CÓMO SE DEBERÍA VOTAR EN EUROVISIÓN

¡Hola a todos otra vez! En primer lugar, me gustaría dar las gracias por los comentarios positivos que recibió mi última columna, en la que hablé del jurado y de por qué no estoy a favor de su presencia en Eurovisión. Sé que tal vez el punto de vista que expuse no es el de […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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CÓMO SE DEBERÍA VOTAR EN EUROVISIÓN

¡Hola a todos otra vez!

En primer lugar, me gustaría dar las gracias por los comentarios positivos que recibió mi última columna, en la que hablé del jurado y de por qué no estoy a favor de su presencia en Eurovisión. Sé que tal vez el punto de vista que expuse no es el de la mayoría, porque en cierto modo dichos jurados compensan algunas de las carencias del televoto, pero al mismo tiempo me gusta ver que hay opiniones diferentes y que se puede debatir al respecto.

Algunos de vosotros argumentasteis a favor del jurado, por ejemplo, que había desempeñado una labor loable porque gracias a ellos ya no había tanto voto vecinal y porque cada vez eran más las canciones serias y el nivel general, más alto. Tengo que reconocer, no obstante, que yo no estoy de acuerdo con ninguno de esos argumentos, y ahí va mi explicación.

Es cierto que el voto vecinal le resta credibilidad al televoto, pero soy escéptico respecto a que el jurado lo haya eliminado. Puede que lo haya diluido en algunos casos, pero vemos en las tablas de todas las ediciones que Chipre y Grecia se siguen votando (aunque este año no haya sido con doce puntos), así como los países balcánicos, los bálticos y hasta los escandinavos. Evidentemente, no dudo que Lituania le diera este año los doce puntos a Letonia por la calidad general de Love injected y la gran interpretación de Aminata, pero también tenemos casos como los de los jurados de Montenegro, Azerbaiyán o Australia, que fueron acusados de fraude y cuyos votos, en el caso de Montenegro, ni siquiera se tuvieron en cuenta. ¿Por qué son las opiniones de estos jurados mejores que lo que diga el público?

En cuanto a lo de que el nivel general es más alto… No lo niego, pero sólo hasta cierto punto. Vale que en estos dos últimos años apenas ha habido canciones catastróficas (sólo se me vienen a la mente Finlandia en 2015, Moldavia en 2014 y Rumanía en 2013) y la calidad aumenta, pero creo que ese aumento de nivel general no se debe a la incorporación de los jurados, sino al hecho de que Eurovisión es cada vez más popular y todas las delegaciones se lo toman más en serio. De hecho, creo que el jurado en cierto modo ha tenido el efecto contrario: si os dais cuenta, desde que se implantaron en Eurovisión hay muchas más baladas y cada vez menos variedad. Esto tal vez es consecuencia de la introducción de los jurados en las finales nacionales y no en el propio festival, pero en cualquier caso es una realidad que no podemos pasar por alto si no queremos que Eurovisión pierda parte de su esencia. Además, yo soy de los que piensan que una canción rápida, movida o discotequera no tiene por qué ser mala… Allez olà olé es uno de mis temas predilectos de la historia, y creo que el octavo puesto que le concedió el televoto fue mucho más justo que el del jurado. Otros ejemplos serían Grecia en 2013, Suiza en 2014 o incluso Polonia ese mismo año… Aunque esta última candidatura daría para otra columna. Además, también hay jurados en muchas preselecciones, y esto hace que algunas candidaturas interesantes queden descartadas porque los “expertos” optan por canciones más clásicas, pensando tal vez que van a lo seguro. De hecho, batacazos flagrantes como las canciones de Dinamarca y Chipre este mismo año han venido precedidas de pres en las que había opciones más actuales… Pero que los jurados han descartado en beneficio de otras menos ¿arriesgadas? Además, tampoco en las pres han estado muy finos, y vemos que algunos de los temas más abochornantes del último lustro, como Finlandia 2015 y Portugal 2011, han salido de finales nacionales en las que había jurados y, una vez más, candidaturas mejores.

En fin, no quiero abundar demasiado en ese tema, porque mi postura ya ha quedado clara y tampoco pretendo convencer a nadie. Si escribo esta columna es porque creo es posible implantar un sistema de votación que podría prescindir del jurado y que también acabaría con el problema del vecinismo, el amiguismo y el voto diaspórico. Es algo que se me ocurrió hace tiempo y parecido a lo que alguien comentó en mi última columna: sería tan sencillo como que cada persona pudiera votar a dos países con el mismo mensaje o llamada.

Pensadlo bien. De esta forma, se seguiría teniendo en cuenta la opinión de todo el continente. De hecho, sería más realista, porque más espectadores se animarían a llamar si, por el mismo precio, pudieran votar a dos países. Además, si un inmigrante turco llama desde Alemania para votar a su país, necesariamente tendría que votar al mismo tiempo a otro representante, y ahí optaría por la canción que más le hubiera gustado. Lo mismo ocurriría si alguien intenta votar a una de las canciones que solemos catalogar de ‘frikis’: también tendría que elegir, obligatoriamente, a un tema “serio”.

Sé que a nivel técnico esta medida puede ser prácticamente imposible de implementar. Si ya hay problemas técnicos cada año con un sistema más sencillo, no quiero ni pensar en lo que ocurriría si cada sms o llamada tuviera el poder de darle un punto a dos canciones distintas en lugar de sólo una. Sin embargo, creo que sería la mejor forma de ver cuál ha sido el tema favorito de Europa… Y no sólo de un puñado de personas que se hacen llamar ‘jurados’.

Eso es todo, de momento. Aunque, para terminar, me gustaría aclarar que los resultados no dejan de ser algo anecdótico. Mi canción favorita lo seguirá siendo aunque no alcance un buen puesto en la final e incluso aunque no consiga pasar de semis, como ya me ha pasado en numerosas ocasiones (os invito a que echéis un vistazo a mis tops). Si soy fanático de Eurovisión es porque me permite descubrir canciones, estilos, cantantes, grupos e incluso idiomas de otros países. Esos conocimientos son algo que siempre me va acompañar y, lo más importante, muchas de esas canciones han pasado a formar parte de mi vida. Sencillamente, creo que todo eso está por encima de un puesto mejor o peor.

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