Llegó, cantó y arrasó. Lo que nadie esperaba, sucedió. A eso de las 12 de la noche, el presentador de la Welcome PrePartyES, Víctor Escudero, anunciaba que detrás del escenario había una sorpresa que no estaba ni en la escaleta. “Llegó la mami, la reina, la dura, una Bugatti…” Chanel, como si de una diosa del Olimpo se tratase, apareció en La Riviera para cantar su Slo mo, convertirse en la absoluta protagonista de la noche y desatar, literalmente, la euforia de todas y todos. “¡GANADORA!, ¡GANADORA!, ¡GANADORA!”, gritaba toda la sala. Ella, muy emocionada, agradeció este baño de multitudes y aseguró que hay muchísimas cosas por venir. Esta vez no hubo mono entallado ni bailarines, un pantalón vaquero, un blazer gris y un sombrero negro le bastaron a la representante española en Eurovisión 2022 para entregarse a los asistentes del concierto. No hizo falta casi ni coreografía para demostrar el talento. El público quería verla y ella se dejó querer en Madrid. Un momento inolvidable que se queda para la historia de la PrePartyES y en las retinas de todos los que estuvieron anoche en La Riviera.

Había ganas. Había muchísimas ganas de volver y así lo demostraron ayer los casi 2.000 asistentes de la Welcome PrePartyES 2022. Además del chanelazo sorpresa, fueron más de tres horas de actuaciones en la fiesta de bienvenida a las 29 delegaciones (27 de forma presencial y dos virtua) que participan este año en el concierto previo a Eurovisión de Madrid. La capital sonó anoche a Eurovisión y vivió un ambiente que no se olvidará jamás.

Después de dos años de PrePartyES online por motivos de sobra conocidos y con la cancelación de la fiesta de 2020 todavía clavada en el corazón, los eurofans bailaron, se reencontraron y disfrutaron de una noche muy complicada de explicar con palabras. Pasaban las diez cuando las luces anunciaban que estaba a punto de comenzar. Luces, cámara y acción. Tras el vídeo de inicio, y menudo vídeo, a la altura del mismísimo festival, Krista Siegfrids nos invitaba a vivir una noche inolvidable, con la canción Vamos a la PrePartyES.

Casi 10 minutos de vídeo y bienvenida en los que muchos, sin duda, soltaron esa lagrimita de emoción. Krista, junto a Víctor Escudero, fueron dando paso una a una a todas las delegaciones que han viajado este año hasta la capital para que sintiesen el aplauso del público, que no decepcionó. Y tanto que no decepcionó.

Con las presentaciones hechas, Marta Sango abrió el turno de las actuaciones con su sonido ochentero. Qué más quieres de mí, Escapar y la propuesta del Benidorm Fest, Sigues en mi mente, fueron las tres primeras canciones que sonaron este año en La Riviera.

Xeinn regaló una versión única de Dusk till dawn, de Zayn y Sia, antes de hacernos bailar con Eco. Más de 10 minutos estuvo también el artista maltés Aidan, que levantó los ánimos con su Ritmu y se sintió como en casa con un público que no defrauda.

Y cuando todo estaba a pleno rendimiento, llegó Luna Ki al escenario. Lo que no pudo ser en Benidorm, lo fue en Madrid. Putón, Voy a morir y su nuevo single, Febrero, tocaron el cielo y nos hicieron tocarlo con ella. El público, entregado, votó un “sí al autotune”.

Ella abandonaba las tablas para que su compañera Blanca Paloma calmase los ánimos y pusiese la piel de gallina a todos y todas con su Secreto de agua. Ya demostró la voz que tenía en la localidad alicantina y no quiso dejar de hacerlo en este reencuentro. Acompañada de un solo guitarrista, también cantó Niña de fuego, un adelanto de su nuevo trabajo. Una delicia para los sentidos.

Fue después de ella cuando se produjo el “chanelazo” y antes de que nuestro representante en Eurovisión Junior 2021, Levi Díaz, nos hiciera reír y bailar con su actuación, que recibió la acogida de todos los eurofans tras su paso por el festival hace unos meses.

Krista, además de maestra de ceremonias, no quiso perder la oportunidad de cantar dos de sus temas, Faller y Snurra min jord, en mitad de la gala, para luego volver al final con su mítico Marry Me, que fue el cierre perfecto para una noche inigualable.

Otro de los leitmotiv de este regreso era el homenaje a aquellos artistas que estuvieron en las dos ediciones más complicadas del festival, la de 2020 (cancelada) y la de 2021 (celebrada con estrictas medidas de seguridad). La búlgara Victoria fue la encargada de abrir este homenaje con Ugly cry y The funeral song para dar paso a las eurovisivas Tears getting sober y Growing up y gestting old.

Sin tiempo a digerirlo llegó Sara Deop para ofrecer su miniconcierto en La Riviera y hacernos continuar la fiesta con Make you say, antes de dar paso a la representante de San Marino en 2020 y 2021, Senhit, que nos hizo alucinar con Freaky y Adrenalina y una versión muy especial de Fiesta de Raffaella Carra.

Y de un momento inolvidable a otro, la fiesta del helado, con Melani. La joven artista nos recordó porque se llevó la medalla de bronce en Eurovisión Junior 2019 con Marte. Una voz como pocas en España, que dará mucho que hablar y a la que, como ella misma ha dicho siempre, muchos querrían ver en la edición de adultos de Eurovisión. “En dos años intentaré presentarme la primera”, decía tras su actuación.

Y ahora sí que sí, los lituanos The Roop pusieron la guinda del pastel, antes del cierre de Krista, claro está. Love is all we got, On fire y Discoteque desataron la revolución en una Riviera repleta, que pedía más, y que lo tuvo con el Marry me de la madrina de la noche. “So marry me, I’ll be your queen bee. I’ll love you endlessly. I do it for you, for you, for you. Yeah, I do it for you, marry me, baby”. Pues eso, Krista, cásate con nosotros.

Una noche inolvidable que dio el pistoletazo de salida al gran fin de semana eurovisivo en Madrid, que culminará con el concierto de esta noche con todas las delegaciones sobre el escenario.