Ainhoa Cantalapiedra, finalista en la preselección española para Eurovisión 2010 con el tema Volveré, ha anunciado cambios en su canción de cara a la gala de TVE en el encuentro digital que acaba de mantener en rtve.es. Además, según cuenta, no llevará coreografía y en escena estará presente el violonchelo, un instrumento “nuevo”.

Ainhoa confiesa que su tema, “muy digno para Eurovisión”, también “estaría muy bien en inglés y algo más cañero” y que con la letra ha querido reflejar una historia de amor pasada de la que salió fortalecida y lanzar su intención de querer estar en los escenarios de nuevo a nivel nacional.

De no ser ella quien acuda a Oslo, le gustaría que lo hiciera Daniel Diges o Coral, “que lleva muchos años luchando por ello”. Ainhoa señala que lo importante en el mundo de la música es no tener miedo a nada y arriesgar siempre. “No tengo miedo al fracaso porque ya lo conozco y cuando uno está abajo sólo queda subir”, confiesa.

La ganadora de la segunda edición de Operación Triunfo, que aún tiene un contrato por otro disco más con Universal Publishing pero libre de manager —ella es su propio manager— y espera a finales de esta año tener su cuarto disco en la mano, asegura que “si este año no hay suerte, lo intentaría otro año con un tema mío”, pero, según dice, “no voy a dejar de trabajar fuera de Eurovisión”.

Ainhoa ha cambiado desde que ganó OT. “Mi actitud como pesona y cantante frente a las situaciones de la vida ha cambiado. Ahora no tengo miedo y las agarro por los cuernos”, dice.

En 2003 aspiró a acudir a Riga con Mi razón de vivir. Cree que no hubiera quedado bien, “porque estaba enferma y porque la canción no me acababa de gustar. Como tal, una cantante siempre canta mejor lo que le gusta”.

Sobre Soraya y La noche es para mí, dice que no mereció quedar en un puesto tan bajo.