APERITIVO TRAS LA PRIMERA NOCHE

Sí, lo sé. Los pronósticos se han cumplido, pero no me resigno. Es poco esperanzador que ni la modesta audiencia ni, especialmente, los jurados nacionales hayan privilegiado la propuesta suiza sobre su versión descafeinada húngara. Incomprensible es, en este sentido, que Eurovisión se vuelva a enrocar sobre sus tópicos y no sea capaz de reservar […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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APERITIVO TRAS LA PRIMERA NOCHE

Sí, lo sé. Los pronósticos se han cumplido, pero no me resigno. Es
poco esperanzador que ni la modesta audiencia ni, especialmente, los jurados
nacionales hayan privilegiado la propuesta suiza sobre su versión descafeinada
húngara. Incomprensible es, en este sentido, que Eurovisión se vuelva a enrocar
sobre sus tópicos y no sea capaz de reservar para su gran final el mérito de los
innovadores Izabo, por muy a medio gas que haya podido sonar su cantante.

Resulta igualmente difícil de explicar sin terminar apoyando lo que muchos creen
que es el festival -hortera, cutre, ridículo- que temas como el de Grecia -una
caricatura de sus mejores y no tan lejanos tiempos- hayan conseguido su pase.
Pero en fin. De injusticias está el mundo lleno y a todos se nos ocurren
preocupaciones mayores que la cita con Bakú, incluso en estos días.

Por eso, para animar la eurosemana, me salgo por la tangente en esta columna con
una manera distinta de valorar lo que nos está dejando 2012: los mejores
videoclips. Un breve top5 para alimentar el espíritu sin mayores pretensiones a
través de esta imperecedera herramienta de promoción, donde la creatividad se
convierte en el mejor argumento.

5.- No nos podemos dejar de lado en esta selección a Can Bonomo, que le pone algo de coña marinera al retrato étnico de lo turco. La carta de presentación de Love Me Back está construida conceptualmente en sintonía con el diálogo entre lo tradicional y lo moderno que, con cierta perspectiva, retrata igualmente su tema.

 

4.- Esto es como lo de premiar a una película de animación al mejor film del
año: si bien Suecia -como la mayoría- tiene por costumbre enviar a Europa
videoclips refritos de sus preselecciones con una mínima edición, el caso de
Loreen sobresale del resto. No hablo de la canción. El magnetismo de su
coreografía y la generosidad de su realización consigue un resultado realmente
poco común: convertir el directo en una pieza maestra.

3.- Probablemente, una de las producciones más costosas del año. Como estrategia de marketing que es el videoclip, la televisión francesa y la discográfica que lleva a Anggun han querido revestir de profesionalidad un tema muchas veces criticado en distintos foros por su blanda edición. Echo se asocia de este modo a una estética bélica postnuclear y claramente homofílica donde, paradójicamente, la seducción se hace mujer en las carnes de la diva indonesia, capaz de detener la guerra con su mirada.

 

2.- L’amore è femmina repite una de las premisas más efectistas, la del menos es más. Con apenas tres o cuatro localizaciones, la dirección del vídeo deja caer todo
el peso de su producción en la seducción coreográfica. Italia saca partido a su
puntito vintage con un cuadro de bailarines concienzudamente escogido por
clásico, remozando las reminiscencias de décadas anteriores con movimientos algo
más contemporáneos. El vestuario pone de relieve la ciudada selección cromática
(peluca naranja excluída) que preside la imagen.

 

1.- El excéntrico Rambo Amadeus, que parece la comunión entre El Gran Lebowski y nuestro Torrente, recorre a lomos de un burro su pequeño Montengro buscando adeptos a su causa. Y los consigue: gente de toda condición se apunta a su coro explotando el filón de lo absurdo. Estamos, a nuestro entender, ante la única salvación posible de Euro Neuro, que pronto se almacenará en los anales del festival,
donde será fácil olvidar su confusa crítica europeísta.

 

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