Antes de analizar lo que ha sido la segunda gala de Destino Eurovisión, me vais a permitir alguna referencia a los comentarios que se derivaron de la semana anterior, unos de alguno de vosotros y otros que he ido leyendo en otras webs.

En primer lugar, quiero decir que, aconsejado por Gio, he ido esta semana a mi farmacéutica de cabecera para solicitarle una pomada que al parecer, aconsejan a los que no nos gustó su actuación. La verdad es que esta mujer encantadora me sacó varias marcas distintas porque no entendía muy bien mi requerimiento y finalmente me recomendó una para las hemorroides, aunque la verdad no sé la relación entre una cosa y otra. El caso es que yo soy muy obediente y procuraré echarmela esta semana a ver si le escucho en la próxima gala con un timbre de voz más melodiosa, una actuación más profesional y una propuesta hiphopera más digna.

No sé que tienen estas preselecciones que artistas, o aspirantes, sin ningún tipo de prestigio en el mercado musical se endiosan y de repente sacan la soberbia más absoluta para descalificar a quienes hemos cometido el delito de criticar su actuación. Ya sé que hubo quien le insultó y eso no me parece razonable, pero un artista tiene que estar acostumbrado a este tipo de cosas cuando se expone ante dos millones de personas.

Por otra parte, también quiero dejar claro que desde esta columna, nunca he querido dar a entender que mis opiniones son la verdad absoluta. Siempre dejo claro que son mis opiniones, y casi siempre pretenden ser constructivas aunque se expresen en un tono más duro.

He leído además que aquellos a los que no nos gustó Gio es porque somos fervientes defensores de las divas. ¡Y me lo dicen a mí que llevo años haciendo la guerra a las divas! Pero vamos a aclarar que no son divas todas aquellas mujeres de buena voz que se suben a un escenario. Diferenciemos entre grandes cantantes y divas que son cosas distintas. Y puestos a pensar quién es la más diva de esta edición por su actitud, estoy convencido que es precisamente Gio y no, María López.

Y ya que hablamos de falta de humildad, y ya en relación a esta segunda gala, feo ha sido también el gesto de las Alazán que no han podido soportar un comentario del jurado sobre su parecido a Azúcar Moreno. ¿Es que acaso no es así? Ya sabemos que ha sido Gestmusic la que ha elegido que cantaran “Bandido” pero claro es que hasta parte del baile se lo han copiado a sus hermanas mayores (ya sé que una es prima y no hermana). Una actitud más elegante tuvieron otros de los eliminados, como Pau Quero o Sometimes, por ejemplo.

Dicho esto, tengo que reconocer que en esta gala todo ha transcurrido por el camino de la sensatez. Ya sé que alguno de vosotros hubiera eliminado a alguien y elegido a otro pero a mi al menos, no me chirría ninguno de los cinco clasificados. Me gustaron otros de los que se quedaron en el camino pero en líneas generales, tanto los comentarios como las decisiones han sido bastante atinadas. Y es justo que así lo constate.

En cuanto a las actuaciones, paso a repasarlas brevemente con mis opiniones personales, intransferibles y que no pretenden sentar cátedra:

– Pau Quero estuvo particularmente nervioso y lo peor es que transmitía esos nervios a través de la pantalla. Además de estar bastante desafinado en muchos momentos de su interpretación de “Abanibí”, le sugeriría que cuidase sus gestos faciales. Los nervios a veces nos obligan a tener algunos tic que encima nos delatan. No obstante, es muy joven y tiene seguramente un prometedor camino por delante. Me pareció normal su eliminación en la primera terna.

– Lorena Rosales se atrevió con una de las grandes “divas” de los eurofan, la Paparizou y “My number one”. Su actuación fue correcta pero claro, uno recuerda la chispa de la cantante griega interpretando la canción y en la comparativa, esta muchacha sale perdiendo.

– Don Johnson's hicieron su particular versión de “Yo soy aquél”, del gran Raphael que a mí particularmente me gustó aunque vocalmente podrían haber estado mejor. Además me chirría un poco tanto en ellos, como en otros grupos, que musicalmente traten de innovar con respecto al original y sin embargo, la voz no se adapte a esa evolución de la canción.

– Sergi Albert cantó “Hold me now” y la verdad es que lo hizo muy bien, se le notan las tablas en un escenario pero este chico, a mi juicio, tiene un problema. Su voz y su forma de cantar me suena a antigua y eso le resta méritos para un evento como Eurovisión.

– Mónica Gúech se atrevió a salir a tocar el piano y a cantar “Believe” que en contra de la corriente mayoritaria de eurofans, me parece una de las grandes canciones ganadoras del festival. A mí me sorprendió muy positivamente esta chica, hizo una versión muy particular, con problemas de afinación en algún momento y sobre todo, problemas de vocalización. Además, y como en Eurovisión todo es importante, le pediría que no cerrase tanto tiempo los ojos cantando. Echo de menos esos momentos como el de Nathalie, la ganadora del Factor X italiano que además de cantar y tocar el piano, es capaz de seducir a la cámara.

– Alazán eran a priori el dúo más conocido de todo Destino Eurovisión y parecía impensable que el jurado se atreviese a eliminarlas. Visto lo visto, el jurado fue valiente y tomó la decisión acertada a mi modo de ver. Y es que su versión de “Bandido” no aportó nada que pudiéramos destacar, son un clon de las Azúcar Moreno pero en malo. Ya sé que llevan años en los escenarios pero chicas, no es un problema de ser rubias y de cantar en inglés, es un problema de falta de personalidad propia.

– Sebas puede que fuera la gran sorpresa de la noche para los que no le conocieran. Aunque a mi entender el tono en el que le grabaron el “Molitva” estaba algo alto para mi gusto y eso hizo que su voz luciese por debajo de sus posibilidades, su actuación fue extraordinaria. Dominó con su mirada como nadie la cámara, aunque el realizador no estuviese de aliado en todo momento. Se nota que conoce Eurovisión y sabe que ese aspecto es fundamental. Los momentos más álgidos de la canción logró que recordasemos esa sensación de vellos de punta que nos ponía la Serifovic. Como crítica constructiva, salió demasiado rígido y eso le restó algo de espontaneidad. Con todo, justísima su clasificación y le agradecemos todos que se acordara de la gente de esta web, y obviamente no sólo de los que escribimos sino también de los que participais activamente en ella.

– Melissa fue otra de las mujeres que estuvo brillante en su versión de “Après Toi”. Yo no le pondría casi ningún pero a su actuación, elegante, contenida, afinada en general. También justa su clasificación.

– Sometimes también me sorprendieron agradablemente en esta gala. Aportaron una versión muy original de “Waterloo”. Aquellos que pensábais que el jurado la semana pasada primó la originalidad, ¿qué hubo más original anoche? La verdad es que estuvieron en la terna más dura  y francamente me gustaron más los otros dos. Aún así y con otro sistema deberían estar por lo menos entre los ocho primeros. No quiero pensar mal y deducir que haber pasado por Factor X, concurso competidor de OT, les haya perjudicado. Esto sí es original y con calidad que no debería estar reñido.

– Valeria Antonella fue la gran decepción de la noche. Había mucha gente que tenía sus esperanzas puestas en esta mexicana y lo visto anoche estuvo muy por debajo de esas expectativas. Como sugirió el jurado, creo que la clave está en la canción que escogieron para ella que quizás era poco adecuada. Sin embargo, el mérito de un artista radica en lograr hacer suya una melodía a priori poco beneficiosa. Fue normal también su eliminación por parte del jurado.

– We fueron otros que tampoco me mataron especialmente y eso que estuvieron mejor de lo que yo les he visto en los casting. Hicieron una versión divertida del “Enseñame a cantar” pero francamente la sensación era la de estar viendo a dos cantantes de una orquesta de feria. Les queda mucho trabajo por hacer si quieren tener personalidad propia.

– Esmeralda Grao es para mi gusto la mejor de esta edición de Destino Eurovisión pero tampoco puedo argumentarlo en función de lo que ví anoche en la gala. Es verdad que tiene una gran voz pero eso ya lo sabía desde los tiempos en los que ganó Benidorm pero anoche le faltó quizás la emoción que Nina ponía en la canción. Por lo demás, gran voz, gran presencia y si no hubiera intereses extraños, debería ser nuestra representante este año.

Quiero subrayar que todos los clasificados demostraron gran humildad, una cualidad de la que deberían aprender otros y otras. Incluso en el caso de Esmeralda con una trayectoria musical como compositora excelente, no expresó en ningún momento un aire de diva en el escenario. Este es el claro ejemplo de lo que os decía al principio, una cosa es ser una diva, o creérselo al menos, y otra una mujer que canta como los ángeles y sabe manejar su voz sin necesidad de grandes alardes.