Cesár Sampson representará a Austria en Lisboa. Al igual que en 2017, la televisión austríaca, ORF, ha tomado esta decisión de forma interna. Sampson ya ha participado en Eurovisión como miembro del equipo búlgaro en las labores de productor vocal tanto con Poli Genova en 2016 como con Kristian Kostov en 2017. Asimismo, también acudió a Madrid a la primera EsPreParty como soporte vocal de Kostov.

Cesár Sampson no es un desconocido de la escena musical austríaca. A los 17 años, empezó a recorrer el mundo como vocalista de bandas exitosas de la escena alternativa del país: Kruder & Dorfmeister, Sofa Surfers, Louie Austen… Tras esta etapa, ha trabajado como compositor, letrista y productor vocal en varias producciones internacionales.

Miembro de Symphonix International, grupo de productores con base en Viena que han llevado a Bulgaria a obtener la cuarta y segunda plaza en 2016 y 2017, respectivamente, juntos han creado el tema con el que Sampson competirá en Lisboa. La canción se presentará a principios de 2018.

La directora de Programación de ORF, Kathrin Zechner, justifica la elección interna del artista: “Cesár es ritmo, es hijo de la humanidad, ¡es la voz! Vive y respira música y es un artista muy empático. Sabe perfectamente cómo usar su voz, como cantante y como ser humano. Su musicalidad, devoción por el arte y su aproximación holística hacia la música es contagiosa. Es auténtico y único, un artista del que estaremos muy orgullosos en Lisboa”.

UN ARTISTA COMPROMETIDO

“Entre en contacto con la música a través del ritmo y el baile”, dice Sampson, “ambos llegaron a mi de forma natural, de hecho me veía como percusionista antes que como vocalista, hasta el día que empecé a escribir pequeñas cosas rítmicas, dándole a todo, a las palabras, ese carácter rítmico y de vibración”. “A los 20 años, llegué a un punto en el que sentía que quería ser algo más que un simple músico, necesitaba una motivación más profunda y empecé a hacer trabajo social como psicoterapéuta con personas discapacitadas. Ello hizo que volviera a la música con una aproximación totalmente diferente”.

Según relata Sampson, “mi voz es el instrumento más desarrollado que tengo, es el resultado de un largo viaje. Empecé con una voz más o menos limpia pero que no entendía, y ahora siento que cuando canto, con la concienciación y experiencia que tengo ahora, hago que el mundo sea diferente”.