no llegaría hasta el año 2000, parecía como una profecía futurista si lo hubieran imaginado en 1963.

Copenhague fue la ciudad escogida para celebrar la novena edición de Eurovisión. Participaron 16 países y ganó Italia por primera vez con Gigliola Cinquetti y “Non ho l’étà”. Arrasó en los votos. Tuvo 49 puntos, récord hasta ese momento no superado hasta 1971 cuando se cambió el sistema de votación. Dinamarca como anfitrión escogió al semi barítono Bjorn Tidmand con un vals, “Sangen om dig”. Tuvo como es natural una ovación estruendosa. En general el público del Tivoli Concert Hall aplaudió mucho todos los temas. No cosecharon suerte en los votos y sólo obtuvieron 4 puntos quedando en noveno puesto. Un punto se lo dio Noruega y tres España.

En 1965 fue a Nápoles la conocida intérprete en los países nórdicos Birgit Bruel. A pesar de su saber hacer fue séptima. Estaba entre los favoritos. Tuvo 10 votos. Fue un año difícil con la flamante ganadora, France Gall, todo un hallazgo, Katy Kirby por el Reino Unido, Guy Mardel de Francia, Udo Jürgens por Austria y Bobby Solo de Italia. Los españoles teníamos nuestro segundo cero, ahora con una repetidora, Conchita Bautista y ¡Qué bueno, qué bueno!, menudo chasco.

En su despedida de Eurovisión, no volverán hasta 1978, escogen para ir a Luxemburgo ’66 a la expresiva Ulla Pia que se acompañó de unos bailarines muy simpáticos. El baile era como una especie de twist a dos con mucho gancho. Los cantantes ese año empezaron a acompañarse de bailarines o músicos en escena, como la holandesa Milly Scott que salió con dos señores vestidos de “mexicanos”. Ulla Pia tuvo 4 puntos siendo decimocuarta de 18 países.

Para el próximo capítulo de Mabel en 1978 a la desafortunada Malene en Tallinn 2002.

En esta segunda parte de las canciones danesas en Eurovisión y tras un largo descanso sin intervenir vuelven en 1978 rompiendo la pana con un grupo rock de rubísimos y estupendos muchachos nórdicos, que volvían locas a las adolescentes europeas de finales de los setenta. Se trata de Mabel. Mike Tramp era el solista. En Barcelona tenían un club de fans muy activo situado en la calle Pádua. A París fueron con la canción “Boom-boom” que era el sonido que hacía el enorme tambor que sacaron con un corazón pintado. El tema está compuesto por el propio conjunto y los arreglos son de Helmer Olesen. Además llevaron dos guitarras y un ukelele que sonaba a folk norteamericano de estilo alegre. Dinamarca estaba algo desentrenada después de permanecer 12 años sin competir. En su retorno no recibieron una gran bienvenida porque sólo tuvieron 13 puntos y quedaron en la decimosexta posición. Los Mabel vinieron a España en 1979 al programa Aplauso para promocionar sus nuevas canciones “I’m a hot dog”, “Skateboard rider” y “Wonderful Copenhagen”. Fueron número uno en Inglaterra, Japón y Australia a parte de todos los países nórdicos. El Festival no les perjudicó demasiado, aunque fueron un grupo de consumo y luego pasaron al olvido.

A veces las estrellas no triunfan en Eurovisión como fue el caso de Mabel. Pero sin renunciar a los ídolos buscaron a otro que lo era en su país y todo Escandinavia para 1979, Tommy Seebach. No era guapo, ni un gran cantante, pero tenía mucho gancho. Así lo demostró en Jerusalem ’79 con “Disco Tango”, tema muy popular que se bailó en todas las discotecas europeas de entonces. Obtuvo el sexto puesto con 76 votos. Seebach volvió en 1981 a Dublín junto a su amiga Debby Cameron, como en 1979, pero no tuvieron tanta suerte. La canción era “Kroeller eller ej”. Menudo bailecito se pegó la Cameron en medio de la pista dublinesa con traje blanco y gorra a lo Josephine Baker, estupenda. Ocuparon el undécimo puesto con 41 votos y empataron con un antiguo ganador que salía por Luxemburgo, Jean-Claude Pascal. Pero en su tercera participación, muchos años después, sin la Cameron, en Millstreet ’93 rozó el desastre ocupando la plaza vigesimosegunda con 9 votos con “Under stejernerne paa himlen”. Y es que ya estaba muy descafeinado y envejecido para no tener ni siquiera cincuenta años. Supimos de su fallecimiento en el 2003 y nos dio mucha pena a los eurovisivos porque este señor, a pesar de los pesares, fue un histórico también. Era muy simpático.

En 1980 escogieron a un señor muy orondo que tocaba la guitarra y hacia un pseudo rock poco afortunado. Bemses Venner cantó “Tanker altid paa dig” y fue decimocuarto con 25 votos. Nada de especial.

A Harrogate ’82 optaron por el tecno pop, esquema que nunca gustó en la década de los ochenta, a pesar de estar tan de moda por otras lindes. Pero el Eurofestival pasaba de innovaciones todavía y el grupo Brixx, liderado por Jeff Brixtofte, no gustó nada a los jurados obteniendo 5 votos con su “Video, video”. Fue penúltimo, delante del fines Kojo que también montó el pollo con su tema tecno que tuvo un cero.

Dieron in giro tremendo en 1983 con la canción más fea de todas las que han llevado. Gry Johansen que era muy mona, pero no cantaba nada, perpetró el tema “Kloden drejer” y sólo destacaron, junto a su coro, por exhibir las piernas airosamente con un traje que nuestro comentarista, el señor Ullán, lo calificó “como de primitiva con mula”, ¡hay qué ver!. El año ’83 fue muy extraño, hubo de todo y para todos, uno de los Eurofestivales más kistch de la etapa y el más criticado. Las danesas quedaron decimoséptimas con 16 votos. Y España con Remedios Amaya fue última junto a los turcos del “Opera, Opera”. Era nuestro tercer cero.

Los siempre eternos Kristen Sigaard y Soren Bungaard, que estaban casados y formaban junto a otros el conjunto “Hot eyes”, estuvieron en casi todas las preselecciones danesas de los ochenta y ganaron tres que no esta nada mal. Después en Eurovisión parecían llevar siempre lo mismo. En 1984, 1985 y 1988, con “Det’ lige det”, “Sku’ du spoerg fra no ‘en” y “Ka’ du se hva ‘jeg sa’” quedaron cuartos, undécimos y terceros respectivamente. Lo curioso era que Kristen en dos de las tres ocasiones salió embarazada. En 1988, muy avanzada ya, tuvo el niño pocos días después del Festival. Inolvidable el premamá verde chillón que lució para la ocasión. En el ’85 también se acompañó de una niña para su canción. Aunque dejasen bien clasificada a Dinamarca, siempre fueron muy criticados, sobre todo en los países mediterráneos que aborrecían el simplismo y lo festivalero de estos temas. Con todo Kristen tiene una voz muy decente y las coreografías tenían mucho color, aunque fueron yendo hacía lo cirquero, sobre todo en Dublín ’88. El rostro de Kristen se hizo peculiar por su pelo pincho rojizo y los dientes separados. Ullán en 1984 dijo “que tenía cara de Juana de Arco amenazada por un mechero”.

La noruega Lise Haavik que formaba el conjunto Trax por fin era escogida para ir a Eurovisión ’86 en Bergen, después de haberlo intentado en 1984 y 1985. Quizá los jurados de la semifinal danesa pensaron que sería buena idea que una noruega fuese a su propio país para defenderlos. Y no hizo mal papel allí. Ocupó el puesto sexto con 77 votos con “Du er fuld af loegn”. El tema recordaba mucho al de Suecia de 1985 que interpretó Kikki Danielsson, además se acompañó de dos bailarines con casi idéntica coreografía.

Estaban de racha buena y en 1987 con Anne-Catherine Herdorf y el conjunto Bandjo fueron quintos con 83 puntos con “En lille melodi”, empatando con la pegadiza canción de Holanda que llevó la rubia explosiva Marcha. Fue el año de la segunda victoria de Johnny Logan, y en el que España sufrió un varapalo con Patricias Kraus siendo decimonovena. Aunque Dinimarca obtuviera esa posición hay que reconocer que el tema era un poco empalagoso. Había temas mejores ese año, como el de la finesa Vicky Rosti o el de la belga Liliane St. Pierre que fueron decimoquinta y undécima respectivamente.

Birthe Kjaer se había presentado a varias semifinales por Dinamarca, como en la de 1986 que fue segunda con “Vi du meld” canción bastante mejor que la de Lise Haavik. Al final fue escogida para ir a Laussane en 1989 con la pegadiza “Vi maler byen roed”. Estuvo acompañada en los coros por Soren Bungaard, Keld Heick y Henrik Krogsgaard, autores y director de la orquesta de esta canción. Ellos iban e blanco y ella de rojo haciendo un número, que fue calificado de “verbenero” por nuestro comentarista Tomás Fernando Flores, pero que resultó gustar al jurado ya que fueron terceros, como el años anterior, pero ahora con 111 votos, la puntuación más alta para este país hasta ese momento. Birthe tenía una larga carrera cuando fue a Eurovisión. Había grabado 20 Lps y llevada cantando desde 1969 con mucho éxito.

Así fueron los ochenta para Dinamarca, de éxito. Pero los noventa fueron bastante irregulares. Muchos años no participaron debido a que les descalificaron por sus malos resultados desde que entró el pelotón de países del Este que hacía que no pudiesen concursar todos los deseados para no hacer el Festival demasiado largo.

La simpática, pero algo patito moviéndose, Lonnie Devantier llenó de color y alegría la sala del Vatroslav Lisinski Hall de Zagreb el 5 de mayo de 1990. Su tema “Hallo, Hallo” del autor de casi siempre por Dinamarca, Keld Heick con música de John Hatting y Torben Lendager, es uno de los más festivaleros de la década, todavía anclado en el estilo de los ochenta. Tuvo 64 puntos y quedó octava. Lonnie estuvo acompañada por dos bailarinas rubias esculturales y un chico que parecía que tenía azogue en el cuerpo porque se movía como nadie. El coro fue también muy bueno y en conjunto el número resultó atrayente, aunque era bastante comercial.

Al querer cambiar de estilo en 1991 se llevaron un patinazo considerable en Roma con el cantante y presentador de televisión Anders Frandsen. Llevó una balada que no estaba tan mal como para quedar en la plaza decimonovena con 8 puntos. Su título es “Lige der hvor hjertet slar”. Era un tema tocado al piano en su inicio, que tomaba fuerza después cuando Anders, cantante de potente voz, se levantaba para interpretar en medio del escenario. Quizá estaba algo nervioso y su voz no salió como era de esperar, porque este señor tiene un buen torrente. No le perjudicó mucho en su carrera porque se hizo presentador de fama por el programa “Lluvia de estrellas” en la versión danesa y presentar varias semifinales de su país, entre otros programas de variedades.

En 1992 volvieron al efectismo musical en las versiones festivaleras que tanto aprecian los daneses y nórdicos en general. Y lo hicieron con otra pareja mixta, como en 1957, 1963, 1981. Se trata del rocquero heavy, algo edulcorado al estilo Europe para el Festival, Kenny Luebcke, con Lotte Nilsson, una chica de poquita voz y algo sosita en escena. Desde luego que la voz de él se comía la de ella, pero junto al coro hicieron un número musical atrayente que como dijo Uribarri, recordaba a “Grease”, “chico que quiere a chica y no sabe como decírselo”. Su titulo era “Al det som ingen ser” y quedaron duodécimos con 47 votos recuperando siete plazas con respecto al año anterior. Recobraron los colores, pero no terminaban de cuajar en la nueva década de los noventa.

Tras el desastre en los votos de la tercera intervención de Tommy Seebach, ya muy desgastado por la vida, en 1993, no concursaron en Dublín ’94 al ser descalificados por estar entre los siete últimos en Millstreet. En 1995 vuelven con Aud Wilken, una señora poco comunicativa y algo mística que cantó “Fra mols til skagen” de aroma folclórico nórdico. Llevaba sonido de ukelele. Y tuvieron mucha suerte para no ser nada de l otro mundo, quinto puesto con 92 votos.

Aunque tuvieron buen resultado en 1995 declinaron ir a Oslo en 1996 y se presentaron en Dublín ’97 con la infumable canción “Stemmen i mit liv” que cantó Thomas Laegard con estilo semi rapero insorportable. Es una de las peores canciones de la historia del Festival. Se acompañó de dos bailarinas mediocres y una chica que hacía de secretaria telefonista con la que se comunicaba el solista en una conversación de amor. Tuvo 25 puntos y fue decimosexto por delante de canciones infinitamente mejores como la de Islandia que cantó Paul Oscar y fue vigésimo o la de Alma Cardzic de Bosnia-Hercegovina que fue decimocotava.

Podían haber ido a Birmingham ’98 pero no lo hicieron y se presentaron en Jerusalén 1999 con su cuarto dúo mixto formado por Trine Jepsen y Michael Teschl. Desde entonces renunciaron a su idioma para cantar en inglés, algo que les dará mejores resultados. El chico era muy guapo, nombrado “hombre del año” en su país. Pero como conjunto era algo flojitos aunque recibieron un buen montón de votos, 71, ocupando el octavo lugar en empate con la holandesa Marlayne. El tema danés era muy romántico y fue interpretado en inglés. Su título era “This time” y estaba dentro del gusto de la melodía típica de la comedia musical para el cine. Fue el primer año que no había orquesta. Tuvieron un conato en el aeropuerto israelí porque se perdió el equipaje de Trine y tuvieron que comprarle traje nuevo en Jerusalén.

Y por fin, después de 37 años, ganaron por segunda vez con otro dúo, ahora no eran matrimonio, sino hermanos. Los Olsen Brothers obtuvieron 195 puntos en Estocolmo en el año 2000. Rusia fue segunda con Alsou y Letonia tercera con Brainstorm liderado por el hiperactivo Rainer Cowpers –que presentó el Festival de Riga en el 2003 junto a Marija Naumova- Los Olsen Brothers eran ya cincuentones, viejas glorias de música nórdica de los años sesenta al más puro estilo Simon & Garfunkel, recuperados para Eurovisión. Pasó como con Katrina & The Waves en 1997, recuperaron artistas ya olvidados para relanzarlos y nos les fue mal. El tema que ganó en el 2000, “Fly on the wings of love”, defendía el amor de senectud en las mujeres, inspirada como denuncia a un artículo que se publicó en Dinamarca donde decía “que las mujeres a partir de los cincuenta ya no podían sentir igual sexualmente de la misma forma que cuando se es más joven”. Por supuesto estas declaraciones levantaron una fuerte polémica en los colectivos feministas de Escandinavia y los Olsen Brothers hicieron una canción en contra del artículo mencionado. Esa publicidad ya les dio un buen aporte de votos en el Festival.

Dos años muy buenos para Dinamarca, el 2000 y el 2001. Casi vuelven a ganar en su propia casa con el conjunto Rollo y King que llevaba otro dúo mixto muy simpático. Tuvieron 177 votos y quedaron segundos detrás de Estonia que ganó con 198 puntos con el dúo Tanel Padar y Dave Benton. El Stadium Parken de Copenhague vibró en un estruendo provocado por los gritos y aplausos del público cuando salieron sus representantes en último lugar. El tema “Never ever let you got” era un canto optimista y movido que saba un buen subidón de moral. Encantadores.

La magia se apagó en Tallinn en el 2002 cuando los daneses quedaron en último lugar con jovencita y rubia Malene Winther Mortensen que cantó “Tell Me Who You Are”. Nadie pensó que esta canción fuera a quedar última con 7 puntos. El vídeo de promoción era muy atrayente y la chica cantaba muy bien, pero en directo sufrió un ataque de pánico como he visto pocos y ya no pudo controlarse. Daba algo de pena sufrir tanto mientras cantaba destrozando la canción. Eso le creó una fuerte conmoción a la pobre, no es de extrañar, y es que este Festival a veces es una prueba de fuego difícil de superar. ¡Tantos han salido escaldados!, aunque como una vez dijo Paloma San Basilio “ir a un festival de estas características es una buena lección de humildad”.

Dinamarca no pudo salir en el 2003, pero se preparan para ir a Estambul, a ver si rompen la mala racha. Ellos son así, lo mismo les va muy bien que muy mal. Qu es en realidad como les ha ido.

Conversación