Stockholm (Estocolmo), 22 de marzo, sábado.
Desde el Eriksmaessa Alusjoe (Feria de San Erik) de la capital sueca se celebra la vigésima edición en pleno éxtasis tras el triunfo de ABBA. Es un recinto ferial y de congresos de gran envergadura. Karin Falck fue la presentadora. Era experta en presentar programas de televisión desde 1955 en Suecia. Compiten 19 países que por orden de aparición fueron: Holanda, Irlanda, Francia, Alemania, Luxemburgo, Noruega, Suiza, Yugoslavia, Reino Unido, Malta (por última vez hasta 1991), Bélgica, Israel, Turquía (por primera vez), Mónaco, Finlandia, Portugal, España, Suecia e Italia. La audiencia vuelve a ser masiva.
Grecia descansa este año, quizá porque fueron los turcos, cosas de política, y vuelve Francia tras faltar en el ’74 por la muerte de Pompidou. José Luis Uribarri fue el comentarista para España. Hizo una crónica envidiable. Dio la información precisa y no interrumpió ningún detalle de la gala.
España vivía por esos meses unos momentos tensos e inciertos respecto al futuro político que se avecindaba. Franco estaba gravemente enfermo. Murió el 20 de noviembre de ese año y tras su muerte llegó un bienio negro y rosa, lleno de esperanzas y miedo. Es junto a la República y la Guerra Civil uno de los momentos claves de nuestra historia en el siglo XX.
Tras el éxito de ABBA los cantantes que se presentaron intentaron seguir en la línea de grupo musical o dúo con temas pegadizos y ritmos fáciles. Ganaron los holandeses con un conjunto semejante a ABBA en estilo. Son los Teach-In.
El motivo de inspiración este año vino dado por la pintura. Además del color azul, presente en el decorado, en el traje de la presentadora y en el tablero de los puntos, cada artista debía pintarse a él mismo en el vídeo clip de presentación de su canción. El estilo naif fue el que escogieron todos y cada uno de los intérpretes, es natural ya que ninguno era pintor y no se podían pedir peras al olmo. De todas formas fue una nota simpática. La presentación hizo un breve recorrido por la historia de Suecia con imágenes cómicas representadas por actores.
En el intermedio, antes de empezar las votaciones se hizo una exposición de cuadros de John Bauer (1882-1918), pintor sueco de renombre.
Muchos de los cantantes de este año eran los autores de los temas. Es el caso de la representante de Suiza, el de Suecia, los de Irlanda o el de Israel. También destaca la poca confluencia de cantantes solistas. Hubo muchos grupos y dúos, entre ellos el español. Todas las composiciones eran espléndidas y merecían una por una el primer premio. Por eso 1975 fue el mejor Festival de la década. Hoy día las canciones que se presentaron son totalmente audibles y me atrevería a decir que no se han pasado de moda, aunque en esto como en todo lo referente a Eurovisión se puede entrar en una discusión acalorada y encontrada. Por lo menos fue mejor que el del ’74 y equiparable al del ’73 en calidad artística.
Sergio (Blanco) y Estíbaliz (Uranga) –dúo desde 1973- fueron a Estocolmo como si hubieran salido de un Colegio Mayor, formalitos a no poder más. ¿Qué le pasaba a España que cada año sacaba cosas tan dispares? Tras el saleroso Peret nos asombran con este dúo, que aunque son muy buenos en su estilo, en Eurovisión parecían encorsetados. A todos los cantantes españoles les dan ataques de pánico casi insuperables cuando llegan al Festival y eso que acuden diciendo que van a por todas. El vestuario no podía ser más feo, ¿porque vistieron a Estíbaliz de niña buena?, aunque lo sea, no digo que no, y Sergio, azulito e impoluto parecía que iba a una boda. El coro fue de azul para no romper la tónica general del show. Estíbaliz quería salir de rojo y no la dejaron, no estaba España para rojos según algún cronista de la época. Daba igual, lo de las trenzas no tenía nombre, como tampoco lo tenía la especie de camisón amarillo que le pusieron. Era la más joven del show, pero eso no les daba razón para disfrazarla a la pobre. En el coro estaba dos chicas del La, la, la, Merche y Mª Elena y dos guapetones con muy buena voz, Francisco y Carlos. En cuanto al tema de Juan Carlos Calderón, Tu volverás, era muy bonito pero algo machacón. Fueron mejores el Eres tú del ’73, La fiesta terminó del ’85 y Nacida para amar del ’89, del él también. Sergio y Estibáliz tenían buena voz y por lo menos quedaron bien colocados, décimos con 53 votos, pero insisto que si hubieran presentado la canción de otra manera más acorde con el año en que estaban, como el dúo italiano, hubieran quedado mejor. Irlanda fue el país que mejor votó a España con un 7.