Canciones memorables de Alemania en Eurovisión

Ahora que los alemanes vuelven a figurar como los favoritos en Riga 2003, me viene al recuerdo las fantásticas intervenciones de este país a lo largo de su historia eurovisiva. Se estrenaron el primer año, en 1956, con dos intérpretes masculinos, Walter Andreas Schwarz y Freddy Quinn, cada uno con un tema. Eran máximas figuras […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

Canciones memorables de Alemania en Eurovisión

Ahora que los alemanes vuelven a figurar como los favoritos en Riga 2003, me viene al recuerdo las fantásticas intervenciones de este país a lo largo de su historia eurovisiva.
Se estrenaron el primer año, en 1956, con dos intérpretes masculinos, Walter Andreas Schwarz y Freddy Quinn, cada uno con un tema. Eran máximas figuras en su país. Después siempre han seguido con la calidad, salvo excepciones. Con todo han sido poco comprendidos en los votos. Poseen dos ceros históricos en su haber, en 1964 y 1965. Últimos, cuatro veces, añadiendo a esos dos años el ’74 y ’95.
También tienen un triunfo, en 1982, tras haber intentado un sinfín de veces ganar con cantantes y canciones estupendas. Nicole y “Ein bisschen frieden” (Un poco de paz) fue el único tema, hasta la actualidad, que les ha dado el primer lugar. Los autores, los de casi siempre, Ralph Siegel y Bernd Meinunguer.
Pero si tuviera que elegir tres piezas memorables de los alemanes, escogería a Margot Hieslcher en 1958, Katja Ebstein en 1970 y el conjunto Dschingis Khan en 1979. Ocuparon el séptimo, tercer y cuarto puesto, respectivamente. Están en la memoria de todos los eurovisivos. Algunos recordaran el ’79 perfectamente, en especial los saltos del bailarín central, fornido y tremendo a modo de Gran Khan. En el grupo destacaba la presencia de Edina Popp. ¡Menudo show montaron! La canción, del mismo título que el grupo, fue número uno en muchos países y muy versionada por otras formaciones musicales de la época.
Katja Ebstein es una figura en Centroeuropa todavía. Resaltan sus modelitos. En el año ’70 sacó una minifalda de vértigo y guardapolvos a la última. En 1971, traje pantalón con torerita en lentejuelas. Su pelo rojo enloqueció a los eurovisivos. Más cercana está la actuación de 1980 con el tema “Theater”, que quedó segunda rozando el primer lugar, con 128 puntos. ¿Os acordáis de los muñequitos en los dedos del pianista? Pero a la tercera vez no fue la vencida y un jovencito Johnny Logan obtuvo 143 votos y el segundo triunfo para Irlanda en Eurovisión con “What’s another year”, dejando a Alemania con un palmo de narices, cuando eran los máximos favoritos. Está comprobado que ser una megastar como era ella no da suerte en el Festival.
Margot Hielscher ha sido recuperada por los archivos de Eurovisión. Guapa, con el glamour típico del Hollywood de los cincuenta, asombró en 1957 y 1958. Sobre todo ese último año, con traje, banda y corona de miss, que aderezó con unos discos de vinilo que movía al ritmo de “Fuer zwei groschen Musik”. En 1957 fue cuarta porque hablaba a alguién a través de un enorme teléfono blanco, “Telefon, telefon”, ¡siempre tan preocupada por los medios de difusión!
Pero tampoco hay que olvidar a Joy Fleming en 1975, ¡ese traje verde! y el enorme collar balanceándose al compás de las amplias caderas de la contundente germana. Inigualable. Cuando quiso volver el 2002 no la eligieron, lástima, hubiera sido un placer verla de nuevo y un homenaje para los históricos.
Fantásticas también, Mary Roos en 1972 (tercer puesto) y 1984 (decimotercer lugar), Ireen Sheer en 1978 (cuarto lugar), Lena Valaitis en 1981 (segundo puesto) y los Hoffmann und Hoffmann en 1983 (quintos), con un descarado aire a lo Simon y Garfunkel, muy modositos en el intento.
A pesar de algún año desastroso, no se pueden quejar y es que siempre han sorprendido y por eso la gente los recuerda. Me dejo a muchos, para que vosotros suméis los que faltan. A mí me da el corazón que este año también ganarán. ¿Nos veremos en el 2004 en Berlín? Se lo merecen. España ha sido el país que más les ha votado siempre, incluso más que a Italia. Ellos tampoco se han portado mal con nosotros. Massiel debe su triunfo a Alemania con ese 6 famoso en el último momento, cuando el aire del Albert Hall se podía cortar, menudo chasco para los británicos.

Conversación