Anoche, sin mechas, haciendo el inventario mensual -debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas-, recordé que yo también era columnista eurovisivo joven y con cierto público al que aún debía una reacción postfestivalera. Heme aquí.

As usual, huyo de los convencionalismos y no seré plomizo. Ha llegado el verano, sin exámenes. Yo tampoco quiero oir hablar de notas, ni valoraciones, ni claps, ni chofs: ánimo a los y las que apuran sus últimos días de estudio.

Titulares:

– 2009, festival de estrellas: las que ya lo son y la(s) que ha(n) nacido

– Eurovisión ya no es un riesgo. La decencia en la actuación impresiona más que la puntuación final. Noa sigue siendo Noa. Incluso Chiara.

– España se pone a la altura, pero no en ranking. Lo explico: esta década hemos aprendido Prueba – Error que en un festival de tal nivel escénico, el trabajo bien hecho honra, pero no suma la diferencia. Soraya ha hecho la mejor campaña de la década para TVE -TVE la hizo para Rosa- y no hay Dios que se pueda sentir defraudado. En un festival con dos semifinales y un jurado a medias, las actuaciones que realmente no valen se quedan fuera. La Gran Final exige mucho a los países que directamente están en ella. Por eso, este año hemos -¿hemos?- llegado al nivel normal desde el que hay que partir para innovar. Ahora sí, a trabajar.

–RTVE vuelve a ser la principal causa del fracaso de RTVE,o El Eterno Lamento. La Corporación es como la novia que prefiere dejarte con una bronca; y es que os dice la experiencia que es mucho más duro encajar de buen grado que no hay interés el/la/los/las uno/a/os/as en el/la/los/las otro/a/os/as. Quizás tras tantos desmanes y en espera de esa sanción de la UER en cuyo juicio, de existir, el sector eurofan bien desearía presentarse como acusación personal, haya que reflexionar: ¿lo único que palía el demostrado desinterés que genera el festival en Luis Fernández es el elevado cómputo de share-usuarios-sms? Aun siendo así, hay que ser un tanto sadokamikaze para maltratar un producto que tiene una audiencia fiel y otra millonariamente potencial si se sabe explotar. Si con marketing todo se vende, hijos míos: Ono, los Jonas Brothers, el busca, Los Serrano, la ropa de Benetton, …

¡Queremos velocidad! Un Oslo con un poquito de sal. Que si la tiene el vecino, por mí perfecto: todo el mundo verá que Lisboa mola.

¡Prometí pildorita!

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Para los que ya lo conocéis, fue algo memorable, histórico. 
Para los que no, ya me agradeceréis tras el shock este somero rescate del Youtube.

Y sobre todo, para los ociosos:

PRESELECCIÓN 2001: “pero qué coj…?”