DE CARA AL NUEVO CURSO

Señoras y señores, la canícula se está acabando y septiembre lo tenemos a la vuelta de la esquina, por tanto ya vamos pensando en el nuevo curso eurovisivo. Debemos ir poniendo la puesta a punto para la temporada 2013-2014 en la que Eurovisión volverá al frío norte, a Dinamarca. Todos los años conforme acaba el […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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DE CARA AL NUEVO CURSO

Señoras y señores, la canícula se está acabando y septiembre lo tenemos a la vuelta de la esquina, por tanto ya vamos pensando en el nuevo curso eurovisivo. Debemos ir poniendo la puesta a punto para la temporada 2013-2014 en la que Eurovisión volverá al frío norte, a Dinamarca. Todos los años conforme acaba el verano y vamos sintiendo el trémulo gris del otoño, como decía el tema de Marí Trini Vals de otoño, vamos pensando en la nueva Edición de nuestro amado Festival, resulta inevitable para los que somos seguidores. 

Y así será, ¿que nos deparará el nuevo curso? Muchos países ya lo van teniendo claro, van perfilando, aunque en silencio aún, su próxima preselección nacional. Otros lo harán por vía directa o lo que viene siendo un dedazo, en fin, de todo para todos los gustos y colores en un show que ya pasa de 40 competidores. Quién lo iba a decir en 1956 cuando en aquel mes de mayo nacía el Festival con tan sólo siete delegaciones y catorce canciones que ahora se pasaría de 40. Eso lo dedico a los que año tras año se empeñan en decir que “el Festival está muerto”, esos críticos musicales y no musicales que lo quieren matar a golpe de denostarlo, pero ahí está, como la Puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo y que me perdonen por la comparación, qué narices, es que estoy muy hartita de la misma canción o perorata año tras año desde los setenta, ni los discos rallados son tan pesados o ni el pimiento con ajo repite tanto. Señores, déjennos con nuestro rollo “friki” o friko” o “fruki” pero déjennos que no tenemos complejo en decir bien alto, sí, nos gusta Eurovisión y qué… 

Pero vamos a la pomada, ¿y España? ¿Qué hará España en esta ocasión? Tras el patinazo del El Sueño de Morfeo ha habido un notable bajón en los seguidores del show en nuestro país. Hablando de los chicos, se ha hecho notar en sus galas, apenas “cuatro” en todo el verano según su página oficial. Todavía se les podrá ver en directo en Valladolid el próximo 2 de septiembre y en Benicassim el 25 de septiembre. Raquel del Rosario reconoció que no cantó como debió y fue para ella un toque de humildad pasar por el Festival según comentó en la redes sociales, pero es que también lo fue para grandes internacionales como Bonnie Tyler. Eurovisión no es baladí, siempre lo digo, pero hasta de las derrotas se debe sacar partido y aprender, mejor escenario musical no hay en el Mundo, eso al final de la calle ya todos lo sabemos. Que vayan tomando nota las delegaciones para próximas ediciones. 

Y ahora como también toca mojarse yo lo voy a hacer y voy a pensar en que sería lo ideal para nuestra preselección 2014. Opto por dos caminos y en esa encrucijada estoy parada porque ambos formatos me parecerían geniales. Los voy a exponer.

Todos sabemos que la canción es el punto fuerte del Festival de Eurovisión, que no me vengan ahora expertos o críticos musicales a decir que no, porque esa es una realidad que hasta ellos lo saben aunque lo digan a media voz o sottovoce. Que el artista sea Madonna o fulanita, zotanita o menganito, eso ya hemos visto que no es patente de corso. Lo importante es la composición, la música, la canción y la voz. Una buena ejecución en tres minutos, con un tema que se acople al artista es la fórmula, ¿para qué andar con inventos con gaseosa u otras zarandajas que de nada sirven en un show veterano con casi sesenta años de existencia? Si queremos sorprender deberá ser con la canción, después escogeremos al artista o artistas, que tanto puede ser Roko, La Musicalité, Auryn, Dani Martín, Diana Navarro, La Oreja de Van Gogh, David Bustamante, Anabel Conde, Pastora Soler, Alaska, Mey Green, El viaje de Elliot, Monica Guech, Efecto Pasillo, Enrique Iglesias, o Sebas Robben, por poner artistas más o menos conocidos, todos por igual, porque excepto el hijo de Julio, todos son desconocidos en Europa. Que se nos quite de la cabeza que una figura en España va dar más el campanazo que otro artista más o menos “novel”. Eso no existe en Eurovisión, que le pregunten a noveles como Céline Dion, Lena Meyer Landrut, Gigliola Cinquetti, Johnny Logan o Emmelie De Forest, noveles prácticamente cuando ganaron. Por no hablar de la lista de grandes figuras que no ganaron, que ahí tenemos mogollón. No los nombro porque además de que todos los tenemos en mente, la columna se haría interminable, da para otro estudio a parte. 

Por eso una gran elección sería primero canción, luego intérprete escogido para acople ideal para el tema y que defienda a España con convicción, con ganas, qué narices. Un cantante, si lo es, no puede tener miedo a hacer su profesión que es cantar. Y ya tenemos que pensar en ganar, no me conformo con el top ten, ni el five, como dijo la gran artista Emma Penella cuando fue miembro del jurado español en 1989: “ya el cuarto puesto me molesta, hay que ganar” o quedar por lo menos entre los tres primeros. ¿Es qué alguien duda que España no lo puede conseguir? Yo no, pero hay que hace las cosas como se debe, como decimos en Cataluña, com cal

Otra propuesta interesante, ya más de mira al espectáculo es hacer una preselección al uso, pero con grandes temas que también se acoplen a los artistas que los representen. Es decir, una preselección en dos galas, con diez temas y diez artistas que ellos mismos, con sus autores hagan una canción para ganar en una gala de presentación y una segunda con cinco finalistas y escrutinio, cincuenta por ciento jurado de mesa o cincuenta público. La idea de la preselección como título sería “Queremos una CANCIÓN para GANAR”. ¿No lo ha conseguido la Roja cuando nadie hace años daba un duro por nuestra selección de fútbol?, ¿no lo hacemos en tenis, motos, waterpolo y demás? Qué narices yo también quiero un poco de eso para la música, para nuestras canciones, para nuestra televisión, para nuestro país y para nuestra delegación, la única que no ha dejado el Evento desde su debut en 1961. 

Por eso también desde aquí pido a mi querida Televisión Española que tantos programas de calidad hace, que también busque dos galas o una elección vía directa que nos hagan reconciliarnos con el Festival en España a los seguidores, pero que no piensen que quiero un Melodi, eso lo hacen lo suecos muy bien y no me gustan los imitadores. Quiero algo nuestro, sencillo, con música y más música, sin mucho bla, bla, bla, bla. Ganas, ganas y emoción, agilidad, es más fácil eso que buscar en lo rococó, que estoy segura que eso también atrae a gran público porque si vendes bien un producto el público no es tonto y lo acoge. A los directivos de Televisión Española les emplazo a que estén por esa labor, que poco cuesta lo que bien hecho está y bien parece, como decía el conocido dicho popular. 

Y seguiremos en otras columnas pensando en esquemas porque sé que también vosotros, los que seguís mi columna y sois muy sabios daréis con una buena opción en la que pensar. Chicos y chicas, vamos a unirnos todos y hacernos pesaditos con el tema, sí señor, queremos ganar Eurovisión. Vamos a concentrarnos en eso y con las vibraciones de todos, seguidores, cantantes, autores, emisoras de radio, crítica musical favorable, lo haremos posible. ¿Qué mejor publicidad en estos tiempos complicados para nuestros país el poder se anfitriones en 2015? Pensemos en ello y lo positivo que puede dar a nuestro país, como lo es y crucemos los dedos para que se hagan realidad unos Juegos Olímpicos en la fantástica Madrid, pero también el Festival de Eurovisión. Eurovisión no va a ser menos ni peor anfitriona, es más puede ser la mejor en años. Eurovisión en el Mediterráneo, lujazo, Dios y los poderosos del Ente me oigan. 

Reyes del Amor, 25 de agosto de 2013

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