“CONTIGO HASTA EL FINAL”, GRAN MATERIA PRIMA SIN EXPLOTAR

Siempre que se da a conocer una demo para el festival lo primero que hago es ver el tema desde el punto de vista técnico, eurovisivamente hablando. Son “productos” delante de una cámara, mezclados con 25 más y una única persona en un sofá dispuesta a elegir uno, sólo uno entre ellos. El que más […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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“CONTIGO HASTA EL FINAL”, GRAN MATERIA PRIMA SIN EXPLOTAR

Siempre que se da a conocer una demo para el festival lo primero que hago es ver el tema desde el punto de vista técnico, eurovisivamente hablando. Son “productos” delante de una cámara, mezclados con 25 más y una única persona en un sofá dispuesta a elegir uno, sólo uno entre ellos. El que más le llene, el que más le impacte, el que más le emocione, el que más le estremezca. Eso, para mi, es Eurovisión. La música en estado puro aderezado de manera muy patente por una gran producción y realización en televisión.

Esta teoría, como veis, no deja atrás la esencia de la música, es decir, las emociones, el alma, el talento y el arte. Porque son variables que tomarán la mayor parte de la decisión de esa persona, sola delante de una tele en su salita de estar. Pero sí, es cierto, en esa primera escucha de cada tema son tantas las ideas e hipótesis que te pasan por la cabeza, tanta imaginación de planos, atmósfera e interpretación supuestas que el embudo en que se convierte mi cabeza no permite que pueda disfrutar de la canción.

Con “El Sueño” me he bloqueado en demasía. Hasta no llegar la gala no he podido disfrutar de sus temas, evadirme del objetivo para los que están compuestos y poder verlos en perspectiva.

Mi preferencia, cuando pudimos escuchar un poco las cuatro primeras propuestas, era, de manera clara, “Revolución”. El tema que creo mejor se adaptaba a ese engranaje del que sólo, y sólo, sales airoso si destacas, transmites y dejas bien patente qué vendes. Una estructura y estribillo muy claros y marcados, unos arreglos donde se entrelazaban y conjugaban muy bien los arreglos pop-rock y el folk pilares del grupo, donde había una evolución, un crescendo natural y no forzado. Un tema que, ya a fin de cuentas, se perdió por el camino. Aunque el festival sólo da una única oportunidad de tres minutos, doy gracias de que la música no es así y la canción, aunque ni haya llegado a la gala, perdurará para poder seguir disfrutando de ella. Felicidades a sus padres David, Juan y Raquel.

Tras este punto y aparte, llegó el momento de escoger entre las tres restantes. Un “Dame tu voz” relegado desde el inicio e incomprensiblemente presentado como corte finalista por ser el menos contundente, otro “Atrévete” bien arreglado y con buen material pero con apenas dos estribillos en esos tres minutos que no da para quedarse en el “top of mind” del espectador, y finalmente, “Contigo hasta el final”, una canción a mi ver más natural, con alma, más auténtica.

La canción por la que a partir de hoy ESDM va a ser conocido, radiado y recordado en Europa y España de por vida es un tema con mucha materia prima, con un alma propia que puede y debe ser mejor explotado. Tiene un inicio épico, delicado y único muy bien aprovechado. Son casi 30 segundos donde se le puede ganar al público y jurado con una secuencia de planos precisos, que acompañen una parte única como esta. Posteriormente nos adentramos en el tema durante un minuto más, en el que apenas evoluciona. En este primer conjunto de estrofas estamos expectantes tras la intro, nos gusta y queremos desengranar sus versos y descubrir la melodía de la canción.

Ese minuto tras el comienzo es mágico hasta que llega el estribillo. Un estribillo oculto, que no se percibe como tal, escondido entre estrofas, lo que crea confusión. La canción se hace un poco larga por la espera y la expectación se convierte en frustración. ¿Dónde está el estribillo? No se ha aprovechado y ha pasado desapercibido cuando teníamos enganchado al espectador. Lógicamente esto es una opinión, pero de verdad pienso que pasaría entre una gran parte de la audiencia. Si de mi dependiese pararía las guitarras en ese preciso momento, haría ese primer estribillo dulce con la misma esencia que la intro de gaita y voz, con la delicadeza de Raquel, acompañada apenas de un sonido de ambiente o una flauta de fondo, para seguir dándole miel al que nos escucha y seguir enganchándolo.

Tras este estribillo escondido comienza la fuerza de bajos, guitarras y batería. La voz va subiendo y llegan los arreglos de violín de Diego Galaz, siempre acertados. El segundo estribillo explota de manera bastante contundente y segura, quizá olvida un poco el punto folk tan demostrado en el inicio porque marca más el rock del corte pero lo recupera al terminar, con flautas, para dar paso a un breve puente donde, de manera certera, se repiten un par de versos. Finalmente se vuelve con fuerza a los últimos estribillos con los mismos arreglos que el segundo, aunque el cuerpo pide una traca final, pide que esa magia iniciada con el solo de gaita sea sucumbida por el orgasmo musical de ese cóctel pop-rock-folk. Que esa persona lo sienta en su sofá y diga “ésta” entre las 26 y no que sea una más, carnaza del olvido.

ESDM y “Contigo hasta el final” son un acierto como representantes de TVE. Un aire fresco, una lupa que detalla un punto fuera del estereotipo de una supuesta España monocultural inexistente. El tema tiene una gran materia prima, tiene partes muy bien aprovechadas y sólo queda darle un empujoncito para que las partes más “relegadas” sean contundentes, ayuden a marcar la personalidad del tema y no fustre nunca la magia que envuelve al espectador. Es como si la canción precisase pasar la adolescencia para reafirmarse como obra, llegar a ser adulta, con una personalidad entera al fin.

Una vuelta de tuerca natural, sin forzar ni convertirlo en un tema barroco folk, puede matizarlo de manera eficiente para su objetivo, un tema 100% El Sueño de Morfeo fuerte de inicio a fin, para que la impresión en el espectador marque. Porque una canción bonita entre 25 más debe explotar al máximo sus posibilidades, porque el peor aliado en el Festival de Eurovisión es la indiferencia por muy chulo que sea el tema (de ahí la indignación de quien no comprende la dinámica del festival). “Contigo hasta el final” es un filón que espero sea bien aprovechado por sus responsables, cabezas pensantes más allá de Raquel, Juan y David.

Dicho esto, desde mi humilde perspectiva, sólo me queda transmitir toda la energía positiva a los tres talentos que conforman la banda.  Adelante con todo lo bueno, chicos. Aliaros de esta gran oportunidad que podéis conseguir todos vuestros objetivos artísticos y profesionales. Gracias por vuestro trabajo ayer, hoy y mañana. Ahora, como ya os dije, estamos a vuestro servicio 😉


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