Todos hemos visto a Rusia perseguir el título desde hace años; con algunos segundos y terceros puestos hasta la fecha, la “madre patria” de la ex URSS, logra finalmente la victoria tras conseguirlo previamente 3 de sus vecinos “ex camaradas”: Estonia, Letonia y Ucrania.

Está claro que Eurovisión no se gana por un solo factor, es más, una canción necesita de varios ingredientes: En esta ocasión, Rusia contaba con la ventaja de:

1- Los votos habituales de su esfera político-cultural (que no le había sido suficiente para ganar hasta ahora),

2- tratarse además de un cantante (Dima Bilan) muy conocido en la ex URSS (lo que le dio una ventaja respecto a Ani Lorak, la oponente más fuerte en este bloque de países y del concurso en general),

3- tener una puesta en escena original (discutida en cuanto a gustos pero novedosa),

4- y finalmente, muy importante, el actuar en las últimas posiciones.

En referencia a este último punto, sólo hay que observar los siguientes datos:

Solamente un país de los 6 últimos en actuar quedó fuera del Top 10: España. Algo que tampoco debe extrañar en esta edición 2008 por tratarse de quien se trataba.

Siguiendo con la misma teoría de las últimas actuaciones, juntando los países de las semifinales y ordenándolos por puntos obtenidos (y con la salvedad de que en la segunda semifinal votaba un país más) podemos observar que hubieran seguido este orden:

1- Grecia

2- Ucrania

3-Armenia

4- Rusia

5- Portugal

……

9- Noruega

Es el mismo Top 4 de la final, sólo que las posiciones cambiadas. Posiblemente Grecia tuvo tan excelente resultado en la semifinal por cantar la última (todo el resto de países la votó en la semifinal pero 6 le fallaron en la final) y Rusia tuvo una ayuda extra de votos decisiva en la final por cantar la última de estas cuatro y lo que es más importante, la penúltima del certamen.

Por la misma razón, Noruega se vio ligeramente aupada a un 5º lugar al actuar última, y Portugal bastante “hundida” al pasar de un 2º lugar a un 13º, cantando en la mitad de la tabla, justo después de un corte publicitario, lo cual está comprobado “históricamente” que siempre resta puntos.

Siguiendo con el sorteo de actuación, la cantante noruega botaba de alegría cuando en el sorteo sacó el último puesto de actuación.

Por cierto, la sueca Charlotte Perrelli se puso en evidencia a micrófono abierto (sin saberlo) en una conversación con el jefe de la delegación sueca al temer tener que actuar tras la ucraniana Ani Lorak a quien consideraba como ganadora desde un principio, según había contado públicamente. Al ver que ésta sacó la 18ª posición se tranquilizó viendo que tras ella ya no podía salir y a pesar de sacar el número 15, el mismo que le dio la victoria en Jerusalén en 1999, no le dio la misma suerte en la final.

Otra gran favorita: Supimos que Suecia no hubiera estado clasificada en la final de contar sólo con el televoto, pero la suma de los jurados la salvó como 10º país en la segunda semifinal por encima de Bulgaria y sobre todo de Macedonia, que es la que habría pasado y que curiosamente al igual que en la mayoría de ediciones anteriores, pasaba a la final justo “in extremis”.

Por otra parte, Polonia, como 10º país de la primera semifinal y por los pocos puntos obtenidos en la misma (nada menos que a 30 puntos de Bosnia Herzegovina, la 9ª clasificada), hubiera quedado eliminada de haberle tocado cantar en la segunda semifinal, de ahí que en la final quedara tan abajo, solamente al nivel de algunos Big 4 que no tuvieron que pasar ninguna reválida como Alemania y Reino Unido.

En el caso de Francia y España, por tratarse de propuestas tan diferentes y rompedoras, se aseguraron el voto de una población con gustos alternativos que además incluye el “voto protesta”, sobre todo en el segundo caso.

Eurovisión no deja indiferente a casi nadie, gusta o no gusta, y acaba reuniendo frente al televisor a una gran audiencia, incluso a gran parte de sus detractores: Este año han sido 105 millones, 15 más que en 2007, ¡un 16% de incremento!

Dejando los datos y estadísticas a parte, por supuesto que hay un aspecto que (en teoría) es el más importante de todos: La canción y la actuación en directo, pero cuyas valoraciones son más subjetivas, a pesar de que como excepción, permitidme la licencia de decir que una balada medio tiempo como la suiza (que inicialmente estaba en todas las quinielas como una de las favoritas) se fue hundiendo durante la semana de ensayos, para ni tan siquiera pasar el corte una vez más (se le notó nervioso y cantó mal), la misma historia helvética del año pasado.

En los últimos 14 años no ha habido un país que haya repetido victoria, con lo cual todo el mundo que suele asistir al evento está encantado de seguir haciendo de turista año tras año.

Dos factores determinantes: La libertad de idioma (al predominar el inglés actualmente, Irlanda, Reino Unido y Malta han perdido su buena racha, a excepción de 2002) y la entrada de nuevos países (cantando en inglés) ha acabado por decantar el peso del certamen hacia el Este.

Otros “viejos” países eurovisivos como Turquía, Grecia o Finlandia que no había forma de que ganaran (ni tan sólo un Top 5 salvo en contadísimas ocasiones para los dos primeros) han acabado por triunfar en estos últimos años.

La victoria de Serbia en 2007 es una rara excepción que tiene el gran mérito de haberlo hecho cantando en su idioma, como excepción en una época en que el inglés sigue predominando como lengua internacional.

Con Dima Bilan son solamente 7 solistas masculinos de 53 ediciones los que se han llevado la victoria, y ¡el primero en los últimos 18 años! Le votaron todos los países a excepción de seis (todos los “ceros” occidentales al igual que los países que le dieron entre 1 y 3 puntos) con una media de 6.48 votos por país, justo un punto de media por encima de Ucrania, lo cual es bastante diferencia. El récord absoluto lo mantiene la canción “Save your kisses for me” de Brotherhood of Man (Reino Unido 1976) con nota media de 9.65 sobre 12, en un año que precisamente había libertad de idioma, lo que todavía tuvo mayor mérito para los británicos.

Si comparamos el Top 10 final con el año anterior, 6 países repiten (Rusia, Ucrania, Grecia, Armenia, Serbia y Turquía), lo que hace presagiar que los vayamos viendo repetidamente ahí arriba, puesto que no sólo en 2007 sino también en 2006 estaban los mismos, a excepción de Serbia que no participó y Turquía que no fue Top 10 pero quedo 11º.

En esta edición, de los cuatro que no repiten está Bosnia Herzegovina, que el año pasado quedo 11º (y en este 10º) y los otros 3 son países, que no estaban el año pasado en la final.

Todos los 12 puntos que recibió Rusia vinieron de la ex URSS junto a Israel (voto de la diáspora). La otra diáspora más fiel sigue siendo la de turcos y armenios en Francia, Bélgica, Países Bajos y Alemania, con predominio repetidamente armenio en los 3 primeros casos.

A excepción de F.R.Y Macedonia, que dio el 12 a Albania, toda la ex Yugoslavia se concedió sus 12 entre ellos mismos, lo cual se viene repitiendo y más aún si cantan en su lengua vernácula. Serbia, Montenegro, Croacia y Bosnia tienen el mismo idioma (el antiguamente llamado serbo-croata) con diferentes acentos y algunas palabras, que ahora cada república denomina como propio por cuestión nacionalista.

El voto nórdico también se ha concentrado bastante en esta edición, pero no al mismo nivel ni mucho menos que en el caso de otros bloques, tal vez por ser más imparciales y también por cantar en inglés, lo que diluye el voto de afinidad cultural (el finés no cuenta en este sentido por ser de otra familia lingüística, ningún otro país nórdico lo entiende).

Por primera vez ninguno de los nórdicos quedó eliminado en la semifinal, lo que diluyó un poco la concentración del voto a pesar de que Noruega fue la que más lo concentró en esta ocasión y no Suecia como se podía prever. Curiosamente el único 12 que recibió Suecia no salió de ellos sino que vino de… Malta que sigue demostrando que vota diferente del resto.

Alemania hubiera quedado la última en solitario de no haber sido por el 12 de Bulgaria (una de las integrantes del grupo es de origen búlgaro) de los 14 puntos que tuvo.

Atención con Armenia. Ya nos puso en alerta en su debut de 2006. Cierto es que han llevado 3 canciones originales, muy distintas todas y vemos que tiene un voto base muy sólido, sin duda el país que se beneficia más de su diáspora en este sentido. No es casualidad que un país que debuta consiga dos 8º y un 4º lugar. Va apuntando cada vez mejor. Este año consiguió el mayor número de 12’s (8 en total). Habrá que contar con ellos en muchas futuras quinielas…

Hemos visto que San Marino, de quien no teníamos estadísticas de votos, curiosamente no dio ningún voto ni a Rusia ni a Ucrania, las dos primeras clasificadas, lo que puede indicar que no fuera televoto (es posible que no llegasen al mínimo de llamadas estipulado para darlo por válido y tuviesen que emplear los resultados de su jurado de reserva). Por cierto, obtuvieron un último lugar en la semifinal, lo mismo que le pasó el año pasado a otro país debutante, Chequia, que este año ha quedado penúltima de su semifinal. Tardaron años en apuntarse a la fiesta eurovisiva pero esperamos que no se desilusionen pronto, como se comenta de Andorra, que podría optar por retirarse como ya lo hizo Mónaco tras tres fracasos seguidos. Andorra y Estonia siguen sin conseguir un pase a la final desde que existen semifinales (2004).

A pesar de que se comentaba que la segunda semifinal era la de mayor nivel artístico, Ucrania la ganó por amplio margen y luego en la final se demostró que los primeros lugares venían de la primera semifinal. Ani Lorak obtuvo allí 6 12’s pero sólo uno en la final, posiblemente algunas posibles máximas puntuaciones fueron desviadas hacia Rusia.

Sorprendieron los pobres resultados de Dinamarca y Croacia en la final, tras haber quedado 3ª y 4ª en su semifinal respectivamente.

Respecto a la otra novedad de esta edición, Azerbayán, veremos si seguirá sin votar a Armenia en próximas ediciones. ¿Extraño? Son países fronterizos que pertenecían al mismo estado soviético, por tanto algún “mal rollo” podría haber por ahí… pues sorprende sin duda que no le diera ni un solo voto, mas aún siendo Armenia un país tan ampliamente votado, sobre todo en su esfera geopolítica. Lo mismo sucede con Armenia con respecto a Turquía, pero esta es una cuestión histórica (genocidio armenio de 1915).

La audiencia total de este año se cifra en 105 millones de telespectadores, 16% de incremento respecto al año pasado 2007 (90 millones). El festival llegó también a hogares de Austria, Australia y Nueva Zelanda.

Un tercio aproximado de este aumento en 2008 viene de España por el factor coyuntural “Chikilicuatre”. Nuestro share rondó el 60% de media con una punta del 78% durante la actuación española, las mejores cifras desde 2002 pero a pesar de la gran publicidad extra, se quedó a un 20% por debajo del efecto OT-1 hace 6 años. Cuando la audiencia ha estado en declive continuo no cuesta tanto subir puntualmente, lo más difícil es mantenerse.

Donde el festival vive sus mejores años es sin duda en Grecia, con share de 80% (como cuando Rosa en España). Y no solo por la ERT, sino por todas sus televisiones privadas que caldean bien el ambiente desde el 2004 y desplazan a equipos propios para cubrir el certamen. En el país helénico, casi todas las televisiones “comen” de Eurovisión pues éste y todo lo que le rodea es noticia de interés general.

También Noruega tuvo ese alto índice debido a su pase a la final y buenas expectativas de resultado (respecto a años anteriores) que debió ir creciendo durante los votos, cosa que no pasó en Suecia, donde a pesar de que se esperaban un buen lugar, la final tuvo la peor audiencia de los últimos 12 años, un 25% menos que en el 2000, cuando fueron anfitriones en Estocolmo. Muy probablemente dicha audiencia fue cayendo en picado desde el inicio de las votaciones. Los resultados de los últimos 3 años (19º, 18º y 18º van restando poco a poco fidelidad sueca al festival a pesar de que la mantienen en su preselección, el prestigioso Melodifestivalen, cuya audiencia siempre fue superior a Eurovisión pero ahora todavía más).

En Chipre, a pesar de no estar en la final, tuvieron un share de 70%, debido al “efecto Grecia”, país de primera referencia para la mayor parte de la isla, sobre todo a nivel musical.

Los Big 4 siguen sin levantar cabeza: Desde 2004, ninguno de los países ha superado un 14º lugar, soliendo agruparse en las últimas posiciones repetidamente. Lamentablemente es muy difícil que se produzca la reforma profunda de los estatutos del festival, para que veamos un día competir a los Big 4 en las semifinales. La UER ya tiene bastante con la ausencia de Italia, que pesa mucho, y no va a correr el riesgo de tener más bajas de las “sonadas”. Porque ¿alguien se acuerda de que no participa más Luxemburgo tras 5 victorias?, pero la ausencia italiana pesa mucho más, y se comenta cada año. Incluso hasta el punto de ser ya un objetivo que los transalpinos vuelvan al certamen en 2009.

Por otra parte, es lógico que cada vez se cuestione más el sistema de televoto y sean más los que opinen que debería introducirse un 50% de voto jurado en cada país que atenúe las votaciones más altas a ciertos países que se van repitiendo hasta la saciedad y cuyos ejemplos no hace falta comentar. Incluso que el voto de los no clasificados en la final se sume y cuente como uno sólo, pero esto es más difícil que se logre, porque todas las televisiones quieren su “minuto de gloria” al dar sus votaciones.

¿Moscú 2009? Muy probable que así sea. Rumores hablan de San Petersburgo, pero el gobierno ruso no dejará escapar una posibilidad para recordar a Europa y al mundo en general que Moscú sigue siendo un punto de referencia mundial. Y no tanto porque cueste menos dinero técnicamente organizarlo en la capital sino por cuestiones puramente políticas. Rusia “tirará la casa por la ventana” con Eurovisión 2009.