52 eurodiputados exigen a la UER la expulsión de Israel de Eurovisión

En una carta remitida a la UER, más de medio centenar de representantes del Parlamento Europeo han pedido suspender la participación de Israel en Eurovisión. Denuncian los ataques continuados contra la población civil de Gaza y advierten que permitir su presencia en el festival erosionaría directamente la credibilidad del certamen. Recuerdan, además, que fue la propia UER quien expulsó a Rusia en 2022 tras la invasión de Ucrania, alegando entonces que la admisión de un país agresor dañaba la reputación y los valores de Eurovisión. Por ello, reclaman “criterios claros y transparentes” basados en los derechos humanos para decidir futuras admisiones o exclusiones de países.
Frente a voces como la de la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, que calificó de “error” un eventual veto a Israel porque sería “un castigo al pueblo israelí”, los eurodiputados recuerdan a la UER que Eurovisión es mucho más que un concurso musical, es un escaparate cultural con gran visibilidad pública que debe estar alineado con los valores de dignidad y derechos fundamentales. Para los firmantes, respaldar la participación de Israel sería convertir Eurovisión es una herramienta de propaganda y «una plataforma para el blanqueo» de lo que está ocurriendo en Gaza, permitiendo así la participación de un país con investigaciones abiertas por genocidio y crímenes de guerra.
La iniciativa está liderada por Jaume Asens y Estrella Galán (Sumar) y Vicent Marzà (Compromís), y ha recibido el apoyo de eurodiputados de una quincena de países. Predominan los miembros de la Izquierda y los Verdes, aunque también hay apoyos tanto socialistas como liberales. Entre los firmantes españoles figuran Oihane Agirregoitia (PNV), Ana Miranda (BNG), Diana Riba (ERC), Irene Montero e Isa Serra (Podemos), Pernando Barrena (Bildu) y, por parte del PSOE, César Luena, Cristina Maestre, Laura Ballarín y Leire Pajín.
Conversación
No va a cambiar nada, por desgracia. 52 eurodiputados son muy pocos. El lobby judío moverá hilos para que la UE siga haciendo como si no pasase nada.
Si el resto de eurodiputados tuvieran un mínimo de humanidad y dignidad, también lo exigirían. Pero ya se sabe que la derecha de eso sabe poco y siempre está y estará de parte del dinero y del poder. Y de ambas cosas, el genocida Israel, tiene mucho, mucho, mucho.