El mejor desprecio es no hacer aprecio, que decía mami cuando llegaba enfurecido del cole.

Pues algo así sólo que con un poco más de madurez -física al menos, que esto del fenómeno fan trastoca raíces- es lo que me he repetido hoy cuando Verdasco alargaba el partido mal, pero de lo lindo.

Miren, seré claro para que no se me acuse de lo contrario: esta semana es nuestra. Ya lo ha mencionado hoy el comentarista en funciones, Joaquín Guzmán. Y digo en funciones y no abuso del paréntesis porque ya me dirán ustedes qué emoción debe de tener retransmitir dos eventos con plena convicción de que van en diferido y por La 2. Quizás por eso así un poco como que el tono sencillo…

Lo molesto hoy es ser andorrano. Miren que me la juego al asegurar que Andorra se ha quedado a las puertas de la final, pero me la juego, es la mía decisió, ja-ja-ja. La actuación fue inmensa. Una canción con tan pocas posibilidades se comió unos cuantos de metros cuadraos de escenario gracias a los coros del público que hizo sonreír a la Georgi. Otra injusticia para el país de los Anonymous -y otra para los helvéticos-. Pues eso, que para tampoco votar hoy, lo mismo daba el martes que el jueves, el jurado habría sido senible al vecindario, y así nos evitábamos un bochornito y un boicot. Pero no. Hemos sumado otro bochorno y una merecida sanción. ¿No era mejor ponerse una vez colorao que mil amarillo (la paleta de colores no es casual)?

Cómo debe de estar Svante… Le imagino extorsionando a los cámaras para que no capten bien la esencia de la coreografía de Soraya, el quinto elemento de la puesta en escena española a expensas de lo que pueda pasar en ese instante de mutis por el foro.”Algún responsable de TVE estará contento”.

Propongo varias acciones:

– Conceder el derecho fundamental recogido en la Constitución Española a la presunción de inocencia. Alguien tendrá que decir algo de por qué se han saltado el reglamento contumazmente: una por no emitir en directo, dos por no televotar y tres por emitir antes de tiempo el voto del jurado con un ensayo que no corresponde. Igual todo se ha debido a un cable a la altura de los Pirineos por cosa del Plan E, quién sabe, y la cortesía de Stockselius diciendo que “todo bien, todo bien” no escondía nada más. No obstante y sólo por si acaso, recomiendo a los responsables de TVE un telefonazo rápido a algún guionista ocurrente para que les cree una de esas explicaciones insospechadamente plausibles que la UER va a reclamar mañana en lugar de calzarles directamente un capón.

– Una vez demostrado lo contrario, o no, seguir disfrutando del festival. Miren, seré claro: esta semana es nuestra. Euforia de banderas y puntos, chicas y chicos. Yo, por mi parte, me voy a dormir tranquilo porque Portugal mola tanto que se ha vuelto a colar. Y creo, sinceramente, que la emoción de Flor-De-Lis en el escenario ha sido de lo mejor de este año sin ver siquiera al cosmonauta del sábado. A mí es la canción que, sin pretenderlo, más me conmueve. Todas las calles del mundo tendrían que jugar con su título.

– Dudar, como muchos, sobre la garra noruega. O nos hemos cansado, o se ha reservado, pero hoy no ha brillado. Presten atención a Finlandia, a Bosnia Herzegovina, a Suecia. Y a España. Sobre todo no olviden que Soraya nos está mimando mucho: “el que se enfada, dos trabajos tiene: enfadarse y desenfadarse”.

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¿Nadie más piensa que la presentadora de las semifinales ha quemado sus vestidos y se está duchando con agua oxigenada?
¿Nadie le avisó para que untara sus vestidos con algún insecticida?